Sin ti no soy nadie ~10~

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- ¿Quieres casarte conmigo Traffy?

Lucas seguía ahí parado, esperando la respuesta de "su amor de toda la vida" sosteniendo un anillo de oro puro.
Law miraba el anillo y veía una gran diferencia entre este y el que le había regalado Kid: El del pelirrojo al mostrárselo brilló e iluminó la vista del ojeroso, y el de Lucas sólo estaba ahí, uno más de los montones.

Kid estaba ahí, prácticamente estaba temblando de la ira y la frustración que se venían encima de él. Se quería mover pero su cuerpo no respondía, no podía moverse.

- ¿Y bien guapo? -Lucas seguía incado enfrente de Law- ¿Aceptas casarte conmigo?






No muy lejos de ahí, Mireya llevaba puesto un vestido de novia dejándole ver su figura una de las envidiables. Las personas que estaban al rededor de ella solamente la miraban con caras inexpresivas. Algunos rumoreaban, otros la apuntaban. Pero a ella no le importaba; lo que le importaba era llevar el acta de matrimonio que tenía en la mano.

- Sólo falta que él firme. -hablaba por su móvil mientras que caminaba a una velocidad rápida- Y seremos los esposos que el destino nos tiene preparado... Tendremos cuatro hijos. ¡Estoy emocionada!

La rubia seguía corriendo hasta que no muy lejos vio la casa de Kid. Corrió a todo cayéndosele una corona de plata que tenia en la cabeza. No le importó y siguió corriendo.

- ¡Eustass...! -dijo la mujer apenas entrando a la casa del mencionado- ¡...Casate conmigo!

El pelirrojo, al verla, cambio su rostro de ira a desesperación.
La mujer se le abalanzó encima y le dio un bolígrafo y el acta que cerraría su casamiento con la rubia.

- ¡Tendramos nuestros cuatro hijos que algún día nos prometimos!

Mientras este acto seguía. Lucas se levantó y le puso el anillo a Law, y le besó. El ojeroso apretaba con tanta fuerza los ojos, como si no quisiera volver a despertar de la realidad. Kid los miró y gritó levantándose haciendo a un lado a la mujer y apartar de un puñetazo a Lucas.

- Law... ¿Esto escojes?

- Claro que si maldito -lucas le gritaba levantándose del piso y deteniéndose el sangrado de la nariz- él ya no te ama... Me ama a mí, adoptaremos a nuestras dos niñas... Vittoria y América. ¿Recuerdas Traffy?

- Esto... ¿Es lo que quieres?

Law tomo a Kid lo más fuerte de su cuello y le besó cerrando los ojos. Su lengua entró en la cavidad bucal del mayor. Kid le rodeó por la cintura y profundizó el beso. Los esposos seguían besándose y los ex sólo miraban desconcertados. Mireya les lanzo el ramo de rosas blancas pero no hizo resultado. Kid las tomó y se arrodillo frente a Law.

- ¿Quieres seguir casado conmigo?

- Si Eustass-ya... Quiero seguir casado contigo.

Sonriendo lo volvió a besar. La rubia se puso en medio de ellos, separándolos de tan acaramelado beso que se daban.

- ¡Eso no se va a poder! -ella habló casi gritando y riendo como una psicópata- ¡Firmaste Eustass! Aunque no quisiste lo firmaste... Forcejear con alguien que bajó la guardia por completo no se mueve... Y me di la libertad de tomar tu mano y firmarlo yo. ¡Somos esposos Eustass Kid! Vamos a nuestra casa -remata la palabra "nuestra" y suaviza la voz al final- vamos querido...

La mujer llama a dos hombres y estos aparecen. Van tras de Kid y lo sacan de su casa a la fuerza. El ojeroso impactado va corriendo hasta la puerta. Unas lagrimas salían de sus ojos.

- Eustass-ya... ¡Sin ti no soy nadie! -empezó a gritar al ver que a su marido le subían a la fuerza al auto de la mujer que había llegado en un par de minutos- Te amo... Te amo tanto... ¡Eustass-ya, no me dejes!

El moreno cayó al piso derrumbado y según él derrotado. Al fin le habían quitado lo que le daba motivos para seguir con vida.
En tiempos pasados sus padres no le habían dado el permiso formal de casarse con Kid. Él aún así se casó, porque le amaba y estaba seguro de lo que sentía por aquel chico de cabello rojo. Esos dientes que mostraba al ver aquel hombre moreno iluminada por esa felicidad que se sentían mutuamente.

Seguía ahí, tirado en el piso de la calle. Llorando de tristeza y nostalgia. Hasta que sus ojos se fueron cerrando poco a poco.
Solamente sintió un cuerpo fornido levantarlo y entrar a la casa.

- Eustass-ya...

Era de noche. Law había despertado en su cama, alguien se había tomado la molestia en llevarlo hasta aquí.
La puerta se abre y deja ver a un delgado rubio y un fornido de cabello verde.
Sanji había traído una bandeja con alimento nutritivo y un vaso de agua, mientras que Zoro traía consigo ropa limpia y una toalla negra de baño.

- ¿Cómo te sientes Law? -Sanji preguntó haciéndole un ademán a Zoro de que lo sentara para comer- te desmayaste por cinco horas Law... Necesitas comer algo.

- ¿Q-que hora es? -preguntó algo aturdido- Roronoa-ya...

- Las diez en punto.

El ojeroso sin decir más empezó a comer y beber lo que Sanji le había traído. Al momento en que término se derrumbó en su cama y empezó a llorar. La pareja sólo le abrazaron sin decir nada.

- Duerme Law... Necesitas dormir y mañana arreglaremos las cosas entre tú y Kid... ¿Te vas a divorciar de él?

- Yo lo amo... Y sé que también me ama. Le doy exactamente cinco días para que vuelva conmigo.

El rubio sonrió- descansa Law... Estoy seguro que volverá... -ve a Zoro y este le sonríe acariciándole el cabello- nos iremos... Mañana en la mañana volveremos.

Estos se fueron y dejaron solo al ojeroso. Este no tardó mucho en conciliar el sueño.

Y así pasó durante los cuatro días siguientes. La pareja se hacia cargo de Law. Hasta que este podía ya hacerse las cosas por sí solo.
El quinto día por la mañana. Law almorzaba con Zoro y con Sanji. Hasta que alguien abre la puerta con brusquedad.
El moreno al ver quien era derrama su café que reposaba en la mesa ahora regado en parte de donde estaba y el piso. No le importó y siguió corriendo hasta taclear al recién llegado.

- ¡Eustass-ya!

No se levantó y empezó a llenarle de besos por toda la cara. Lloraba, pero ahora de felicidad. De emoción al saber que lo escogió a él y sólo a él.

Law ayudó a levantar a Kid. Y ya de pie siguieron unidos en un abrazo.

- Te tengo algo Trafalgar...

El pelirrojo saca de un morral que llevaba consigo una carpeta de color amarillo. Ahí, saca lo que es una copia de los papeles del divorsio y una orden de alejamiento.

- Ni Mireya ni Lucas podrán acercarse a nosotros a más de treinta kilómetros mi amor. Y a los tres días después me divorcie de ella. Sólo puedo estar contigo. Y a ella no la amo, sólo te amo a ti Trafalgar.

Los enamorados se besan. Y miran somrientes a Zoro y Sanji. Estos sonríen y despidiéndose se van dejando solos al pelirrojo y al moreno.

- Te amo...

Se besaron uniendo sus manos.

- Trafalgar, ¿Quieres ir a adoptar a nuestra futura hija?

El ojeroso asintió y abrazados fueron a un centro en adopción.





The End.

Sin ti no soy nadie (KidLaw)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora