Ese tesoro llamado imaginación

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La imaginación es sin duda alguna lo que más anhelo.

De lo más insignificante él se podía inventar una historia en cuestión de millonésimas de segundo, y sin tener tanto vocabulario. Por ejemplo, si se encontraba por la calle una planta, él se imaginaba que todo lo que le rodeaba, escasos segundos antes de que el pasase por allí, era una gran extensión de prado de verde, dónde habitaban un sinfín de seres de los cuales no conocía ni su nombre.

Imaginaba con todo, con lo bueno y también con lo malo. Cuando su bisabuelo se marchó, él se imaginó que se había ido a vivir las mil y un aventuras por el mundo, viajando en un barco, con parche en el ojo y loro en su hombro. Claro que después, cuando ese niño se marchó, tuvo que hacer frente a la cruda realidad.

¿Porque los sueños de color de rosa se van tornando grises con la edad?

¡Querida niñez, como te extraño!Where stories live. Discover now