Que me ame.

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Una chica entra, ha llegado tarde. Con la mirada busca un asiento. Parece venir hacia mí, el profesor que imparte gestión de proyectos niega. La manda a sentarse adelante. A su lado se ecuentra él. Suspiro, lo que a mi costó la mitad de la carrera, ella lo ha logrado en la segunda semana de enero.

Trato de prestar atención, no puedo dar de baja la materia, lo intenté cuando me di cuenta que él también había tomado la optativa, sin embargo me hallé con un problema, no podría completar el mínimo de créditos.

Parece que la vida estaba en mi contra.

Enojada abro la computadora, para tomar apuntes, sin embargo me parece imposible prestar atención. Sin más tomo mis cosas antes de dejar el aula.

Esto me tomará un tiempo.

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Y lo fue.

Seis meses, una semana y cinco días, exactamente fue el tiempo que duré para comprender que para mi el chico perfecto era el que correspondía al amor que yo le daba, algo que él no parecía cumplir.

Reí bajo, recordando a las chicas que me habían dicho que eso era obvio, que estaba sobre-entendido, pero no era cierto, se preocupan por detalles sin sentido, procurando de que cumpliera cada detalle de una lista, y si lograban el cometido, oh gran decepción que se llevaban al darse cuenta que él no estaba interesado en una relación.

Yo, pasé por eso. Y lo he aprendido a la mala, sin embargo lo entendí, simplemente lo nuestro no había estado destinado. Eso mismo me decía cada vez que le veía al cruzar por el edificio H para ir a clase de Economía. Y como todas las veces, le miraba por un momento, como lo que hacía ahora.

Estaba sentado, con un libro, frunciendo el ceño al no entender algo. Extrañaba sus gestos, cuando encarnaba la ceja si le sorprendía algo, como movía la nariz para acomodar sus gafas, o inflaba sus mejillas para controlar su irritabilidad. Extrañaba verle platicar con la gente, mostrando una sonrisa sincera, sin hacerles muecas al mostrarse desacuerdo, solo les miraba fijamente, o cuando movía animadamente las manos al dar su punto de vista sobre robótica. Extrañaba ver como se preocupaba por los otros, como cuidaba a su hermana en plena aula cuando sus padres estaban de viaje, o del como se hacia un tiempo para hacer grupos de estudio. Extrañaba ser parte de su personalidad geek. Extrañaba su voz quejándose del fin de temporada de una serie o sobre el rollo de las películas.

Y a pesar de que lo extrañaba, ya no dolía, eran solo recuerdos, de dos chicos que fueron presentados por sus hermanas locas en una graduación. Recuerdos de una joven que le busco, y él le rechazó. De una joven que comprendió que alguna vez fue ella la que rechazó a quienes le buscaron. De unos chicos que por no ser él, tuvieron el corazón roto, como la protagonista de la historia.

Él, levantó la vista de su libro por un momento, sonrío, mi corazón se apretujó, levantó su mano para saludar, le regresé el gesto, me miró un poco mas, me señaló, luego a la banca y la palmeó. Era momento de avanzar, lo tuve en claro. Rechacé la oferta, se miró extrañado y sin más regresó a su lectura.

No era un chico malo al que odiara, nada de eso, le apreciaba y tenía un cariño enorme. Simplemente era él, un chico distinto, un chico imperfecto que parecía perfecto, pero no lo era, él también tenía defectos, y muchos, simplemente sabía enfocarme más en sus virtudes, en sus talentos, hasta el punto de opacar casi por completo sus imperfecciones.

Creo que estoy en lo cierto cuando digo que así es como vemos a la persona de la que estamos enamorados. La única diferencia aquí, en esta historia, es que estuve enamorada de un amor no correspondido, y a su vez, la que no correspondió a otros en su amor.

Atte. Lily, una chica que alguna vez estuvo enamorada de una amor no correspondido.

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Os quiero dar las gracias @Sofii244 por leer cada entrada junto a @ItsabelCute546, quien además me dió la idea para este capítulo.

Una Chica Enamorada del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora