Capítulo-4 El pintor y la dama

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Durante la tarde Hendrix salió a pasearse por el edificio, le encantaba la arquitectura y la decoración de tal lugar. En su recorrido se encontró con Arsenín:

-Hola, Hendrix. ¿Paseando?

-Sí un, poco.

Arsenín se acerco a Hendrix y juntos apreciaron una pintura de un paramo gris y traste que no hacía juego para nada con el resto de la decoración.

-Tiene un significado- dijo Arsenín.

-¿Perdón?- Hendrix no parecía entender.

-Sí, un significado, por eso es que la pintura está ahí.

-¿Ah, sí?, ¿Y cuál es?-Hendrix parecía estar interesado en tal significado.

-Te diré algo, la señorita Zinaida guarda muchos secretos, pero a veces nos cuenta uno que otro. Cada pintura aquí tiene una historia y esta no es la excepción: Esta pintura fue un regalo para la señorita de parte de su padre...

"Hace ya 5 años un pintor muerto de hambre llegó un noche de tormenta diciendo que a cambio de refugio y comida él le daría cualquier pintura. El padre de Zinaida, el señor Vladímir Stepanov, era un hombre bastante comprensivo, así que aceptó el trato y le pidió esta pintura. Pero... en la mañana se dieron cuenta que el pintor ya no estaba, se había robado el collar de rubíes de la señora Stepanov. Y el padre, muerto de rabia tras perder la reliquia más importante de su fallecida esposa, se dispuso a incendiar el cuadro, fue entonces cuando su hija lo detuvo, y le pidió la pintura como un obsequio, cuatro años después, la pintura fue colgada, ya que el padre no quería ver esa pintura jamás.

-Nosotros-prosiguió Arsenín- pensamos que Zinaida no puede tenerle rencor a ese pintor, tal vez robó por necesidad y no por codicia. Si te fijas bien, puedes ver el dolor del pintor en su trabajo, seguramente estaba devastado. ¿No cree?

-Sí, así parece...

-Pero ahí no termina la historia, porque hace unos meses el collar volvió a aparecer completamente intacto.

-¿Entonces fue devuelto?

-Sí. Más tiempo después nos enteramos que el pintor había muerto, nadie sabe de qué, él murió antes de que el collar regresara. Pero la señorita nunca lo usa. Es extraño ¿no cree?

-Tal vez porque nunca le fue obsequiado, como si aún fuera de su madre... en cierta forma es comprensible. Y respecto a que fue devuelto, es posible que haya sido la última voluntad del pintor fallecido.

Y dicho esto, Hendrix se fue, dejando pensando a su acompañante.

Mientras Abey fue con Pavel para hablar sobre algunos asuntos.

-Pasa, por favor- le decía Pavel abriendo la puerta para dejar entrar a Abey-.Estás en tu casa.

-Gracias-.fue la respuesta de Abey; tranquilo y con una sonrisa en el rostro.

Ambos se sentaron en un par de butacas junto a la ventana, y tomaron té sobre una pequeña y fina mesa de madera.

-Y cuéntame, Abey-le decía el hombre-¿Cuáles son tus intereses?

-¿Qué tipo de intereses?

-Oh, ya sabes, pasatiempos, metas, gustos...

-Ah. Pues me encanta pelear con algún buen propósito, soy bueno con los golpes aunque no me gusta la violencia.

-Eso suena un poco irónico, ¿no crees?

-Sí, tal vez, pero cuando es necesario supongo que es necesario.

GotovyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora