Navidad estaba muy cerca y eso me ponía de buen humor. Yo era la que me encargaba de decorar lo mejor posible la casa e impaciente por encender las pequeñas luces, y este año no era la excepción.
Estaba planeando que hacer por las vacaciones de navidad, no eran muy largas pero lo suficiente para hacer buenos planes. Tal vez Harry y yo podríamos ir de excursión o algunas fiestas junto a Connor.
Harry. Últimamente nos habíamos visto demasiadas veces, no me quejaba en absoluto, pero aún esperaba algún cambio en nuestra casual relación ya que aún tenía la interrogante en mi cabeza ¿Estábamos saliendo?
Cuando se trataba de Harry tenía muchas interrogantes, me llenaba de dudas y teorías de los mínimos gestos o palabras que me decía. ¿Preguntarle de frente que pasaba entre nosotros? No era una opción para mí. Sabía muy bien que arriesgaba lo que sea que tenemos ahora, además de que podía escuchar las palabras ardientes de un rechazo.
Hoy era jueves, y no habíamos establecido que cada jueves iríamos al cine pero lo hemos estado haciendo las últimas veces que ya se convirtió en rutina. La mayoría de las veces íbamos a cenar después de ver la película y tomábamos el camino largo hacía mi casa, donde pasaría su brazo por mi cintura y caminaría junto a mí contándome de su día o cualquier trivialidad.
Pensé en hacer algo distinto hoy, probar un nuevo lugar para cenar o tomar otro camino. También me había comprado un suéter que sabía le gustaría. Harry era el chico con el que podías ir de comprar y te podía dar su opinión e incluso señalarte las prendas que le gustaría ver en ti.
Tomé el teléfono para acordar los planes de hoy; estaba a punto de revisar las películas que pasaban hoy y así decidir desde ahora.
Harry respondió en la otra línea tan animado como siempre.
—¿Qué harás hoy? —pregunté como siempre para esperar el típico "¿Saldrás conmigo hoy, no?"
—Iré a la casa de mi prima, esta quejándose todo el tiempo que no la visito a pesar que no vivimos muy lejos. —respondió y yo no sabía si bromeaba, aunque sabía que también podía hacer otros planes. —¿Tú que harás? —preguntó. Y yo me pensé realmente que haría.
—Pensé que iríamos al cine, —dije la verdad. —pero supongo que encontraré algo que hacer en la noche.
—Lo siento, —se disculpó. —podemos ir el sábado ¿Qué dices?
—Bien. —sonreí.
***
Regresé con el bol de palomitas de maíz y me eché en el sofá al lado de Andrea, agarré un puñado llevándolo hacia mi boca.
—Deberíamos estar afuera haciendo algo interesante, no ahogándonos en palomitas de maíz. —Ella suspiró.
—Lo sé, este día apesta.
—Te ofrecería interesantes ideas que incluyen alcohol y música, pero creo que no aceptarás.
—¿Por qué crees que no? —pregunté.
—Porque no remplazará la noche en el cine que esperabas con Harry, ¿Me equivoco?
¿Lo hacía?
No lo sabía.
Era en este momento cuando me sentía de algún modo dependiente a él, ¿Acaso yo también podía decirle que no podía porque tenía otras cosas que haces? Si lo haría, pero sé que serían cosas de suma importancia o urgencia.
¿Estaba bien pensar de ese modo?
Yo sabía la respuesta.
Cuando Harry me habló era un poco más de media noche, yo estaba viendo una de esas películas repetidas que eran clásicas en la televisión y aún volvía a ver sin problemas.
—¿No es muy tarde para llamar por teléfono? —le pregunté.
—Lo es, y tampoco suelo hablar por teléfono pero ya lo estoy haciendo ¿no? —sonreí a través de la línea.
—¿Y cómo te fue?
—Mi prima estaba con sus amigos, se olvidó mencionarme eso pero son buenas personas. Terminamos pidiendo algo para comer y supongo que bebimos un poco.
—¿Supones? —bromeé.
—Si, en realidad fue casi nada porque adivina qué.
—¿Te mareaste rápido? —dije lo primero que se me ocurrió, imagina que gracioso pudo haberle ocurrido antes de que él hablara.
—Conocí a una chica que derramó su vaso sobre mí, —él reía. —creo que lo hizo de propósito.
—¿Por qué lo crees?
—Mi prima terminó confesándome que su amiga tenía alguna especie de flechazo conmigo.
—¿Y tú que piensas de ella? —pregunté con el pulso acelerado.
Aquí estaba, aquí estaba la pequeña diferencia de lo que habíamos estado haciendo todas estas semanas. No sabía donde me encontraba, había una pequeña variación entre los dos posibles lados; aquella diferencia que me haría escuchar a continuación: "¿Acaso importa? Nosotros estamos juntos" o "Es hermosa, hablamos toda la fiesta sobre todo lo que teníamos en común"
—Es bonita, y sabía sobre las bandas de las que le hablaba. —se escuchaba encantando.
Y ya supe de que lado me encontraba.
Quizá siempre lo supe.
****
Realmente lamento la larga demora, no dejaré esta historia hasta haberla terminado :)