MI IDIOTA FAVORITO(Terminada)

Cap. 2: Sin asistente... de nuevo

PDV de Aiden

Escuchaba como Marcos discutía con Rose, mi ahora ex asistente. A menos que Marcos la convenciera.

La puerta que daba a mi piscina se abrió y por ahí entro un nada
feliz Marcos Riff.

Renunció. — Agrego sin ganas—

Bien, no la había convencido.

Lo mire con una sonrisa y él me aniquilo con la mirada.

¡Duran menos que tus novias! —Comparó él, frustrado— Y no pensé que sería posible.

Era cierto, estaba involucrado en relaciones que apenas y llegaban al mes.

Rompes mi corazón...—Dije y él rodó los ojos—

Hablo enserio Aiden, necesitas una asistente, yo no puedo hacer todo el trabajo.

Yo asentí, en esa parte, Marcos si tenía razón.

No es mi intención. —Le hice saber— es que contratas siempre a chicas muy serias o muy sexys.

Marcos me dio una mirada de ¿Enserio Aiden? En su versión sarcástica.

Aiden la vez que te pedí que eligieras a tú asistente, contrastaste a una stripper. —Me recordó sin poder evitar reírse— Y odio admitirlo, pero fue la que más duró.

Marcos se sentó al frente mío y yo lo miré confundido.

Creo que deberíamos contratar a un varón, ¿qué te parece? —Sugirió—

-¡Ni de coña! —Agregue— La última vez que contrataste a uno, todo terminó en juicio.

-¡Le rompiste la nariz! —Me recordó— 

-Hey Marcos, ese idiota siempre me daba órdenes. —Contraataqué—

-Era su trabajo! —Gritó frustrado—

Bufé molesto. ¡No quería un hombre como asistente! ¡Qué maldito horror!

-De todas formas, tiene que ser mujer. —Hable seriamente—
-¡Te has acostado con todas tus asistentes! — Me volvió a recordar— Has provocado cuatro divorcios.

Me eche a reír y Marcos quería ahorcarme, su mirada me lo decía.

Bien, no estaba orgulloso de eso, ¿pero cómo iba yo a saber que eran casadas?
¡Jamas vi un solo anillo! Bueno, a excepción de Mónica, pero ella era demasiado ardiente.

-No me acosté con Rose. —Dije orgulloso—
-Era lesbiana—me aclaro—

Me encogí de hombros, restándole importancia, ese no era obstáculo, es que renuncio muy rápido, y no me dio tiempo de coquetearle.

Ese no era el punto. —Agregue—
¡Tienes razón! —Me apoyo a lo que lo mire confundido— ¡No tienes autocontrol!
¡Tengo mucho autocontrol! —Le di la contra—
Bien Aiden, entonces demuéstramelo. —Dijo con una sonrisa—

Yo fruncí el ceño.

¡Había caído en su trampa!

-¡Será un placer! —Agregue con mi orgullo intacto—
-¡Perfecto! —Agregó con una sonrisa victoriosa—

Se levantó de su sitio y luego se giró y aun con esa sonrisa, habló:

-Yo elegiré a tu nueva y última asistente. —Lo mire confundido y él lo noto— Si Aiden, dije última, después de ella no habrá otra. — Bien, ahora estaba aterrado— si la obligas a renunciar con tus infantiles coqueteos, te harás cargo tú solo de todas las cosas que se supone que tendría que hacer ella y ¡Hablo enserio!