Debía seguir y perdonar sus engaños,y soportar el dolor de sus mentiras. Terminamos con promesas rotas y palabras vacías. Con miseria y reemplazo a donde quiera que fuéramos.
Él había terminado con todas las cosas buenas que existían, había arrebatado una parte de mi vida con todas esas despedidas a medias.
Había jugado conmigo, y enterrado cada parte de nuestro pasado, en un lugar en el que ni siquiera le importaba cuanto daño pudiera hacerme, para poder vengar y lastimar a otras personas por mi.
Él era un monstruo, que alguna vez me había amado y me perdí en el punto donde repugnar ese sentimiento se convirtió en la misión de su vida.
Donde el placer de hacer sufrir a los demás era más fuerte que su propio sentido humano.
Y no sabia que seguir luchando por él iba a ser lo más idiota que estaba haciendo, que estar lejos de él, iba a a ser lo mejor que pude haber echo, que despreciarlo sería la mejor decisión de mi vida, pero lo único que yo hice, fue amar lo que el olvidaba.