Capítulo 18

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Busqué un lugar en donde quedarme. Por toda la ciudad, hasta que encontré un motel, me quedaré ahí hasta que descubra otro lugar.

Dejé la maleta sobre la cama de dos plazas. La habitación no era muy grande, pero era suficiente. Una cama de matrimonio, una mesa con tres sillas, mesas de noche, un baño y un lugar para guardar ropa. Era lo único que necesitaba. Vi la hora, y ya eran las 10 de la noche. Me fui a tomar un baño, y me cambie de ropa. Me puse unos jeans, una polera blanca con el símbolo de Addidas, un poleron gris, y mis zapatillas. Me acomodé mi flequillo y tome mi celular y las llaves. Salí del motel y conduje hasta un bar. Necesitaba despejarme de todo un rato.

Fui a un bar que no conocía se llamaba "El candado", un nombre no muy alentador, pero de todos modos entré. En el aire se sentía olor a marihuana, y a alcohol. Tenia puesta mi capucha, y caminé hacia la barra, habían muchas personas bailando, y me hice paso entre ellos.

-Un vaso de vodka -Dije a la mesera. Ni siquiera me fije en su aspecto.

Ella me entregó el vaso y yo le dí el dinero que pidió. Tome un trago largo, y sentía como el alcohol quemaba mi garganta. Deje el vaso me acomodé en el asiento, mi mente daba vueltas.

-Hey -Alguien me llamó, haciendome voltear -¿Puedo? -Era un chico, de pelo gris, era largo de rostro, y su tez era casi cayendo en el tono muerto. Un par de ojeras algo marcadas pesaban bajo sus ojos, los cuales de un oscuro marrón daba la impresión de que escondía algo.

Asentí suavemente con la cabeza, y el se sentó junto a mi.

-Eres nuevo por aquí, no te había visto nunca -Su voz era ronca, pero no incomodaba

-Solo vengo a despejarme un poco - El chico levantó la mano, y la mesera le dio un vaso de ron.

-Ya veo, problemas con mujeres. -Lo miré, y el estaba encendiendo un cigarro

-Nada que decir

-¡Eh! Wes, si quieres fumar, fuma en la terraza, ya sabes las reglas -La misma chica que nos había atendido le grito.

-Ya... ven sígueme, te mostraré algo interesante. -El chico se levantó y me indico con una mano que lo siguiera.

Dude un poco, pero no tenía nada que perder. Caminé atrás de el, por toda la pista, hasta un par de pasillos, hasta que por fin, logramos salir a la terraza, la cual, estaba un poco vacía.

-¿Quieres uno? -El me señalo la caja de cigarros, y sin pensar, tomé uno.

-Tranquilo, tengo mi fuego -Dije al notar que el sacaba su encendedor.

-Bien. Aun no sé tu nombre. El mio es Damian, pero me dicen Wes. ¿Cual es el tuyo?

-Louis... -Me puse el cigarro en la boca, y lo encendí.

-Louis un gusto hermano -El me extendió la mano y yo la tome.

-¡Wes! -Una voz de otro chico me sobresalto.

-¿Que pasa? -El peligris se volteo al igual que yo.

Era otro chico, no debe de ser un año mas grande que yo. Era algo bajo, pero no tanto, tenía tez blanca, no pálido como su amigo. Además tenía pecas en toda la nariz y unas cuantas en las mejillas, su pelo café era algo largo, y se lo peinaba hacia atrás, mientras que lo único que resaltaban en la oscuridad, eran sus grandes ojos azules.

-Lim, te esta buscando. -El chico se volteó a verme -Hola, soy Rocco

-Louis -Dije soplando una bocanada de humo de mi boca.

Ambos chicos se fueron, dejandome con un par de personas mas, pero ellos estaban en otras cosas.

Me apoyé en la baranda, y mi mente de nuevo comenzó a inquietarme. Y al darme cuenta, estaba casi quemándome con el cigarro, lo apagué en la misma baranda.

-Lo siento, ¿En que estabamos? -Lo miré sin respuesta alguna

-Oh, bien, mujeres -El traía un vaso con un contenido que no podría descifrar a menos que probara.

-Son todas unas putas, se creen la gran cosa, pero todas terminan o rompiendote el corazón, o rompiendote la billetera. -El se rió solo.

-Depende de cual mujer hables. -le corregí.

-Por ejemplo, mi hermano... -Buscó por la poca gente que había a alguien -Esa chica de allá, luce muy dulce sí, pero es una ¡puuuuuutaaaaa! -La chica estaba usando unos pantalones ajustados, con una blusa no muy descubierta y su rostro se veía que era buena persona.

-No lo creo. -Le dije.

-Vamos, solo mírala -Se hecho a reír.

El me tomo del brazo, y me guió hasta unas habitaciones, lo mire confundido, y el de unos cajones saco muchas cosas.

-Este es mi bar, y es uno de los mejores. Elije tu droga, yo invito.

-No me drogo... -El me miró, y volvió a soltar una carcajada

-Aún que no lo creas, todo es droga, tu estabas fumando tabaco, amigo, es droga, así que elije o elijo por ti.

Todo estaba desparramado en la cama donde estaba sentado, habían desde LCD hasta extasis.

Quería olvidar todo por un tiempo, así que por una noche, no estará nada mal. Tomé una tableta de LSD.

-Uhhh hermano, para empezar en esto deberías tomar algo mas suave.

-Hoy quiero olvidar.

-Si es lo que quieres, ¡vamos con esto!

El sacó unos guantes y me dijo que sacara la lengua, lo que le hice caso. Me dio un pequeño cuadro, y me dijo que lo pusiera bajo mi lengua.

Mientras la tableta se disolvia, miré como este chico, sacaba un poco de cocaina, y la aspiraba.

Yo estaba ya en momentos en los cuales no sabes que pasa.

-Hermano, esto es perfecto -Escuche su risa lejana.

-Ya lo creo -Le devolví una risa.

Estábamos divirtiéndonos como nunca y el de la nada dijo que tenía que ir al baño, yo me quedé sentado, o estirado en la cama, no estoy seguro, pero solo sé, que era como volar.

Tatuaje (Louis y tu) *Hot*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora