Me encanta que le estén dando una oportunidad a Nightingale y estén leyéndola cada vez más. Muchas gracias por sus comentarios y votos!
Actualicé dos días seguidos, pidan un deseo.
Sheila. x
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—Tienes que ir conmigo, llevas muchos fin de semana sin salir. —Andrea trataba de convencerme de ir a una fiesta para Halloween, no negaba que tenía ganas de divertirme desde hace muchos días.
—Es tu universidad, yo no pinto nada ahí. —me excusé, y a la vez recordando casi la misma situación anteriormente con Harry.
—No me sentiré bien si sé que te quedarás en casa, ¿si? —era tentador.
—Está bien, —suspiré dispuesta a no dar mas excusas. —iré. —dije finalmente, provocando que Andrea chille de felicidad.
La fiesta era por Halloween, pero no fue con disfraces lo cual agradecí; no me imaginaba que me hubiese obligado vestir Andrea de haber sido así. Por otro lado, la temática era blanco y negro, lo que no me tomó mucho tiempo en escoger que ponerme; tenía muchas prendas de ambos colores.
El día de la fiesta, cuando llegué al sitio donde tomaría lugar quedé sorprendida con la decoración, realmente se habían esmerado. Habían arboles artificiales de color blanco alumbrados con luces del mismo color, agregaba un aspecto iluminado y elegante al lugar.
Andrea me introdujo a su grupo de amigos, como supuse eran igual de simpáticos que ella. Poco tiempo después empezaron a beber y a hablar alrededor, así como también otros ya abrían la noche comenzando a bailar.
Balanceé mi vaso con vodka provocando que el contenido baile dentro de él. Pensé en Harry, tal vez estaba en alguna fiesta con el resto de la banda o con Audrey; él solía salir más que yo, por lo que de seguro estaba acertando en mis pensamientos.
Miré a mí alrededor, buscando encontrar alguien tan cautivador como Harry. Repasé persona tras persona, y no encontraba a alguien que capté mi atención como él lo hacía. Logré ver a un chico de rizos rubios, lindos ojos y sonrisa; pero él no era mis ojos verdes, le faltaba la esencia que le pertenecía al de rizos chocolate.
Saqué mi teléfono buscándolo entre mis contactos de whatsapp, aparecía conectado justo en ese momento. Dudé en hablarle. Estaba en una fiesta, debería estar bailando y divirtiéndome ¿cierto? Vacié mi vaso de un largo trago y me uní junto al resto con la música a todo volumen.
Realmente se sentía bien, reír y bailar sin importar el paso que estabas realizando. No sabía si era el alcohol, pero lo asociaba con mi alegría en este momento. Estaba en todos mis sentidos, solo me dio la soltura necesaria para integrarme a las personas que estaban junto a mí en este momento.
Cuando volví a la pared donde estaba apoyada hace un largo rato saqué mi teléfono para ver la hora, era cerca de las dos y media de la madrugada; sostenía otro vaso con alcohol en mi mano mientras me desplazaba por mis notificaciones. Sorprendentemente esta noche él me había escrito pocos minutos atrás.
Harry: ¿No duermes?
: Lo mismo me pregunto yo.
Harry: Estoy echado en mi cama, acabo de ver una película.
