YOU ~ Michael Clifford ~

XIV

Desperté gracias al sonido más desagradable del mundo, eso que hacen los parlantes cuando un cable esta mal conectado o algo por el estilo. 

-¡Maldición Calum!- escuché gritar a Ashton desde abajo- ¡arregla eso!- insistió ya que el molestó ruido no paraba.

Deben estar ensayando.

Me di vuelta en la cama de Michael y el no estaba, mis sospechas eran ciertas. 

Oh por dios Sophie.

Unas mariposas empezaron a recorrer mi estomago al recordar lo sucedido la noche anterior, la mezcla entre pasión y deseo que sentí fue inigualable. No me reconozco, no era virgen, pero nunca me había comportado de esa manera con nadie, tan atrevida. ¿No es increíble?, ¿no es increíble como alguien te puede convertir en otra persona, otra persona que no conocías, pero que te encanta ser?

Levanté las sabanas para ver si tenía algo puesto, y no, seguía completamente desnuda. Me sonroje al instante. Extendí mi brazo para tomar la polera de The Clash que había quedado a los pies de la cama, y cuando la saqué me encontré con mis bragas, justo debajo de ella. Luego de ponerme eso me levanté y decidí ponerme mis short, aun que sea para tenerlos debajo,  no saldría sólo con la polera de Michael sabiendo que en esta casa también viven los chicos.

Tomé mi cabello en un moño y salí de la habitación para ver si mi perra estaba en la habitación de Calum y Luke, pero no estaba ahí, entonces bajé.

-Chicos iré a ver a Sophie- dijo Michael cuando yo iba en el primer escalón de la escalera, a lo cual paré.

  -¡Hoy se te ve muy contento Clifford!- gritó Ashton entre risas.  

-¿La "cliffordconda" tuvo acción anoche?- dijo Luke con voz de pervertido.

¿La "cliffordconda"?

-Yo escuché unos sonidos sospechosos, ¿cierto Cartu?- dijo Calum.

-Calum no mientas, escuchaba tus ronquidos desde mi habitación.

-Te admiro- escuché a Luke y no pude evitar reir.

-Son unos idiotas- rió Michael.

Escuche que la puerta de la sala de ensayo se abrió y luego se cerró seguida de unos pasos.

-Hey- le dijé cuando llegó a mi.

-Hey- me dió un corto beso. Que lindo.- pensé que aún dormías.

-Pues no- respondí abrazando su cuello ya que debido al escalón nuestras alturas se igualaron.

-Sabes- rodeó mi cintura- te vez muy tierna durmiendo- sonrió tiernamente- no creas que soy un psicópata, pero te miré dormir un buen rato antes de bajar a ensayar.

Espero no haber estado babeando.

- ¿Y si creo que eres un psicópata?

-Bueno, anoche tuviste sexo con este psicópata, ¿te arrepientes?- me miró pícaro.

Me acerqué a su oreja y la bese suavemente.

-Para nada- susurré.

¿Que haces Sophie?

-Quieres matarme- Michael me miró a los ojos y rió- ¿desayuno?

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

"-Lia, tranquila, llego en cinco".

Llamada finalizada.

-¿Que pasó?- preguntó Michael con la misma expresión expectante que los chicos.

-La madre de Lia, la llevaron al hospital- respondí parándome de la mesa.

-¿Que tiene la madre de Lia?- dijo Calum.

-Luego les cuento, debo correr- dije subiendo.

Tire la camiseta de Michael lejos y me vestí.

-¿Pueden cuidar a la Cartulina?- pregunté una vez abajo

-Claro- respondieron los chicos.

-Tu omelet quedo muy bueno- dijo Ashton levantando su pulgar.

-Gracias- sonreí abriendo la puerta. Michael corrió hacia mi.

-Te espero, llámame cuando llegues o tengas noticias, o si quieres que vaya- hizo una pausa y acarició mi mejilla- conduce con cuidado.

-Eres toda una mamá- lo besé y corrí a mi auto.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Abrí la puerta de la sala de urgencias del hospital y lo primero que vi fue la indiscutible figura de mi mejor amiga tirada al final de pasillo, aparentemente llorando. 

Dios.

-¡Lia!- corrí hacia ella y sentí muchas miradas en mi.

-Sophie- sollozó mientras se paraba.

-Tranquila- la abracé lo mas fuerte que pude y ella sólo lloró- hey- la miré- ¿por que estas aquí?, es mejor que nos sentemos allá- apunté las sillas.

-Mi padre dijo que la llevaron ahí y no ha salido nadie a dar una misera noticia en una hora, yo sólo llevo aquí media- hizo una pausa- estaba en casa y mi papá me llamó y dijo que viniera urgente al hospital- comenzó a llorar denuevo.

-Lia vamos a sentarnos.

Llegamos a unos asientos y yo fui por un chocolate para ella, necesitaba algo dulce. Se lo entregué y busque con la mirada al señor Wint.

-¿Que ocurrió?- le dije sentándome a su lado.

Negó con la cabeza y vi como una lágrima se deslizaba por su mejilla.

Haces las peores preguntas Sophie Jones. 

-Vamos donde Lia- le dije y acaricié su espalda.

Caminamos en dirección de mi mejor amiga y allí estaba, con los ojos ultra hinchados, mirando al vacío con el chocolate en las manos y sentada como indio encima del asiento. Completamente destrozada.

Paso una hora en la cual ninguno de los tres habló, ni una palabra.

-¿Familiares de Rosie Wint?- salió un doctor por la puerta del final del pasillo donde encontré a Lia. Los tres nos paramos, pero ellos corrieron hacia el.

Vi como el señor Wint abrazaba a Lia por los hombros y luego como ellos le agradecían al doctor.

-Deberá quedarse aquí- dijo Lia al llegar.

-¿Esta bien?

-Según el doctor esta estable, pero el recomendó que se quedara esta semana aquí, ante cualquier eventualidad- explico el señor Wint.

Salimos del hospital y el sol estaba radiante, había un día completamente despejado. Lia miró el cielo, se quedó callada, pero sabía que estaba pensando algo. Puso las manos en su cintura y negó con la cabeza.

-Puedes ser un hijo de puta cuando quieres.