Los días pasaron y el corazón de Luka pudo recuperar la fuerza necesaria para salir del hospital, estaba feliz porque se encontraría con las tres muchachitas que se habían comportado muy gentiles con él: su compañera de apartamento, aquella despistada que siempre estuvo a su lado, su nueva novia, aquella amiga de la infancia que poco a poco pasó a ser ese ser tan importante, para su vida y la nueva chica molesta que la niebla le presentó, una nueva y gran amiga que supo ganarse un espacio en el corazón de aquel peli negro.
El viaje por el centro de la ciudad les permitió hablar de lo mucho que iban a celebrar la recobrada salud de Luka, todas las chicas parecían estar felices de tenerlo de vuelta y él se encontraba alegre de compartir unos días más junto con ese grupo. No fueron de primer plano al apartamento, sino que hicieron una escala para comprar un poco de comida y hacer una gran fiesta de bienvenida, al mejor estilo de Adela.
El viaje del supermercado a la residencia del peli azul fue tranquila, obviamente si fue bloqueada por el transito que se forma a la hora pico, pero ni siquiera el retraso de horas inmutó a los jóvenes, quienes iban tranquilamente en un autobús. Una vez que bajaron en la parada que quedaba convenientemente cerca del apartamento, las chicas y la dueña del edificio recibieron al joven como se debía, si bien aquella mujer era gruñona, le tenía cierta simpatía al joven por ser una paga tan buena y eficiente.
La fiesta no se hizo esperar, fue divertida y llena de comida que Lena y Rachel prepararon, todos rieron y se divirtieron, incluso Isabel, la señora que todos catalogaban como una ogra. Y la fiesta se extendió a horas de la noche, a pesar que la casera decidió irse a las seis de la tarde en esa ocasión; los jóvenes aprovecharon para divertirse hasta que el reloj dio la medianoche.
Adela ofreció su cuarto a Rachel y Lena, para que así pasaran lo que quedaba de la madrugada, la ciudad se ponía peligrosa en las noches y madrugadas, por lo cual, las chicas accedieron sin pensarlo, ya que al fin y al cabo se sentían en casa; además, tanto la castaña como la peli plateada estaban muriendo de sueño, por lo que decidieron irse a dormir, dejando a Luka y la chica de ojos azulados completamente en soledad.
Ambos se miraban en medio de un silencio incomodo, a los dos les costaba mucho iniciar un tema de conversación que fuera agradable, sumado al hecho que en muchas ocasiones sus puntos de vista eran contrarios, cada uno elegía bien sus palabras, para no herir subjetividades del otro y así hubieran seguido, de no ser porque a Rachel no le gustaba mucho el silencio incómodo cuando estaba con alguien, fuera quien fuera; lo único que debía hacer era buscar un tema para iniciar una plática amena, hasta hallar uno que le llamó la atención.
—Oye Luka, he notado que todo el tiempo que estuviste internado en el hospital, no recibiste visita de tus padres— murmuró intentando elegir bien las palabras que iba a decir —Me pareció curioso también que vivas en un apartamento... ¿Ellos trabajan en el extranjero o algo así? Porque un padre debería preocuparse por su hijo—
—Eso es por algo que pasó hace mucho— sonrió con amargura y tomó un poco de aire —Mi padre es un gran hombre de negocios y mi madre era una esposa chapada a la antigua, no sumisa, sino hacendosa y culta. Lo malo era que mi padre amaba beber hasta embriagarse, pero nunca se volvió una amenaza, porque era un ebrio controlable y mamá sabía persuadirlo para que fuera a dormir—
En ese mismo instante, la joven Rachel se había dado cuenta que metió la pata al mencionar la familia, sin embargo el chico parecía estar levemente tranquilo, por lo que decidió preguntarle qué pasó después, como para que la madre de Luka ya no estuviera en el plano de los vivos; ella se estaba arriesgando mucho con preguntar algo de tal magnitud, pero, ella deseaba en su interior poder comprender al muchacho amante de la niebla, aunque fuera necesario pasar por ello.
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Niebla y Lluvia
RomanceLluvia, compañera de las dolencias de las personas, amiga inseparable de alegrías de niños y de aquellos que cargan con melancolía en sus corazones… Niebla: campo neutro, aislado de vida, lianza en blanco para cualquier pintor, compañera inseparable...