De Nerd A ¿POPULAR?

Capitulo 13

*Narra Cristhofer*

Había llevado a Xime a mi departamento y recordé que le debía una explicación sobre Zoey y pedirle perdón.

−Xime tengo que explicarte algo –dije.

Me miro, sus ojos estaban rojos y su cabello despeinado. Estaba hermosa.

−No me debes explicaciones Cristh −susurro.

−Las debo Xime, ella te trato mal. ¿Me dejas darte la explicación? −pregunte y asintió.

−Zoey vino para negociar sobre mi hermana −dije y abrió sus ojos.

− ¡¿Tienes una hermana?! −dijo sorprendida.

*Narra Ximena*

¿Él tenía una hermana? Eso no me lo esperaba. Esperaba que era su p*rr* de una noche pero no para negociar.

−Zoey la amenazaba y bueno sabía lo que ella iba a querer pero si sucedía eso la iba a tener que drogar −dijo y reí.

Es algo tan tonto drogar a alguien.

−Eso no me la creo −dije entre risas.

− ¿Porque? −pregunto.

−Eres popular, no tanto como yo, pero igual popular. Te has de haber acostado con millones de chicas −dije.

Negó con la cabeza.

−No me acuesto con cualquiera −dijo.

−Eso no me lo esperaba de alguien popular −sonreí− Es algo tierno −admití.

− ¿Sabías que Samantha es... −lo interrumpí.

−Si −dije.

No sabía que Samantha ya había terminado con Theo por estar con él. Creo que eso me dolió.

−Qué bueno que ya sabes y así evitamos confusiones −suspiro.

Sentía que mi corazón dolía y no sabía ni porque. Trate de ignorar ese dolor y fingir que estoy bien.

−Sí, ella es una chica grandiosa y merece mucho amor. No la lastimes y si termino con Theo por ti a sacrificado mucho −susurre y baje la mirada.

− ¿Que has dicho? −pregunto.

−Que si Samantha dejo a Theo por ti, no la hagas sufrir −dije y lo mire.

Me miraba con un brillo no sé si es de ira o de querer reírse de mí.

−Samantha es mi hermana −dijo.

¡Auch! Eso fue un balde de agua fría.

− ¿Que? −dije.

No me lo creía eso.

−Es mi hermana y no sabía que estaba con Theo −dijo.

¡Ay santa madre! Metí la pata. Debí de haberme caído de pequeña.

−No lo mates. Es un buen chico, ama a tu hermana y ella también−dije entre sus brazos.

De nervios me había lanzado encima de él. ¡Mátenme!

Me rodeo entre sus brazos y beso mi frente.

−No lo matare pequeña −susurro en mi oído.

Me tense, su voz estaba ronca y admito que sonó sexi.

−Tengo hambre −dije.

−Vamos a la cafetería −dijo.

Fruncí el ceño.