— ¿Que te pondrás hoy para la reunión de Emily? —pregunto Sarah.
Había despertado y Sarah no dejaba de preguntar eso.
—Sarah después veo eso —dije.
—Ya pues dime —dijo como una niña pequeña.
—Emily me dijo que iba a ser un almuerzo en el jardín de su casa —dije.
—Creo que iré también —dijo Sarah.
—Ya sé que te invito ella —dije sonriendo.
Me miro confundida.
—Me llamo hoy temprano —aclare.
—Bueno si y... —la interrumpí.
—A los tres nos invitó —dije.
— ¡Si! —chillo ella.
—Ya casi es hora —dije y entre al baño.
Salí y Sarah guardaba un bikini en un bolso.
—Me voy a cambiar —avise para que se retire.
—Pues cámbiate —dijo.
Rodé los ojos.
Saque ropa interior, un short negro y un polo blanco con encaje.
Me puse la ropa y mi cabello lo deje suelto.
—Listo bajemos —dije.
Sarah me miraba y sonreía como psicópata.
Me sentó en la cama y saco maquillaje de su bolso. Empezó a maquillarme y por ultimo coloco unos lentes de sol.
—Ahora si vamos —rodé los ojos y sonreí.
En el auto inundaba música de One Direction. Sarah cantaba a todo pulmón.
—Listo llegamos —sonreí.
La casa era grande y con bordes blancos.
— ¡Chicos! —grito Emily.
—Hola —dijimos al mismo tiempo.
—Vengan síganme —sonreí.
Asentimos.
Pasamos la vuelta al jardín y estaba la mamá y papá de Emily.
—Hola Xime. Te vez hermosa —dijo su mamá abrazándome.
—Gracias —me ruborice.
—Hola jóvenes siéntense —dijo su papá.
—Gracias —sonrió.
En el patio había una piscina y banquitos a su alrededor.
—Chicos tenemos que irnos —dijeron los padres de Emily.
—Tenemos una reunión de trabajo que surgió ahora —explicó su papá.
—No se preocupen es un gusto verlos —dije y sonreí.
—Gracias. Los queremos. —dijeron y salieron.
Estábamos sentados mis hermanos y yo y Emily.
— ¿Podemos entrar a la piscina? —pregunto Sarah emocionada.
—Por supuesto vamos —respondió Emily.
Las dos entraron a casa.
— Listo —dijeron salieron de la casa.
Sarah tenía un bikini blanco y el de Emily era un enterizo color negro. Las dos se lanzaron al agua.
—Se nota que te gusta Emily —le dije a Kendall.
Se ruborizo.
—Tal vez. Pero no se fijaría en alguien como yo —lanzo un suspiro.
—Eres lindo y carismático. Se fijaría en ti —sonrió.
—Iré a la piscina —se sacó su ropa y entro en bóxer.
El timbre de la casa sonó y me dispuse a abrir la puerta.
Entre a la casa y corrí a la puerta para abrir. Tome el pomo y alguien abrió la puerta golpeándome y produciendo que me caiga.
Abrieron la puerta y un chico castaño de ojos azules me miraba sorprendido.
—Perdón por la demora— decía alguien al entrar.
Lo vi, era el chico de la escuela, castaño y ojos que no sabía si eran grises o azules.
Los dos me miraban raro hasta que caí en cuenta que estaba caída en el suelo. Me levante rápido y ruborizada.
—Hola —dije.
—Hola soy Samuel Cooper. Hermano de Emily —dijo el primer chico.
Si él era su hermano. El otro era su ¿primo?
—Un gusto —murmure.
Pasaron delante de mí los dos y los seguí con la cabeza abajo. No me di cuenta y choque con algo otra vez. Era un cuerpo.
—Soy Cristhofer Smith. —dijo el segundo chico.
—Ximena Adams. Un gusto —musite.
—Puedes irte —dijo él.
La mire confundida.
—Haz hecho un buen trabajo. La casa se ve hermosa. Y ahora fuera —dijo frio.
—Yo no me iré —dije.
Este tipo estaba loco. No podía venir y hablarme así.
—Lárgate sirvienta tonta —espeto enojado.
Eso sí que lastimo y sentía mis ojos arder. Iba a llorar y no sería delante de alguien así. Abrí la puerta de la casa y corrí a cualquier lugar cerca de allí.
Divise un parque y fui allí corriendo.
Seré desaliñada pero no sirvienta.
Sentía que las lágrimas caían y caían cuando llegue a un asiento apartado.
Seguí sentada en el parque, no sabía si regresar o intentar llegar a mi casa. Sentí a alguien a mi lado y vi a una chica bajita con pecas y cabello castaño.
—Hola ¿Cómo estás? —pregunto.
La observe, su rostro mostraba preocupación.
—Hola, bien creo —susurre.
—Soy Samantha —sonreí— Puedes contarme que paso —dije.
Fue raro contarle a alguien que no conocía todo lo sucedido en mi vida. Al final de haber contado todo ella me abrazo, sentía que unía cada pedazo que las personas rompieron dejando un corazón lastimado.
—Gracias —dije.
—No es nada. En clases tal vez te vea. Cuídate.
Samantha se veía una gran chica, transmitía confianza y seguridad a pesar de ser más baja que yo.
Sonreí.
Entre a casa y vi a mis padres mirando una película.
—Hola mami y papi
—Hola Xime, ¿Tus hermanos? —pregunto papá.
—Me vine con una amiga —dije —Iré a mi habitación —asintió.
Subí y entre rápido a mi habitación. Me metí bajo las sabanas y Lobito se subió.
— Descansa lindo —lo acaricie.
Lobito aulló en respuesta.

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De Nerd A ¿POPULAR?
RandomCambiar siempre es bueno, algo beneficioso para Ximena Adams.