Capitulo 48

10.5K 622 43
                                    

¿Qué?...

Las palabras de Amy habían caído sobre mí como un balde de agua. Habían caído sobre mí como una gran sorpresa. La manera tan natural en las que las había pronunciado hacía que todo mi mundo quisiese derrumbarse de un segundo a otro. Hacía que otro montón de preguntas se abriesen en mi cabeza... Más dudas que se extendían...

Una parte de mí se sintió derrumbada... Haciendo que mi mundo se tambalease y mis piernas flaqueasen, así mismo, obligándome a mí misma a mantenerme en pie. Podía jurar que mi corazón latía con tanta fuerza que en el profundo silencio de la habitación, temía que pudiesen escucharlo.

Las lágrimas se habían acumulado en mis ojos, pero no deje que se escapasen. El impacto era tan grande que hacía que quisiese gritar en cualquier momento. Que quisiese sacar todo ese dolor que habían causado unas cuantas palabras, hacía que quisiese saber cómo fue todo realmente... ¿Qué pasaba por la cabeza de Edward?

-¿Qué?... -Las palabras abandonaron la boca de Edward cuando su estado de shock se calmó un poco.

Sin embargo, la otra parte de mi... La orgullosa, decía que esto no era real, que era solo una pesadilla y que no podíamos creer en todo lo que dijera esa chica. Quise se estaba encargando de destruir mi vida de alguna o de otra manera.

-Al parecer fue sorpresa... -Hablo la rubia una vez más-No quisiste escucharme, Edward, te dije que tenía algo muy importante que decirte.-La sonrisa satisfecha de la rubia hacía que mi odio creciera cada vez más.

Sabía que esa chica me odiaba, sabía que de alguna u otra manera, esa chica me guardaba algún rencor y una parte de ella estaba disfrutando de todo este escenario.

-Imposible.-Edward negó con la cabeza, como si la idea de creer que esa pequeña pudiese ser su hija no pudiese caber dentro de su cabeza.

No dije nada. Mis piernas actuaron por sí solas cuando salí corriendo de ahí, a corriendo escalones arriba con la mayor velocidad que pudiese. No podía seguir en ese lugar. No toleraba la idea de que todo esto estuviese pasando... No podía seguir con la idea de que cada ves que pasaba algo bueno, tenía que arruinarse de alguna otra forma.

No sabía que pensar. No sabía lo que estaba haciendo en el momento que le puse seguro a la puerta y deje que mi cuerpo se resbalase por esta. No podía escuchar con claridad los sonidos provenientes de afuera, pero juraba que la vos de Edward estaba acompañada con los pequeños golpes a la puerta de la habitación, en un intento fallido por entrar en esta.

1...

2...

3...

Tres segundos... Tres segundos pasaron cuando deje de escuchar completamente todo. Cuando mi vista comenzó a hacerse un poco borrosa y no sabía realmente si era la desesperación la que me dominaba en ese momento. No sabía quién me estaba manejando, no sabía que estaba pasando a mi alrededor y tampoco quería saberlo.

Fue entonces, cuando mi vista por fin dejo de ser borrosa. Cuando pude escuchar con claridad los golpes de la puerta provenientes del chico que ya hacia afuera de esta. Fue en ese entonces cuando me di cuenta que tenía que enfrentarlo todo. Que tenía que saber de una ves por todas la verdad. Cuando realmente me di cuenta de que si Edward me quisiese, me contaría toda su historia.

-Nicole... -Su vos por el otro lado de la puerta sonaba quebrada. Dude unos segundos cuando mi mano se posó sobre la manija, pero finalmente abrí la puerta entera, dejando que la figura del chico completa apareciese enfrente de mi. No podía mirarle a los ojos, no podía hacerlo después de pensar que probablemente me había traicionado.

-Habla... ¡Mierda, habla!-Mi vos había salido de mis labios sin pensarlo dos veces, pero la chica que ya hacía decepcionada hace unos segundos, ahora simplemente se encontraba destrozada... Rota.

-Yo... -Sus labios se abrieron para comenzar a hablar pero se cerraron inmediatamente.

-¡Habla! ¡Necesito que me expliques todo, Edward, todo! ¡Necesito saber de una puta ves por todas si realmente me amas! ¡Necesito saber la verdad!-Un par de lagrimas traicioneras se habían escapado de mis ojos sin permiso alguno, pero rápidamente las limpie sin impedirme a mí misma que me viese llorar una ves más. No cuando probablemente me estuvo ocultado muchas cosas.

-No lo sabía... Yo... -Trago duro-Yo no... -Le interrumpí.

-¿T-Te acostaste con ella?-Las palabras dolían más de lo que pudiesen, pero necesitaba saber la respuesta, aunque esta doliese.

-Cuando estábamos en la universidad-No me miró. Su mirada estaba perdida en algún otro punto de el suelo y algo más se había roto dentro de mi-Yo... No volví a verla y después... -Hizo una pausa-Ella nunca me lo dijo.

-¿Es tu hija, cierto? Tú... -Me interrumpió.

-Le hice saber que no creería en su palabra hasta tener las pruebas de ADN-Fue entonces cuando su mirada por fin se posó sobre la mía, haciendo que unas náuseas creciesen dentro de mi.

No podía culpar a la pequeña, sea como sea, esa niña no tenía anda que ver en todo esto. No tenía la culpa de absolutamente nada de lo que estaba pasando.

El coraje no se había marchado de mi, pero tampoco podía seguir así con Edward hasta estar segura de que esa pequeña era de ella.
La idea de que Edward alguna ves estuvo con Amy hacia que el dolor creciera un poco más, pero no podía hacer nada al respecto. Para ese entonces, no nos conocíamos.

No podía molestarme con Edward, alguna parte de mi insistía en que no podía hacerlo. La parte que me decía que el realmente no sabía nada acerca de la niña y que probablemente no era de él.
Pero la otra parte, esa que era rencorosa, decía que Edward lo sabía todo perfectamente, que me había ocultado esto.

-Lo siento... -Sus palabras me sacaron de mis pensamientos más rápido de lo que pensase.

-Yo... -Negué con la cabeza antes de desviar la mirada-Necesito tiempo...

No dude dos veces antes de darme la vuelta e intentar salir de aquella habitación. No podía seguir aquí, no podía seguir mirándole a los ojos con la idea de saber que probablemente lo nuestro se había arruinado o que probablemente nunca hubo un verdadero "nosotros".
Mi mano se posó en el pomo de la puerta, cuando de repente el toque de sus dedos en el antebrazo de mi brazo, el cual ya hacía libre hizo que me girase bruscamente.
Sus ojos se encontraban rojos e hinchados y no supe qué decir o cómo reaccionar cuando sus manos se posaron sobre mis hombros y su mirada se encontró con la mía.

-Lo siento... Lo siento tanto, no lo sabía... Yo... Solo,... Lo siento-Fue entonces cuando agacho la cabeza y me envolvió en un abrazo, el cual me hubiese gustado corresponder. Un abrazo en el cual no sabía que realmente hacer. El único abrazo que pudiese negarle-No hagas esto... -Su vos inundó la habitación en un ha,bidente de tensión-No me hagas esto... No me dejes.

-No eh sido yo quien ha echo esto...

-No me dejes-Me apretó un poco más cerca de él, cuando mis ojos se habían inundado completamente de lagrimas, mojando un poco la camisa de su hombro y así mismo dándome cuenta de que el mío también estaba un poco empapado.

Estaba llorando...

-No puedes hacer esto, Nicole-Hablo aún sin soltarme, con la vos quebrada y apenas en un susurro audible-Se que no tienes porque creerme, pero no lo sabía. Jamás te haría esto... Uno no puede venir y entrar en la vida de otra persona para hacer que te quiera y después simplemente salir de esta.

-No sé qué hacer ahora... -Hable en un intento de que mi vos no se quebrara.

-Prométeme que no vas a dejarme, Nicole... Solo... Promételo.

-Necesito... -Suspire profundo antes de cerrar mis ojos y apartarme poco a poco de el-Necesito tiempo...

Fue entonces cuando simplemente me di la vuelta, sin esperar respuesta de su parte y tampoco queriendo que la tuviese. Sin darme cuenta en qué momento se había ido todo realmente, sin saber si aún había algo ahí y sintiéndome culpable por todas esto, pero estaba confundida. Necesitaba aclarar mis ideas... Necesitaba alejarme de él por un rato.

Casados por compromisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora