Promitto Perdere

7. Gracias a ti

Gracias a ti aprendí a amar, aprendí lo que es luchar por alguien, lo que es quererte, lo que significa tú felicidad a la mía.

Nuestra relación sin duda fue un cuento de hadas, algo precioso, insuperable, mucho tiempo a tu lado rodeado de recuerdos.

Aquél veintinueve de diciembre donde te atreviste, te lanzaste, ése momento crucial cambió mi vida.

Por mucho cuento de hadas que parezca éste pequeño capítulo de mí vida lo cierto es que no existe como tal cuento, no existe como tal fantasía, sólo existe como un simple recuerdo.

Siendo realista no te odio, aun que debería me dicen, debería llamarte zorra, debería llamarte puta y reírme de ti a tus espaldas, suena de cobardes.

No soy un cobarde y por eso no te odio, por eso te doy las gracias, ya que gracias a ti, he aprendido a ser mejor persona, he aprendido más que mil consejos, he aprendido más que mil textos de Facebook. Gracias a ti me sé querer.

Aún recuerdo cuando me prometías volver, con tus palabras dijiste llena de seguridad '' Volveré '' no hace falta que vuelvas, sigue tú camino yo ya he elegido el mío, éste es mi camino mi camino hacia la felicidad acompañado de ella, y no eres ni serás tú.

Me enseñaste que mi vida no es la peor, hace falta más de un piercing en el labio para esconder tu lado tierno, tu lado bueno, tu verdadero ser.

Yo fui y seré el único en conocerte, ya que nadie te conoce ni lo hará, yo fui el único en decirte te amo mirándote a los ojos mientras tu sonreías por ser algo nuevo, algo especial, supongo.

El cuento de hadas, la relación perfecta y todas las demás ilusiones se queman como si de simple papel se tratase, te das cuenta del mutuo daño, un daño por igual, te haces fuerte y decides hacerme fuerte, decides por ti misma retomar tú camino lleno de falsas sonrisas esperando al chico adecuado.

Nunca pensé que alguien podría superarte. Nunca pensé que volvería a enamorarme, no pensé que volverían aquellas mariposas asesinas que una vez tú me hiciste sentir. Me he mentido a mi mismo cuando decía -¡Nunca más! y me doy cuenta, nunca se ha convertido en un siempre acompañado de ella.

Lo volveré a intentar, siempre acompañado de ella, pero ella ya no eres tú y nunca más lo serás.

-Gracias.