Entre la niebla

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Entre la niebla

Se despertó rápidamente, como todos los días se levantó, abrió la ventana, dejando que ese frio aire de madrugada le diera de lleno en el rostro.

No era de esos tipos que amaban levantarse temprano, pero se estaba haciendo costumbre despertarse a esa hora, para poder preparar la comida del días, tanto desayuno y almuerzo y dejar listo todos los ingredientes para la cena…

Salió de la habitación con pasos ligeros, porque no quería que su compañera de apartamento se despertara, pero, al notar que esta estaba roncando no se preocupó en despertarla…

Caminó hacia la cocina, encendió las luces y contempló el lavabo completamente lleno de platos sucios, que tedio le daba ver que su compañera no se comprometiera en ayudar con la limpieza…

Lavó los platos, mientras pequeñas imágenes del día anterior pasaban frente a él… —Si seré tonto, salí a comprar algo de carne y por conversar con esa chica olvidé por completo el encargo— ahora, sin carne para cocinar, tenía que forzar a su creativa mente, para ver cómo podía suplirla.

Buscó a ver si había tofu, pero no, la refrigeradora estaba repleta de verduras y frutas. Así que pensó que hacer una tarta podría solucionar el futuro reclamo de su amiga.

Así que comenzó a preparar el horno y los ingredientes, una tarta de manzana y canela sería más que suficiente, ahora el problema era el tiempo, que estaba en su contra y el hecho que aunque todo lo que cocinaba era sabroso, a la hora de hacer repostería y pastelería dejaba la cocina hecha un desastre…

—Esa chica del parque me trajo problemas nada más…— se dijo en sus adentros —Si la vuelvo a ver en el parque la molestaré más—

Pese a que estaban de vacaciones, él se iba hasta el refugio de animales, ya que se había ofrecido a trabajar  allí, ya sea bañando a los perros, alimentándoles o dándoles un paseo por el parque; y no le importaba llegar a casa hasta tarde.

Sabía que sus días eran pocos, pero intentaba disfrutarlos haciendo lo que le gustaba más, ayudar animales y pasar el rato con sus amigas, Adela y Lena…

Mientras Luka batallaba con la mezcla del relleno, la pequeña Adela recién se despertaba…

Se desperezó, estirándose un poco, luego, pesadamente movió su humanidad hacia la ducha, le fascinaba bañarse con agua helada, eso le estimulaba y al mismo tiempo la despertaba, ya que el bañarse con agua caliente podría hacerla dormir en el baño.

Tomó unas prendas veraniegas para vestirse, hoy tenía planeado ir al centro comercial con Rachel y sus amigos, así que no almorzaría en casa.

Salió del cuarto, con dirección a la cocina, y encontró todo, cubierto de harina, inclusive su compañero estaba blanco como nube…

—La repostería nunca fue tu fuerte— bromeó un poco al ver todo el desastre — ¿A qué se debe el desorden?—

Luka se sacudió un poco la harina y le explicó a su amiga que se le había olvidado comprar la carne, lo que le causó risa, Luka no era tan olvidadizo como ella, algo debió distraerlo…

Niebla y  LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora