A pesar de todo lo que había pasado el día anterior, pude dormir plácidamente toda la noche. Estaba tan cansada que necesitaba una noche como esa, una noche en la que no había hecho más que soñar cosas lindas. Esperaba que aquello fueran augurios de que todo iba a cambiar para bien.
Luego de pensar todo eso con los ojos cerrados y casi volviéndome a dormir abrí los ojos y me encontré a Dom sentado a la orilla de mi cama con una bandeja de desayuno.
_ Buenos días hermanita, ¿podemos hablar y desayunar sin pelearnos?
_ Buenos días- dije algo cortante, seguía enojada por lo ocurrido el día anterior- podemos intentar no hacerlo, siempre y cuando, tu prometas dejar de comportarte como un imbécil
_ Te lo prometo, no voy a volver a hacerlo. ¿Por qué no aceptas mi desayuno como una forma de pedirte perdón?
_ Mmm, ¿Qué es lo que me trajiste?
_ Té y lemon pie
_ Acepto el desayuno, siempre supiste como encantarme para que te perdonara- se que unas horas atrás había dicho que no pensaba perdonar a Dom y a ninguno de los demás tan fácil pero él era mi hermano y no podía estar mucho tiempo peleada. Lo amaba e hiciera lo que hiciera yo siempre lo iba a querer.
_ Es cierto, aunque lamento no haberlo hecho antes. Odio cuando estamos peleados.
_ Yo también
_ ¿Podrías perdonarme? No solo por cómo me he comportado desde que llegue aquí sino por olvidarme de llamarte durante mi excursión a las montañas. No sé cómo pude no percatarme de que no tenía señal, no sé cómo pude haberme inmerso tanto en el viaje que no fui capaz de mandarte aunque sea un mensaje para que supieras que estaba bien. Pero, principalmente, no sé cómo pude haber perdido tantos los estribos ayer, no me reconozco y no quiero volver a ser así. Creo que parte de mi enojo fue porque anhelaba que si te volvías a enamorar fuera de un hombre común y corriente, alguien que no tuviera nada sobrenatural. Alguien que te alejara de todo esto, y cuando te vi con Christopher me enojo que aquello no fuera a ser así. Aparte del hecho de que siempre he sido celoso de cualquiera que se te acercara...- sonaba siempre tan sincero cuando se disculpaba, no porque supiera como fingir sino porque realmente cada vez que se mandaba alguna cagada después se arrepentía e intentaba remendarlo de todas las maneras posibles
_ Claro que te perdono, siempre voy a hacerlo por más bobadas que hagas. Solo intenta no preocuparme la próxima vez, ¿sí?
_ Lo prometo
Era tan lindo cuando lo veía así, toda su coraza desaparecía conmigo y su aspecto rudo pasaba a ser inmensamente tierno. Me podía cuando era así pero tenía que ponerle los puntos.
_ Y no vuelvas a destruir la casa donde crecimos tampoco
_ Claro que no
_ Bien, bajo todos estos términos volvemos a ser hermanos como antes- ni bien dije eso Dom corrió todas las cosas que quedaban del desayuno y me abrazo tan fuerte que mi respiración se entrecorto pero no lo parte. Extrañaba tanto estar así estar con él...
Permanecimos unos minutos así y cuando nos separamos agregue algo más a nuestra conversación
_ Y Dom, no estoy enamorada y tú no tienes por qué preocuparte por con quien estoy o dejo de estar. Sé que igual vas a hacerlo pero tienes que entender que yo no voy a salir con ningún mortal corriente. Desde que te paso lo que pasó estoy inmersa en este mundo que a veces puede resultar demasiado peligroso para cualquiera. Especialmente si de humanos se trata. Jamás arrastraría a alguien a esto. No pienses que digo que tú me arrastraste a esto porque no es así, nuestros padres no saben nada de todo esto y yo podría ser como ellos pero elegí cuidarte y protegerte a ti por sobre todas las otras cosas. Y no me arrepiento de eso y nunca lo hare.
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Bleu Rivière
FantasyThea Candie es una adolescente de diecinueve años que ocupa la mayor parte de su tiempo siendo niñera pero hay cosas que no dice, hay cosas que oculta. Detalles que de a poco se irán revelando cuando un desconocido se cruce en su camino y su hermano...