NARRA SILVIA
Me voy corriendo al baño y me encojo en una esquina. Tenía que asimilar todo lo que acababa de pasar.
Estoy más de 10 minutos aquí sola llorando hasta que oigo unos pasos que se dirigen donde estoy. No le presto mucha atención y sigo llorando en silencio, pero es en ese momento que entra por la puerta la persona más bonita de la tierra.Ana: Silvia, cielo no me llores por favor...
Se acerca a mí y me da un cálido abrazo, cosa que me ayuda bastante.
Silvia: No puedo evitarlo Ana, he sido imbécil, he estado ciega al no darme cuenta de a quién tenía a mi lado. Ana, yo te quería y te sigo queriendo muchísimo, no hay ni un solo día en el que no pien...
No me deja terminar la frase ya que me coge la cara y junta sus labios con los míos. Echaba tanto de menos sus besos...
Estamos un buen rato así hasta que se separa, ¿por qué lo hace?Ana: Yo... Yo lo siento mucho Silvia. Me dejé llevar, no quería...
Ahora soy yo la que no la dejo acabar su frase, soy yo la que la besa como si sólo existieramos ella y yo.
Silvia: No tienes que disculparte por nada cariño.
Ana: Te quiero.
Silvia: Y yo pequeña.
Nos levantamos del suelo sin despegarnos. Queríamos llegar a más pero escuchamos que alguien nos llama.
NARRA ANA
Nos despegamos rápidamente por si viene alguien y es justo en ese momento cuando me acuerdo del por qué vine a buscar a Silvia.
Ana: ¡Ya no me acordaba! Venía a preguntarte si te venias al restaurante del hotel a cenar, vamos a ir todos.
Silvia: Preferiría que sólo estuviéramos tu y yo pero... Acepto.
Me mira con una sonrisa pícara mientras se muerde el labio inferior. Como me gusta que haga eso...
Ana: Venga vamos, nos echaran de menos.
Yo asiento y salimos del baño pero antes me da un beso rápido en los labios, me mira y me sonríe.
NARRA RUTH
Estamos esperando a Ana y Silvia para irnos todos a cenar, ¿dónde se han metido esas dos?
Pablo: Yo empiezo a tener hambre...
Edu: No te vas a morir esperándote dos minutos más.
Pablo: Si Ana no fuera tu novia seguro que no te hubieras esperado.
Edu: Estás muy equivocado Pablo.
Ruth: Vale ya chicos.
Mientras los estoy separando oímos las voces de Silvia y Ana a lo lejos y en menos de dos segundos las vemos corriendo por el pasillo.
Silvia: Sentimos llegar tarde, estábamos...
Ana: Esta loca que estaba en el jardín exterior y no había nadie que la pudiera hacer levantar de ahí.
No creo que de verdad haya pasado eso pero decido no darle importancia ya que no es asunto mío lo que hacen y dejan de hacer.
Ruth: Ahora que ya estamos todos vámonos a cenar.. ¡Qué tengo hambre!
Silvia: Pero falta Adrián, ¿no?
Falete: Que va chocho, el no viene, ha cogido la puerta y se ha ido.
Pablo: Dejémosle que haga lo que le de la gana y nosotros vámonos a cenar.
Pablo se encamina hacía mi y me coge de la mano, no se porque lo ha echo pero no se la retiro. Vamos así hasta llegar al restaurante del hotel.
NARRA EDU
Ana está caminando sola enganchada al móvil así que la cojo de la cintura y la acerco a mí dándole un dulce beso.
Edu: ¿Qué haces que estás tan concentrada en el móvil?
Ana: Los 'Zapeanders' que no paran quietos con los WhattsApps.
Edu: ¡Te deben de echar de menos mujer!
Ana: Eso ya lo se, yo a ellos también...
Edu: Mañana no irás, ¿no?
Ana: No, mañana me voy a quedar en Barcelona pero el viernes me vuelvo para Madrid.
Edu: Mejor, así podemos pasar el día juntos...
Le miro con una mirada divertida.
Ana: Emm... Bueno... Sabes que me encanta pasar tiempo contigo pero emm... Enfin... Silvia me había dicho de pasar el día juntas, ya sabes, para ponernos al día...
Edu: En ese caso... Tendré que dejarte a cargo de Silvia, aunque no se si debería confiar mucho...
Lo digo alta para que Silvia se gire y efectivamente, lo consigo. Se gira y me saca la lengua para acto seguido empezar a reír.
NARRA PABLO
Llegamos al restaurante y pedimos mesa para 8.
Cenamos entre charlas y risas, la verdad es que me lo he pasado estupendamente, son unos compañeros increíbles. Son las 24:00 más o menos cuando pedimos la primera ronda. Tengo la sensación de que hoy va a ser una noche muy larga.
Estamos todos un poco contentillos, alomejor hemos benido un poco más de la cuenta...
Ruth se me acerca y me susurra algo al oído.Ruth: Oye Pablo, yo me voy a ir yendo a la habitación, ¿me acompañas?
Me mira con una sonrisa juguetona, a lo que yo no me puedo negar.
NARRA ANA
Son las 3 de la madrugada y por el entonces sólo quedamos Edu, Silvia, Vicky y yo. He visto a Ruth y Pablo salir juntos hace unos 10 minutos y ya no han vuelto. Prefiero no imaginarme cosas.
Estoy bailando con Vicky ya que ni Edu ni Silvia pueden con sus cuerpos.Edu: Mi amor voy ya a la habitación que no puedo conmigo mismo. Cuando vuelvas no hagas mucho ruido. Te quiero.
Ana: A la orden capitán, te quiero más.
Me da un beso y sale por la puerta.
NARRA SILVIA
Veo que Edu le da un beso a Ana y no puedo evitar que se me revuelva el estómago.
Ella sigue bailando con Vicky y yo la miro embobada. Es tan preciosa. Creo que se da cuenta de que la estoy mirando ya que se acerca a mi y me da un beso en los labios.Ana: ¿Y si nosotras dos nos vamos a tu habitación? Empiezo a estar cansada...
Silvia: Cómo tu quieras nena.
Salimos del restaurante junto a Vicky, vamos hacía el ascensor. Ya en la planta nos despedimos de Vicky.
Genial, Ana y yo solas, por fin. Llegamos a la puerta de mi habitación y antes de que pueda coger la llave para abrir Ana se me abalanza.Silvia: Nena, un momento, déjame coger la llave y abrir.
Abro la puerta y las dos entramos. Cierro la puerta tras de mi y me tiro encima de Ana. Me acerca hacía ella y me agarra del culo para que suba encima suya. Pongo mis piernas alrededor de su cintura y se encamina hacía la cama. Todo esto sin dejarnos de besar ni un solo segundo.
NARRA ANA
Llegamos a la cama y tiro a Silvia en ella. La sigo besando y voy bajando. Me entretengo en su cuello mientras me voy desaciendo de su camiseta y de su sujetador. Bajo a sus pechos y los beso. Le quito los pantalones y cojo las bragas con los dientes hasta quitárselas. Llego a la zona deseada. Le empiezo a dar besos mientras Silvia dice mi nombre entre jadeos. Paro en seco y introduzco uno de mis dedos para que se sienta en el cielo.
Silvia: Ana, eres increíble...
Se da media vuelta para quedarse encima de mí, ahora es ella la que me domina.
Nos pasamos la noche entre jadeos, hasta que caímos rendidas.
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Ana Morgade y Silvia Abril, ¿amor imposible?
FanfictionAna Morgade y Silvia Abril son dos grandes amigas desde hace mucho, pero un día las cosas se torcieron y se dejaron de hablar. Ahora se van a volver a ver pero las cosas no van a salir como se esperaban...