Confrontación

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Confrontación

El sol matinal se filtraba por esas densas cortinas de la habitación de Rachel, quien hacía de todo para no querer despertarse, quería reponer las horas de sueño que había perdido el día de la supuesta encuesta.

Que genio que era esta chica, se las ideó para levantarse temprano y hacer una disque encuesta, la cual ella y unos amigos, a quienes llamó como a las nueve de la mañana, las llenaron en todo el resto de la mañana y parte de la tarde.

Había calculado minuciosamente todo, hasta le pidió a su madre que les preparara almuerzo, y algunas botanas, para ver una película después de terminar su labor.

—Oye, Rachel, ¿No crees que esto es algo ilógico?— preguntó uno de sus amigos de la infancia, mientras llenaba el volante con información falsa.

—Él dijo que lo sorprendiera, y así lo haré, con algo que nadie en su sano juicio haría—

Ella estaba en lo cierto, nadie iría a encuestar a un sitio como un centro comercial, ya que la gente que va allí espera pasar el rato allá, sin molestas intervenciones; o simplemente irse a divertir dando vueltas por allí.

Nadie querría ir a llenar una encuesta en vacaciones y mucho menos si se estaban divirtiendo de lo lindo…

Y tanto desgaste en las articulaciones de sus manos y las de sus amigos, para que ese tipo las aventara al aire, cual si fuesen hojas caídas de un árbol en pleno otoño…

—Odio a ese tipo— bramó intentando incorporarse, para así ir al baño.

Su espalda seguía cansada por haber pasado encorvada todo un día y sus manos seguían sin responderle, haciendo más difícil la tarea de ir al baño…

Pero finalmente entró al baño, para depositarse con pesadez sobre la tina, para finalmente tomar un relajante baño de burbujas…

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Por otro lado en casa de Luka, el chico yacía haciendo algún desayuno creativo, ya que Lena no era de las chicas que comieran cualquier platillo.

Ella era muy exigente, ya que todo entra por la vista, si algo no le agradaba del plato, simplemente no comía del todo…

Al fin, todo listo… ¡un banquete digno de un rey! Luka en esta ocasión se pulió en cada detalle, dejando todo como a su amiga le gusta…

Y justo a tiempo, ya que tanto Lena como Adela llegaron a la cocina, ambas brincaron del susto, debido a que ayer ese cuarto quedó completamente desordenado, pero ahora todo estaba… limpio y reluciente.

—Luka—  prorrumpió la delicada peligris, mirando hacia cada rincón » ¿Tú ordenaste todo?

El joven asintió levemente con un leve sonrojo —Es que… La verdad, no quería verlas esforzarse, ya saben moviendo los muebles y todo eso, las puede lastimar—

Al notar el rubor en la cara de su amigo, las chicas se miraron de manera cómplice, rieron un poco y luego exclamaron un “Awwww, que lindo” que dejó la faz del joven más roja que un tomate.

Al notar el inminente subidón de sangre a la cabeza, Luka les dio la espalda para, según él, continuar preparando el desayuno. Adela y Lena rieron un poco antes de sentarse a comer.

La mesa estaba bien decorada, con tres panqués cuadrados en cada plato, los cuales también eran cuadrados, habían tres botellitas de vidrio con miel de abeja, miel de maple y dulce de leche; además de las servilletas en forma de choza indo-americana y tres tazas de porcelana con chocolate caliente. Se veía delicioso y el olor era estimulante…

Niebla y  LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora