1995 [Larry Stylinson.] PAUSADA.

10.

Narrador: Omnisciente.

Tiempo actual: 1995.

Los primeros rayos de sol era lo único que alumbraba la habitación de hotel donde los jóvenes, sin darse cuenta, cometieron el acto de amor más hermoso y verdadero. Se entregaron el uno al otro, se convirtieron en uno.

Ambos se encontraban durmiendo abrazados, Harry sostenía de la cintura a Louis como si no quisiera dejarlo ir nunca, mientras que el de menor estatura dormía plácidamente sobre el pecho del mayor.

Narrador: Louis.

Intenté moverme, pero algo no me dejaba, más bien, alguien. Antes de desesperarme, intenté recordar algo de la noche anterior.

Recuerdo haber salido con Nancy.

Luego perseguir una limusina. ¡La limusina de Harry!

Entrar al club.

Perder a Nancy.

Hablar con alguien... ¡Harry!

Abrí mis ojos inmediatamente, lo primero que vi fue unas paredes blancas adornadas con carísimos cuadros, obviamente esta no era mi habitación de hotel. En una mesita de centro, estaban esparcidos algunos cuantos dolares, botellas de alcohol y polvo blanco, seguramente alguna droga.

Intenté salir de la cama sin despertar a Harry, mi trasero dolía demasiado. Busqué un reloj, siete y diecinueve a.m marcaba uno. Aún es temprano.

Me dediqué unos cuantos minutos en solo observar a Harry dormir. Es todo lo que alguna vez soñé, realmente no sé cómo haré para dejarlo aquí y seguir con mi vida como si esto nunca hubiera pasado.

Pensar en eso hacía que mi corazón se rompiera un poco. Una vez que pruebas a Harry Styles no quieres dejarlo ir, es como una droga. Sabes que te hace mal pero aún sigues consumiendola hasta que esta acabe contigo y cuando quieres alejarte, ya es demasiado tarde porque has caído muy profundo como para salir.

Eso es Harry Styles, la droga más adictiva que pudiera existir y sólo lo más afortunados lo han probado. Y sí, me siento afortunado.

Paso unos minutos más viéndolo dormir tan tranquilamente, parece un ángel irradiando amor, paz y fragilidad. Con un suspiro, recorro la habitación intentando encontrar mis prendas.

Quince minutos después estoy arreglado, con todo el dolor del mundo, me acerco a Harry para decirle adiós. Un adiós silencioso y doloroso de mi parte. Sabiendo que esto nunca debió pasar entre nosotros y que para él sólo fui alguien de una noche. Cuando para mí esto significó el mundo entero.

- Adiós Harry, gracias por la mejor noche de mi jodida vida. - Dije mientras acaricié su rostro, él sonrió entre sueños.