Capítulo 13: Pequeña pasa

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Jamás lograría entender a ese tipo de chicas que estaban con un chico distinto cada semana, a veces incluso cada dos días. no es que me pareciese algo malo, simplemente mi mente no alcanzaba a comprender cómo lograban quitarse a todos sus ex de la cabeza en unas horas.

Michael volvía a ser el centro de mis pensamientos, nada de lo que hiciese era suficiente para olvidarme del tema, nada me entretenía más allá de la media hora. Su desolada expresión y sus palabras se habían convertido en un eco que revotaba constantemente en las paredes de mi cabeza.

-Connor, ¿te apetece venir a la piscina?- pregunté tras hartarme de estar tirada en el sofá mirando el techo de nuestro salón.

Como era de esperar mi hermano entró como un tornado ya con su pequeña mochila al hombro.

-¡Sí! Vámonos ya, ¡corre!- dijo mientras no paraba de dar saltos.

A veces me gustaría ir a hablar con su médico estaba casi segura de que mi hermano era un hiperactivo no diagnosticado.

Recogí mis cosas y me puse las zapatillas de deporte. Connor ya estaba en el rellano de la casa dando saltitos inquieto, como si se tratase de la primera vez que íbamos a la piscina, cerré la puerta con llave mientras mi hermano llamaba el ascensor.

No pude evitar echar una mirada furtiva hacia la puerta de Michael, esperarando, en parte, que él saliese a tirar la basura, a recoger el correo o simplemente a dar una vuelta.

Vamos, que el sea tu centro de atención no quiere decir que tú seas el suyo, ¡muévete y vete a entrenar!

Entré en el ascensor y bajamos hasta el portal, Connor salió disparado a la calle sin apenas esperar a que la puerta se abriese por completo, dejando su mochila en el suelo. La cogí y le seguí hasta salir del edificio.

-¡Último tonto!-chilló mientras echaba a correr por la calle.

-¡Eh! Eso es trampa-le contesté mientras una sonrisa se apoderaba de mi cara, al menos él si que lograba hacerme sonreír.

-¡Espero que seas más rápida en el agua!-se burló.

-¿Ah sí?-comencé a dar zancadas más largas, la mochila me golpeaba la espalda con cada movimiento y estaba completamente segura de que parecía un pato mareado corriendo, pero no me importaba.

Pasé a Connor sin apenas esfuerzo y le saqué la lengua.

-¡Abusona!-dijo entre jadeos- eres mayor que yo, eso si que es trampa

No pude evitar soltar una carcajada. Llegamos al paso de cebra que nos separaba de las instalaciones y frené en seco. Connor no tuvo tanto tiempo y su cara se estampó contra mi bolsa de deporte.

-¡Auch!-exclamó frotándose la nariz- menos mal que solo llevas ropa, podría haberme matado.

Le revolví el pelo entre risas para luego cogerla la mano y cruzar la calle.

Entramos en el edificio y nos dirigimos a los vestidores.

-¿Sabes? No necesito que me acompañes, puedo ir solo-dijo señalando hacia el vestuario de chicos antes de que yo pudiera preguntarle.

-No tenía pensado acompañarte, pero es bueno saberlo.

-Bien-dijo seriamente para, tras coger su mochila, desaparecer en su vestuario.

No pude evitar que se me escapase una risita al verle caminando tan dignamente hacia un vestuario. Pero no podía culparle, mamá seguía insistiendo en llevarle al vestuario de mujeres y en ese aspecto estaba obligada a romper una lanza a favor de mi hermano, hacía tiempo que no era un bebé y aunque siguiese siendo un crío era perfectamente comprensible que el hecho de que su madre le persiguiese por todas partes le avergonzara.

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⏰ Última actualización: Feb 11, 2016 ⏰

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To the moon (Michael Clifford 5SOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora