Obsesiones Enfermizas

4. Fiesta

*Viernes por la noche*

La verdad es que estoy muy nerviosa, he decidido ir a la fiesta de Christine, pero, ¡coño! ¿Por qué es que estaré tan nerviosa? ¿Es que nunca he ido a una fiesta de Tine? Realmente creo que era por eso, justamente por que sí había ido a algún par de ellas y sabía como era que se ponían, la última vez que estuve en una, todas las chicas estaban como locas bailando sobre las mesas, y algunas sin playera.

Tal vez parezca estúpido, pero lo que más me preocupa esta noche es no saber que vestido es el que voy a ponerme.

-¿Cuál crees que es mejor? -le envío un mensaje a Kathe con una imagen adjunta de dos vestidos.

-Mira, creo que deberías ponerte el que sea, de igual manera, no creo que dure toda la noche Jajaja -me contesta en un mensaje, yo ruedo los ojos.

La verdad es que ahora que lo mencionaba, sí, hacía mucho que yo no tenía alguna relación sexual con un hombre, la última fue hace como dos años y fue con un chico el cuál me gustaba mucho pero terminó yéndose a estudiar a Italia, así que esa fue como su despedida.

Decidí escoger un vestido negro, algo pequeño, para ser sincera, con lentejuela en colores oro y café. Era perfecto, tacones negros en charol y cabello suelto, con un maquillaje algo cargado, me había visualizado.

***

Ya era sábado por la mañana y decidí marcarle a Ian, para ver que hacía y como era que estaba preparándose para la dichosa fiesta.

-Hola Aghlae -escuché su voz tras el teléfono.

-Hola guapo, ¿Cómo es que va tu día?

-Aquí, preparando algo el cuerpo para lo que pueda pasar esta noche, ya sabes... -ríe.

-Sí, no es necesaria la explicación -y río con él- te veo más tarde, necesito empezar a arreglarme, si no, no acabo nunca. I love you, te veo más tarde en mi casa.

-Claro que sí linda -dice y cuelga enseguida.

Ok, manos a la obra. Es momento de empezar a pintar este óleo en blanco, me sitio enfrente del espejo y empiezo por planchar mi cabello castaño, luego de eso, empiezo ahora sí con el maquillaje, y no es por nada, pero cuando termino, estoy hecha una obra de arte.

***

-Hola amores -saludo a Ian y a Kathe abriendo la puerta de mi casa.

-Estás hecha una diosa -contesta Kathe sorprendida, abrazándome y besándome en la mejilla.

-Wow, si fuera hetero, te daría duro y sin parar justo ahora -bromea Ian viéndome de arriba hacia abajo, también sorprendido.

La verdad es que nunca me arreglo tan seguido de una manera tan obvia, pero ¡joder! me siento genial.

-Jajaja ustedes no se quedan atrás, me encantan, pero ahora vámonos que no nos producimos tanto para nada -les guiño un ojo.

.

Ya estamos en la fiesta y todo se ve genial, la casa súper grande con luces alrededor de ella, algo de aperitivos y sobre todo, mucho, pero mucho alcohol. Todos están bailando en ambiente y yo no soy la excepción.

Empiezo a mover mis caderas y mi cintura, de un lado hacia otro con movimientos sexys, me encanta que todos se queden boquiabiertos porque, bueno, no es lo usual que esté arriba de una mesa en segundos bailando como una verdadera profesional.

Horas después cuando empezó la electrónica decidí pasar a sentarme, porque a decir verdad, mis piernas ya no aguantaban mucho después del espectáculo que había hecho.

Estaba sola, tomando un trago y viendo como los demás se divertían.

-Hola, ¿cansada? -escucho una voz al lado de mi.

Era un chico verdaderamente guapo, con una sonrisa hermosa y unos ojos azules-grises realmente bonitos. Rubio y alto.

-Un poco...la verdad es que sí -le sonreí con un poco de timidez.

-Estuviste genial allí arriba -sonríe-se ve que disfrutas de la vida y que no le temes a eso.

-Algo así -le contesté sin saber que decir, la verdad es que estaba aturdida de tan guapo hombre que tenía a mi lado.

Hizo cierto suspiro algo divertido, como queriendo reír un poco.

-Soy Adam -me tendió su mano.

-Aghlae -contesté estrechando su varonil mano.

-Supongo que eres amiga de mi prima Christine.

-Algo así, vamos en la misma universidad, es una persona muy linda y amable -le contesto sonriendo.

-Se nota que tu también lo eres -me mira con suavidad y yo me derrito ante su voz que es tan varonil y que moja mis bragas.

-Gracias, pero tal vez deberías conocerme antes de decir eso, suelo ser ruda a veces-y es entonces cuando caigo en cuenta de tan tremenda idiotez que dije, mierda, no debí decir eso.

Él me mira divertido y con una sonrisa en su esplendor.

-Bueno, te tomo la palabra -asiente con la cabeza -tal vez deberíamos salir un día, para conocerte y ver que tan ruda puedes llegar a ser.

Levanto la mirada hacia el, más roja que un tomate y sonriendo lo observo más. Parece un poco mayor que yo, 26 tal vez, ¡vamos 5 años no son nada! y es que es tan fogosamente atractivo que no puedo negarme.

-Sí, tal vez sea una buena idea, me encantaría -contesto decidida.

-Excelente, podrías darme tu número -me tiende su celular, muy lujoso por cierto, elegante, igual que él.

-Adam, he estado buscándote por toda la casa... Ah, hola Aghlae, ¿cómo la estás pasando? -pregunta Christine con una sonrisa en su cara, acabando de entrar a la sala.

-Oh, bien, la fiesta es muy buena, me encanta; te luciste de nuevo - ella sonríe como triunfante, y le devuelvo la sonrisa.

-Que bueno que te guste -espeta feliz-Adam, recuerda que tenemos un asunto que atender -gira su mirada a Adam, el sexy hombre que acabo de conocer.

-Claro, ya vamos primita gorrosa-se burla-Aghlae, te llamo después, sigue disfrutando de la fiesta -me sonríe de una manera ladeada que me enciende.

-Seguro, hasta luego -contesto tratando de parecer tranquila, pero la verdad es que no sé que me ha pasado, me encanta ese chico, simplemente ME ENCANTA.

Hola, pues he aquí la 4 parte de la novela, espero y sea de su agrado si es que están leyéndola.