Cuando llegamos al destino, me sacudieron como si fuera terremoto hasta poder despertar.
-Llegamos osito- dijo Daniel pasando sobre mi y aplastandome medio huevo haciéndome gemir de dolor.
Entonces Chanel se subió sobre mi y sentí tu intimidad sobre la mía.
Controle mi cuerpo para impedir la erección mientras ella me miraba con rostro inexpresivo y sus ojos heterocromos.
-Tienes un pene dibujado en la cara- dijo, se levantó y con su bolso se fue.
Víctor tampoco estaba.
La puta madre.
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Crónicas De Un Incomprendido
Teen FictionToda mi vida estuve aguantando las ganas de gritarle a la gente que se calle cuando hablaba a mis espaldas. Porque sabia que seria inútil, ya que seguro me tomarían por un ratoncito gritándole a un gato a punto de comerlo. Años pasaron de mi primari...