El hombro de acero

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Severus Snape abrazaba a la joven Lily Luna que sollozaba contra su pecho.

-Lo lamento tanto, Sev. He sido muy egoísta.

-Tranquila, pequeña. Yo he tenido gran parte de culpa.

-Nooo. He sido yo...Tú sólo has sido sensato.

-¿Damos un paseo y hablamos?

La pelirroja asintió con una sonrisa y ambos echaron a andar por el castillo.

Mientras tanto en la enfermería, Albus Dumbledore, Minerva McGonagall y Poppy Pomfrey se encargaban de reponer el desmembrado hombro de Albus Severus.

-Me temo que la poción crece células no sirve con este tipo de magia, Dumbledore-dijo la enfermera.-Las heridas han cicatrizado, pero la parte perdida de carne no puede regenerarse.

-¿Qué podemos hacer?-dijo Minerva.

-Cirugía-dijo Dumbledore.

-Pero Albus, eso es muy complicado.

-Lily puede hacerlo-dijo Albus Severus.-Y usted madam Pomfrey y el profesor Snape pueden ayudarla.

-De acuerdo, iré a buscar a ambos para ponerles al corriente.-dijo el director sonriendo.

Severus y Lily paseaban y hablaban por los jardines.

-¿Sabes algo de Scorpius?-preguntó la pelirroja.

-Ni idea, hace mucho que no tengo noticias de los Malfoy. ¿Por qué?

-Ya sabes que estuvimos saliendo...La cosa no terminó muy bien.

-Las relaciones son complicadas. Es difícil hallar a la persona adecuada.

-Bueno, mira tú y Hermione. Sois un matrimonio feliz-dijo la chica con una sonrisa forzada.

-Yo no estaría tan seguro-respondió él con decepción.

Lily Luna le miró con curiosidad y quiso preguntar, pero apareció el anciano director con noticias para ambos.

-Severus, señorita Potter. Necesitamos hacer una intervención a Albus Severus para recuperar su hombro perdido.

El pocionista y la chica se miraron preocupados. Asintieron con la cabeza y siguieron al director hacia la enfermería. Lily decidió guardar sus preguntas a Sev para otro momento.

En la enfermería, se encargó de reunir todo el material posible para unas condiciones asépticas y adecuadas para la intervención quirúrgica a su hermano.

-Vaya, Lily, nunca te había visto en acción-sonrió Albus Severus viendo a su hermana.

-Quizás sea porque cuando te fuiste de aquí yo seguía estudiando hermanito.

La sonrisa de la boca del joven Potter se borró. Eso no pasó desapercibido para Severus quien se acercó a él de manera instintiva y la revolvió el pelo. El joven le miró y por unos segundos, el pocionista pudo ver ese brillo en los ojos que le recordaba al niño que le conquistó un día.

-Profesor Snape, ¿ate las manos y pies del paciente?

Ambos pelinegros miraron a la pelirroja con confusión. Ella sonrió.

-Tranquilos. Es una operación sin poción anestésica y es dolorosa. Lo mejor es que no corramos riesgos de que te muevas, Albus.

Severus Snape hizo lo que le dijo y apretó las muñecas y tobillos del joven con unas cintas de retención.

La operación dio comienzo con una pelirroja medimaga muy concentrada en cada paso, una Pomfrey ayudando y asintiendo y un Severus Snape agarrando la mano del muchacho.

-Ahhhhhh

Los ojos de Albus desbordaban lágrimas de dolor. Estaba empapado en sudor, mientras su hermana procedía a acoplarle una prótesis de acero en el hombro.

-Tranquilo...Respira

Tanto dolor le hizo recordar momentos oscuros. Una joven muchacha atravesó los recuerdos de su mente con mucha intensidad. Pelo rubio, piel clara y ojos claros. Era la viva imagen de la belleza...

-¡HAZ QUE PARE!-chilló Albus Severus.

La pelirroja hizo caso omiso a su hermano y continuó. Estaba acostumbrada a todo tipo de delirios.

-Agghh, vuelve...por favor

-¿Quién tiene que volver?-preguntó el pocionista.

-Sev, no le sigas la corriente, no sirve de nada.-dijo la medimaga mientras seguía concentrada en su trabajo.

-Perdóname...yo...lo siento...no pude-lloraba Albus hablando a sus memorias.

Severus Snape le miraba preocupado. No pudo evitar sentir un escalofrío y acordarse de Lily Evans. Miró a Lily Luna y por un momento creyó ver a su Lily...sonrió y se maldijo para volver a la realidad.

-ENYAAAA-gritó Albus Severus aterrorizando a todos los que se encontraban en la enfermería incluyendo a su hermana que tuvo que parar unos segundos para no equivocarse en sus movimientos.

Albus Severus perdió la consciencia y su hermana pudo terminar la operación con éxito. Había sido corta, pero intensa. Severus se encontraba al lado de la cama del joven mirándole preocupado. Dirigió su mirada unos segundos a la pelirroja.

-Has hecho un trabajo magnífico.

-Gracias, Sev. Voy a salir a tomar el aire, ¿me acompañas?

-Prefiero quedarme aquí. Creo que tu hermano está peor de lo que pensaba.

-Oh, Sev, no hagas caso a lo que ha dicho. Cuando se entra en delirio se es capaz de decir cualquier barbaridad o tontería.

-En cualquier caso, prefiero esperar aquí a que despierte. Ya hablaremos, ¿si?

Ella afirmó con la cabeza y salió de la enfermería algo decepcionada con la pregunta de hacía unas horas en la cabeza.

El pocionista miraba con cariño y dolor al joven Potter. ¿Qué le había ocurrido durante todos esos años fuera? ¿Quién era esa tal Enya?

Los ojos del joven se fueron abriendo lentamente e intentó incorporarse.

-Hazme el favor de no moverte Potter. No estás en tu mejor momento físico.

Los ojos verde esmeralda buscaron auxilio en los azabaches.

-Severus...necesito tu ayuda.

-Sabes que te ayudaré en todo cuanto necesites, pero deberás contarme todo con pelos y señales.

Albus Severus asintió e instintivamente miró su hombro. Ya no había piel, ni carne...En ese lugar había una placa de acero que cubría toda la zona del hombro empalmando con el brazo.

-Tu hermana ha hecho un magnífico trabajo.

-Sí, veo que es buena en su trabajo. ¿Habló contigo?

-No sabía que tuvieses que estar al tanto de las conversaciones que tengo con tu hermana.

-Sé perfectamente qué ocurre, Severus. Sólo intento que no te haga daño ni se lo haga a sí misma.

-No tienes por qué preocuparte. Tengo muy claras las cosas y ella también.

-Yo no estaría tan seguro...El amor hace perder la cabeza.

-¿Lo dices por experiencia? ¿Enya tal vez?

Con esa pregunta los ojos negros del pocionista se enfrentaron a los verdes del hombre del hombro de acero.

Continuará...

Severus Snape conoce a Albus Severus Potter 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora