La Guerra Entre Las Almas Gemelas

Auto maldito

El señor Campbell, mi padre y mi hermano pescaban, mientras que las mujeres, espetó yo, hacían sandwichs, y yo estaba caminado hacia el bosque, el bosque no era demasiado grande, terminaba en otro lago, me fui s sentar en un tronco grande, escuche las pisadas de alguien más.
- ¿Que haces tan sola? - dijo Jirafa 2.0
- Nada, y tu ¿que haces aquí? - dije y un bostezo salió de mí. - ¿no deberías estar pescando botas con tu padre y mi hermano?
- No, odio pescar - dijo mirando el lago - cuando era pequeño mi padre me clavo el anzuelo en la nariz, fue doloroso y por eso no me gusta, tengo miedo de que eso vuelva a suceder.
- Entonces jamás pesques conmigo.
- ¿porque? - dijo alejándose de mi
- Porque yo le he enganchado el anzuelo a mi hermano - dije sonriendo - y porque te odio, y si existieran los juegos del hambre patrocinaría a quienes te quisieran matar.
- Bueno y si los extraterrestres vinieran, y hubiera cinco olas, llevaría muchos pájaros a tu casa en la tercera ola. - le pegue y se callo del trocó.
Se fue a mirar el lago, si tocó el agua cristalina.
- ¿te quieres meter? - dijo sacándose su campera gris - El agua esta perfecta.
- Estamos lejos, y además no traje bikini - le informe.
- Y pues mete te así, sería un arco verte en bikini - se cruzó de brazos
Me saque los zapatos y fui corriendo, lo tire al lago, y en un segundo ya no lo ví más, comencé asustarme, tube que meterme al lago, yo no sabía nadar, lo ví flotando y boca abajo, lo tire del pelo hasta la orilla, le di unas cachetadas, tenía que hacer algo que no quería, respiración boca a boca, mí boca se acercaba a la suya, lentamente, mire sus ojos y de repente el pendejo me escupió agua en la cara
- Haha - de reía a carcajadas.
- No es gracioso, estupido - me grite, mientras me lavaba la cara.
- No es para tanto - al lavarme la cara sin querer agarre una piedra pequeña filosa y me la clave en la mejilla, grite un poquito - a ver.
Miró donde se clavo la mini piedra, me la sacó y sacó una servilleta limpia del bolsillo de su campera y la paso lentamente, sacó una curita de su bolsillo, ¿que se cree Mary Poppins?.
- ¿Tienes a los One Direccion en tu bolsillo? - le dije con cara de pocos amigos - sólo digo.
- No pero tengo, - metió su mano en el bolsillo - unos chicles sin abrir, un mini peine
- espera, espera, espera - le baje le mano y dije - ¿un peine?
- Un mini... Peine.
Nos volvimos a donde estaban nuestros padres y mi padre estaba arreglando el motor de nuestro auto.
- Papá ¿que paso? - le pregunte.
- El maldito auto - grito enojado - siempre lo mismo.
- Tenderemos que alquilar una casa - comentó mi madre, a mi padre
- si mejor - mi padre se sentó en el suelo.
Acompañe a mí madre a la casa y mi padre empujaba el auto con mi hermano, y él señor Campbell.
La casa que nos dieron estaba cerca de el hermoso lago, los Campbell se fueron. Se hizo de noche y me tenía que ir a dormir.
Estoy caminando por el pasillo del colegio, en el salón esta Jack, el me toma la mano, toca mi rostro suavemente, mis labios se acercan a los suyos, estamos a dos centímetros de distancia «¡AH!» grite y pegue un salto fuera de la cama, fui corriendo a el baño para lavarme la boca, que asco casi beso a masca tuercas, sólo tengo lavarme la boca y todo pasará, todo estará bien Gi, tengo que acordarme que lo odio, no dejaba de decirme eso, no quiero ser su todo, quiero ser la nada del espárrago con ojos de marrones claros que tanto me gus..., me pegue una cachetada, al día siguiente me olvide del asunto.
Al llegar a mi casa fui corriendo y tome mi celular y lo abrazñ e, si ya se es de locos hacerlo.
Subí a mi cuarto y me recoste en mi cama, pude escuchar a Marciano y a Jirafa 2.0 hablar.
- Sabes lo que siento por ti – dijo Marciano llorando – Lo lamento. - le tocó la mano a Jirafa, ay que romántico, pero asqueroso a la vez
- Sacame la mano – dijo con tono de voz algo afeminado.
Yo me acerque a la ventana para escuchar y Jirafa me vio y cerro la puerta del balcón.