Capitulo 9

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- Quiero ser tu mascota. - dijo, sujetando mis manos y mirándome fijo. 

- ¡¿Qué?! - sorprendida. - Estas súper raro desde que te... hice eso. - dije. 

Me miro con cara de perrito lastimado y apretó más mis manos, acercándose un poco más.

- ¿No? - dijo con un hilo de voz. 

- Si es para que me bromees o pasar vergüenza, olvida te... te voy a golpear y nunca querrás estar cerca de mí. - dije seca y me solté. 

- Te hablo de enserio. ¿Tu perro de la habitación? - dijo caminando detrás de mí.

- Ni te me acerques, no te conozco ni en el colegio ni en casa. - dí pasos más rápidos y largos. 

Camine las dos cuadras que quedan para mi casa, me acerque al portón y al abrirlo, me toma del hombro y agitado, me voltea. 

- En casa... ¿Puede ser? - esperanzado. 

- No, nada. ¿Tan complicado es para tu cerebro? - me acordé de aquello y le devolví su oración. 

Me voltee brusco y entre, cerrándole la puerta principal en su cara y reí. Tiré mi mochila en el suelo y en el unicentó, dije regrese. Entre a la cocina a buscar algo para comer. Vi unas galletas y las agarre junto con un vaso de leche bien fría, aunque estemos en Invierno. Me siento en mi lugar y veo pasar a Harry por la puerta, una y tras otra.

¿Por qué quiere ser mi mascota? Seguro es una apuesta o algo. Para hacerme pasar vergüenza o una broma pesada, por lo que le hice, seguro. Podía sacar provecho a esta oportunidad, pero... vamos a hacer que se arrepienta por pedirme ser su dueña. Espere a que vuelva a pasar y cuando lo hice, lo llame.

- Harry ¡Ven! - dije y paró. Se acerco al marco de la puerta. - ¿Por qué quieres que sea tu dueña? - dije, mientras espero la respuesta. No me contestó. - Esta bien, voy a ser tu dueña. Mañana iremos de compras para ti, ya que necesitas cosas decentes como mascota. Ya que es sábado, aprovechemos, a pasar. - le guiñe un ojo y me levante del asiento. 

- Si... - con un brillo en sus ojos ¿O son los anteojos?

Comencé a reírme y pare en el marco, delante de él. Le toque el cuello y me acerque a su oído, con cuidado de no tocarlo mucho, seria algo horrible. 

- Debes actuar tal cual, como una. - mientras me aleje y me puse detrás de él. 

- Si, ama... - pausó y se volteo. - Guau. - sonrío. 

Lo toqué, toqué al maldito nerd. Corrí al baño y sacándome todo a medio camino, entre. Ahora que caigo, no esta mi madre ni Harry(S). No había traído ropa para cambiarme, entonces tendré que buscar a mi habitación. Salí de la bañera y me envolví con la toalla. Salí y temblé del frío, así que, me apure a ir a mi habitación. Fui despacio a mi habitación, para no caerme feo.

Llegue y abrí la puerta, allí lo vi a Harry acomodando sus pertenencias, en el sitió que no contenía mis cosas. Harry se volteo a verme y fue para atrás sorprendido y chocando con la pared, sus ojos grandes, con la boca abierta y sonrojado. Me observe en el espejo y la toalla bien apegada a mi cuerpo, completamente mojada y las gotas recorriendo mi cuerpo y mi pelo corto, pegado a mi cara y cuello como una enredadera.

Me acerqué al ropero y Harry comenzó a ponerse nervioso, tirándose a mi cama. Saqué unas prendas y las deje caer en mi cama, busque ropa interior y luego también deje caer en mi cama. Harry se levanto y toco mis prendas, las vio y salío corriendo de la habitación. Pobre, creó que lo traume. Me seque y vestí rapido. 

Baje a buscarlo a Harry... no lo encuentro por ningún lado de la casa. ¿Me pase? Pero no sabía que el se encontraba allí y yo solo hice lo común, de por tantos años. Salí a la calle y hay está, sentado en el cordón de la vereda.

Quiero ser tu mascotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora