- Esto es aburrido - se quejaba Ashton por decimosexta vez desde que llegó hace 5 minutos, mientras no paraba de dar vueltas al rededor mía, incordiandome como siempre.
- Oh, por dios, Ash. Para de una maldita vez. - Paré el anime (Owari no Seraph), que estaba viendo para girar y verlo a los ojos. - Te dije esta mañana que no me apetecía salir y que hoy iba a ser día entero de anime. ¿O no me echas cuenta en la universidad? - Ash se comenzó a rascar la cabeza. - Vaya, ¡genial! Mi novio le echa más cuenta a sus amigos cuando le estoy hablando que a mi.
Bufé y volví a girarme y darle al play al video. Ash salió de la habitación y por fin pude volver a la tranquilidad y concentrarme en ese maravilloso anime que me tenía en velo. Pero poco después volvió a entrar, esta vez con una taza entre sus manos.
- Anda, no te enfades conmigo - hizo un puchero y me tendió la taza, resultó que me había preparado un cappuccino de caramelo. Owwws, pero que mono. No pude evitar sonreír. Ahora entenderéis porqué estoy tan enamorada de este chico.
Lo cogí y tomé un pequeño sorbo de él. Hice un gesto para que se sentara a mi lado, y así hizo. - Si me dejas terminar el capítulo, salgo. - Le sonreí. Ash asintió efusivamente y me dejó concentrarme los últimos 10 minutos.
Nada más acabar, apagué el portátil y Ashton se tiró sobre mi haciéndome cosquillas, logrando que de una patada accidental cayera la poca bebida que quedaba sobre el suelo y sobre nosotros.
- ¡MI CAFÉ! - Me puse demasiado melodramática, lo sé. Rápidamente fui por la fregona y quité los restos de la bebida. - Gracias, mi amor, me ayudas tanto que cómo no enamorarme de ti - dije sarcásticamente una vez puse la fregona en su lugar. Iba a contestar pero lo corté. - Por cierto, parece que te hubieras hecho pis.
Señalé la gran mancha que tenía en los pantalones y comencé a reír. Le escuché decir algo como 'Ah, ¿si?' Me cogió como un saco de patatas y me llevó hasta la ducha, mojándome completamente.
- ¿Y ahora qué? - alzó una ceja. - ¿Me tendrás encarcelada en la ducha por meterme contigo? - Sonrió peligrosamente.
- No es mala idea. - Me acercó a él. Me acerqué a su oído, di un pequeño mordisco en su lóbulo y le dije - Me voy, idiota.
Y me escabullí de allí en busca de algo seco, riendo. A ver como se las apañaría con la ropa.
No sé, me apetecía escribir. Jejejee.
Para nada a mi me gusta el anime, para nada se me ha caído el café hoy, para nada me gusta el café (de hecho), para nada me he visto owari no seraph.. AJJAJAJJA