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Mi cara se deformó ante la noticia.
-Ni loco regreso a Argentina- la miré espantado.
Ella me miró y se sentó en la cama.
-Pero allí se realiza el modelaje- se la veía muy ilusionada.
-Lo siento Yael pero enserio no me gustaría volver a ese tormento...
Ella me miró y se le llenaron los ojos de lágrimas.
-Esta bien- se limpio los ojos -. Si no vienes conmigo voy sola.
La miré sorprendido y frunci el ceño.
Me paré de un golpe y me puse los vaqueros.
-¡Pues perfecto! ¡Vete!- atrapé mi remera y la pase por mi cabeza.
Ella me miró dolida mientras me ponía las zapatillas y me dirigía a la salida y la atravesaba.
Me di la vuelta para saludarla pero...
-Eres un idiota- y me cerró la puerta en la cara.

Crónicas De Un IncomprendidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora