Bleu Rivière

Capítulo Cinco

El Jueves nos dirigimos a "Rouge Reveau", otro pueblo cercano a "Bleu Rivière". Era el lugar donde mis padres habían decidido mudarse luego de dejarnos la casa a Dom y a mí. Era un sitio tranquilo, con mucho verde y hermosos paisajes; su nombre se debía a que tenía una de las puestas de sol más bellas de toda Francia.

Estaba un poco ansiosa por ir allí pero no era nada en comparación con Topher, por lo que me ofrecí a manejar argumentando que así sería más rápido ya que solo yo, entre nosotros, sabia como llegar. Aparte, ya que iríamos en un solo auto aprovecharía para hacer que él cumpliera su promesa.

Los autos rápidos y ecológicos eran mi debilidad así que me moría por probar el suyo, saber a cuantos kilómetros por minuto llegaba, y por fin sentirme libre durante un rato.

Una vez que llegamos se forzó a parecer tranquilo y amistoso, pero aun notaba cierto temblor en sus manos.

_ Todo va a salir bien, estoy aquí contigo- le dije

_ Gracias

Mi madre nos esperaba en la entrada, bella como siempre con su cabello colorado y sus ojos verdes, su ropa de colores pastel y su pequeña contextura, trasmitía una paz que ni los pacientes más complicados podían resistir. Muchos decían que yo era un reflejo de mi madre pero con la fuerza y testarudez de mi padre.

_ Hola Ma, ¿Cómo esta todo?

_ Muy bien Thea, ¿Vos como estas?

_ Podría decirse que bien, un poco peleada con Dom pero ya sabes... pronto estaremos como si no hubiese pasado nada.

_ Está bien y supongo que este muchacho callado es Topher

_ Así es- dijo tímidamente- Es un placer

Topher podía parecer totalmente misterioso y algo peligroso por momentos, pero por momentos también podía parecer tierno e inofensivo. Se podía decir que era el Mr. Darcy del siglo XXI.

_ Topher ella es Caroline mi madre.

_ Adelante, pasen no se van a quedar todo el día parados en la puerta, pasen por favor- dijo mamá sonriendo de oreja a oreja como siempre.

Una vez dentro nos instalamos en el living. Era un espacio acogedor que contaba con un sillón, dos silloncitos individuales, un televisor y cuadros y flores muy bellos que complementaban la decoración.

Mamá trajo té y galletas y en lo que las probábamos llego papá.

_ Imagino que él es de quien me hablaste por teléfono- dijo con voz gruesa aparentando mal genio, habito de sus años como policía.

_ Así es

_ De acuerdo. Creo que tendremos una larga charla pero primero lo primero... ¿Cómo estas hija?- amaba como cambiaba su forma de hablar de un segundo al otro. Parecía que el solo interpretara al poli bueno y al poli malo.

_ Todo bien, con un poco de sueño nada más

_ ¿No deberías estar trabajando?

_ Cecile me dio el día libre para poder venir, por lo que a Matthew lo cuidaran sus abuelos.

_ Está bien...

_ ¿Podemos dejar el interrogatorio para después y enfocarnos en la razón por la que vinimos?

_ Claro. Puede...

_ Topher- agrego mi madre con dulzura

_ ¿Puede Topher enseñarnos algo?