Malteada doble.

54 11 4
                                    

Una taza de café americano y cien páginas después, apareció él, con la nariz roja, la piel un poco rosada por el frío y envuelto en varias capas de ropa. Un poco desorientado a la caja se dirigió y una malteada de vainilla pidió. Mientras esperando su orden se encontraba, al único asiento vacio se dirigió, el cual daba a la ventana, donde el frío entraba cada santiamén. Cuando trataba de decidir entre invitarlo a sentarse junto a mí o no, el tiempo pasó y se marchó un vez que terminó.

Un día y luego dos, al tercer me sorprendió cuando a un pequeño me encontré sentado en "Mr. Spot"*, a paso decidido me acerqué para ver si el disuadirlo podría funcionar, sin embargo con los ojos del chico de la malteada me topé cuando hacia donde estaba se dirigía, así que sin más, junto a la ventana con escarcha me senté, cuando vi que era el único lugar disponible.

Al día siguiente de mal humor entré, pero todo en vano fue, pues Mr. Spot estaba vacío, y aquel que consideré mi enemigo estaba junto al lugar frío.

Tal vez todo volvería a la normalidad

Pero no lo fue.

Paré a sentarme con la ventana medio parchada, lo cual de nada serviría.

Una semana, luego dos y al fin comprendí de que iba todo. Habíamos marcado una rutina, donde él junto al niño de rizos intercambiaban el lugar junto conmigo. Era un ganar ganar.

De maravilla todo iba, pues al menos el primer café gratis recibía cuando en el lugar de muerte leía. Mucho dinero ahorré, pero al bolsillo del doctor par después de que una gripe pesqué.

Con la nariz irritada, los ojos llorosos y la garganta reseca tomé asiento en junto al café gratis. Con un poco de sueño recargue mi cabeza el respaldo. Descansar se sentía tan bien, o eso creí hasta que lo ví, al responsable de mi desdicha. A punto estaba de decirle lo que bien se tenía merecido, pero de interrumpirme se encargó. Al parecer la bebida caliente se había derramado sobre mi preciado libro. Amablemente un ejemplar nuevo me entregó, diciendo cuanta suerte tenía de que él leyendo el mismo libro se encontrara. Después a su mesa me llevó y en Mr. Spot me dejó sentar.

Eso fue el inicio de una historia pero el final de otra.

No os puedo asegurar todo, pero les puedo confirmar que partir de ese día Mr. Spot pasó a ser de ambos... y su querido hermano.

Atte. Marine, una chica enamorada del amor.

*Mr. Spot: Manera con la que nombraba al sofá donde se sentaba. Su significado en español es "Señor Asiento". (En inglés suena mejor)


N/A
Sí, ya lo sé, he tardado una eternidad (semana y media), pero en mi defensa tuve un pequeño bloqueo del cual se debió a alguien, así que culpen a esa persona.

Sin embargo I'm come back babies.

Tengo un montón de ideas y si no lo han notado, cambié un poco la redacción, así que díganme como les gusta más, para darme una idea de como escribir.

Y bueno, espero que hayan disfrutado la actualización, saben que os quiero un montón.

Por cierto, les agradecería que votarán o comentarán para saber quien está leyendo la historia y así poder dedicar los capítulos, puesto que perdí la lista donde anotaba a cada reader.

Capítulo dedicado a 

¡Hasta vista!

Una Chica Enamorada del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora