Capítulo 7: Marilyn y alcohol

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Apenas habíamos caminado durante cinco minutos y ya me dolían los pies, definitivamente las zapatillas de deporte eran el mejor calzado. Cada paso que daba era un auténtico suplicio, no entendía cómo mis compañeras podían usar estas cosas a diario.

Savannah no había dejado de parlotear alegramente sobre los últimos cotilleos desde que salimos de su casa; y , aunque no le hacía demasiado caso porque mi mente seguía embotada, repitiendo una y otra vez las palabras de Michael como si se tratasen de un eco ''todas las chicas quieren que su primera vez sea especial'' ¿enserio había dicho eso? De no ser por la nitidez de su voz juraría que ese recuerdo había sido obra de mi mente.

-¡Hey! ¿Me estás escuchando?

-Sí, claro-respondí de manera automática.

-Mentirosa-frunció el ceño para luego esbozar una media sonrisa pícara-tú estabas pensando en cierto vecino...

La sangre se concentró e mis mejillas haciéndolas arder ¿cuando había conseguido Savannah poderes telepáticos? Sacudí la cabeza haciendo que mi rostro quedase oculto por las ondas que formaba mi pelo.

-¡Así que tengo razón!-exclamó triunfante para luego empezar con uno de sus interrogatorios-¿qué te dijo?¿te vio así vestida?¿te...

-¡Savannah!-le dediqué una reprochadora mirada, lo que menos me apetecía era hablar sobre él.

-Anda...cuentame...-me dió un golpecito con la cadera.

Levanté la vista y vislumbré al fondo de la calle el logo de luces de neon de la Strawberry. Junto a ella había varios coches aparcados y entre ellos vislumbré la furgoneta que tan bien conocía. Se trataba de una Volkswagen Caravelle blanca con alguna que otra abolladura y el logo de 5 Seconds of Summer pintado en los laterales con pintura negra.

-Mira quien ha venido-señalé la furgoneta sin ocultar una media sonrisa. Cambiar de tema era la mejor estrategia para hacer que Savannh se olvidase de mi vecino, y Calum Hood era el indicado para ello.

Sabía perfectamente lo coladita que estaba Savannah por ese chico de apariencia asiática que tocaba el bajo en la banda, lo había visto en ocasiones rondando por el edificio; él y Michael solían quedar todas las semanas con otros dos chicos para ensayar en aquel desordenado garaje o, para desgaracia de los demás vecinos, en el salón de Michael. Michael....

Mi corazón se saltó un latido al caer en la cuenta de que si la furgoneta del grupo estaba allí sería, probablemente, porque tenían un bolo; y si tenían que tocar Michael tendría que venir, y dejaría a Connor solo. A pesar de estar completamente segura de que él no era el típico chico que asistía a esas fiestas y , a pesar de que ya me había dicho que no iría, no pude evitar ponerme nerviosa.

-¡Dios mío!-la voz de Savannah interrumpió mis pensamientos.

Me cogió del brazo obligándome a frenar en seco y mirarla.

-¿Que tal estoy?-preguntó nerviosa

 ¿Que que tal estaba? Savannah podría posar para la Vogue con una harapienta camiseta y seguiría siendo la chica más sexy que habría visto en mi vida. 

Llevaba un vestido azul eléctrico ajustado, de escote generoso y que realzaba sus vertiginosas curvas; eso por no hablar de la manera en la que resaltaba sus azulados ojos. Sí, definitivamente podría ganarse un sitio junto a las modelos de Victoria's  Secret.

-Estás perfecta-le dediqué una sincera sonrisa.

 Tras asegurarme de que había recuperado la seguridad en si misma mis pensamientos volvieron a Michael, sin pensarlo dos veces cogí el móvil y busqué su número, tuve que esperar un par de tonos antes de escuchar una respuesta.

To the moon (Michael Clifford 5SOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora