II

11 0 0
                                    


 Cuando cumplí los quince años, mamá organizó una fiesta sorpresa con toda mi familia. Gente que había visto dos o tres veces en mi vida, que me besaban y apretaban los cachetes, que intentaban parecer amistosos, que sólo venían por la comida.

 Fue en el momento en que uno de mis tíos Davis tomó el micrófono para decir algunas palabras, cuando mamá se paro a su lado y mostró su anillo de compromiso. ¿Pero a qué clase de idiota se le ocurre hacer tal anuncio en el cumpleaños de su hija, SIN SU APROBACIÓN?

 Quienes estaban sentados a mi lado en la mesa, comenzaron a mencionar que era una terrible falta de respeto a mi padre difunto, que Benjamín siempre tuvo amoríos con las esposas de sus hermanos, y que seguramente mamá estaba embarazada.

 Esa palabra me dio tanta repulsión que tuve que correr al baño a vomitar. Qué asco de cumpleaños. Faltaban unos meses para que se cumpliera el quinto aniversario de papá y yo aún no lo superaba. Menos ahora, que tendría al tío Benjamín encima de nosotras.

 Pasó al menos una hora hasta que mi madre se diera cuenta de mi ausencia y viniera por mí. Quiso disculparse, con la excusa de que fue idea de mi tío lo del anuncio repentino, y que ella planeaba decírmelo a solas.

- ¡Pero no lo acepto!- grité desde mi corazón.

- Nini, he estado muy sola estos años, y sólo Benjamín me ha dado una mano con todos los gastos y deudas que dejó tu padre.

- ¡Y eso no me importa! Es un asco, es mi tío. Es el hermano de papá. ¿No te duele el parecido? ¿No te da asco en la cama?

- ¡Nichole! ¡Eres desagradable! Yo no estoy pidiendo tu aprobación, sólo vine a decirte que vayas pensando que él vivirá con nosotras pronto.- se fue sin mirarme.

 Sentí como una puñalada en la espalda. Mi única amiga, mi propia madre, había traicionado a mi padre y a mí.

Esta soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora