Capítulo 28

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Estabamos sentados mientras escuchábamos las premiaciones, lamentablemente -para mi- a Abel le había tocado la misma mesa que a nosotros. No era muy agradable ver como Abel de vez en cuando le susurraba cosas al oido a _____, y después ella soltaba una risa.

Yo intentaba ignorarlos hablando con el señor que tenia a mi lado. El era un tatuador de hace muchos años, no solía venir a las galas o premiaciones de tatuajes, las encontraba como una perdida de tiempo. Pero vino a esta, porqué pronto se retiraría del trabajo, ya que se jubilaria. Hablábamos sobre esos tatuajes horribles que se hacen las personas. El me contó que una vez se borró un tatuaje, y que dolía como mil demonios.

-El láser te quema la piel, y sientes como si te pusieran directamente con un sable.

-A mi me han gustado todos los tatuajes que me he hecho, no me arrepiento de ninguno.

-¿Te tatuas tu mismo?, o alguien mas lo hace por ti.

-Algunos son hechos por mi, pero la mayoría no, ya que no alcanzo esa parte del cuerpo, y no logro verla bien. No querría dejarme una letra chueca, o algo mal hecho.

-Te creo, yo los de la mano y brazos los he hecho yo, pero los de la espalda y la cara, no.

De la nada, las luces se apagaron, y en el escenario, una mujer de cabello canoso, delgada, y con un vestido largo, negro y brilloso, caminaba, con unos papeles en la mano, al centro, donde se encontraba el micrófono.

-Buenas noches, damas y caballeros. Hoy rendiremos honores a algunos de nuestros tatuadores mas reconocidos, y a otros, que no tanto, pero por au calidad de trabajo y esfuerzo, el mundo debería conocerlos. Hoy, la señorita Morgana Elton, dará el comienzo a esta seremonia.

Y ahí estaba de nuevo, esa mujer, delgada y alta, con sus ojos verdez que llamaban a pecar.

-Buenas noches a todos -Su voz se escuchaba relajada, y misteriosa. -Los tatuajes son una forma hermosa de expresarse, el dolor que proviene de las agujas, vale la pena para ver las bellas figuras que te dejan impregnada en la piel. Los colores explosivos o curvas fantásticas, triangulos, y toda clase y tipo de formas que llaman la atención de muchos. Esta noche no solo premiaremos a los que sean mas votados, si no que también, premiaremos a todos los grandes tatuadores que no están aquí, pero, darían todo por estar aquí. Comenzando con...

Sentía una mirada en mi, nervioso y cohibido, miré hacia un lado, y ahí estaba la chica que esa noche me acompañaba, con sus ojos electrizantes, y labios carnosos que me volvían loco. Y me recordé que hoy le diría, nada mas, tendría que vivir con la pesadez de que no podré poseer ese cuerpo de nuevo. Pero, ella volteó, sus ojos ahora se fijaron en Abel, que estaba al lado suyo, mirando al escenario, mientras que ella lo miraba. No sabia muy bien lo que intentaba hacer, me sentía molesto, no me gustaba que lo estuviera viendo así.

No sé de que estoy hablando, tal vez el vino ya estaba haciendo efecto en mi, pero no había tomando tanto, ¿O si?. Miré de nuevo al escenario, y un hombre robusto, de piel morena, se acercaba a Morgana, mientras que ella sostenía un trofeo plateado, el cual tenía forma de unas alas y una maquina de tatuar entre ellas. Se lo entregó, al parecer el había ganado algo, que no presté atención.

Miré de nuevo a _____, ella ahora estaba sola, Abel se había ido, y yo, aprovechando que ya no estaba ese, me acerqué a ella.

-¿Como la estas pasando, linda? -Dije bebiendo un poco mas de la copa que ya estaba casi vacía delante mio.

-Bastante bien tengo que decir. No me esperaba nada de esto.

-Tal como veo, te has hecho muy amiga de Abel... -Terminé de beber el poco contenido de la copa, y la dejé en su lugar, pronto algún mozo la retiraría y me daría otra.

-Si, es agradable, ¿Y tú?, con Esa chica. -Indicó con su cabeza a Morgana, que estaba dandole otro premio a alguien mas que no me importó mucho.

-¿Morgana? No lo creo, solo estaba hablandome de negocios.

-Ya veo. -Ella bebió un poco de su bebida, según ella, hoy no quería beber nada con alcohol.

-¿Y Abel? -Dije para cortar la tensión entre ambos.

-No lo sé, dijo que volvió enseguida. De seguro su padre lo necesitaba.

-O su vejiga... -Ella soltó una carcajada, que llamo la atención de varios que estaban al rededor nuestro.

-Eres un tonto -Se enderezó y me miró a los ojos. Como buscando algo en ellos.

-¿Por contarte que loa chicos también vamos a mear? -Le contesté sin descaro, y ella se limitó a sonreír.

-No, por ser celoso. -Quede desconcertado, ¿Celoso?, ¿Yo?

-¿Perdón? -La miré y ella soltó una pequeña risa.

-Si tus ojos fueran una ametralladora, Abel estaría en el suelo sangrando y con orificios hechos por balas atravesados por su cuerpo.

-No estoy celoso.

-¿A no? -Ella sonrió con maldad y perversidad, me dio miedo por un segundo. -Entonces no te molestará si... -Ella se acercó a mi oreja y me susurró -Si tal vez dejo que me desnude y me haga suya en el baño... -Se alejó y me miró mordiéndose el labio.

Ella se levantó, y camino hacia la dirección de los baños, moviendo sus caderas, y provocandome a seguirla.

No iba a dejar que él la tocara, pero, si sentía hervir la sangre al imaginar a ____ gritando de placer por alguien que no fuera yo. Pero, ella no es nada mio, y yo no soy nada de ella, y se suponía que hoy yo le iba a decir que basta, no mas sexo, besos, celoso, nada de nada. Pero al parecer, algo esta saliendo.

¿Por qué estoy caminando hacia los baños, con una copa de vino en la mano?, espero que ella siga teniendo ganas de pecar por aquí.

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Tatuaje (Louis y tu) *Hot*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora