Escuela Militar

Parte sin título 12

 Así pasaron los días, he estado entrenando arduamente, creo que si me preguntan "¿cambarías tu pasado?" respondería- Nunca cambiaría mi pasado, porque así tuvo que ser, para forjar mi presente.

-¡Qué alegría! Por fin lo comprendiste- se sienta a mi lado Mateo- vez, al final te ha salido bien las cosas.

-Si, además recuerda que aquí moriste y volviste a nacer- me dice Esteban- eres como el ave fénix, siempre renacerás de las cenizas y sobre todo ya sabes que nadie te puede menosprecia.

-Chicos- les hablo agachando mi cabeza- lo que más me alegra es haberlos conocidos a ustedes, no sé qué habría hecho sin su ayuda en todo este tiempo, sé que no tendría por qué llorar pero me siento tan contento, es como si me hubieran sacado un gran peso de encima.

-Ya vete a dormir que mañana será la prueba final- me lanzan una almohadas a la cara y yo me caigo en mi cama, he inmediatamente se apagan las luces.

  Veo por la ventana como la luna brilla en todo su esplendor, me hipnotiza y a su vez me pierdo en el mundo de los sueños.

  A la mañana siguiente...

-Arriba que hoy es el gran día- nos despiertan, pero a decir verdad esto ya no es necesario ya que todos nos hemos acostumbrado a madrugar.

-Estas preparado Kentin- me preguntan- si...- les respondo, pero aún estoy un poco ansioso.

 Todo empezó muy deprisa, cuando menos nos dimos cuenta ya estábamos haciendo las pruebas. Lo más difícil para mí, fue la prueba en la que teníamos que mantenernos flotando con nuestros uniformes y armas.

  Hicimos carreras de metros planos, sentadillas flexiones de brazo etc.

  No fue nada fácil no les mentiré si les digo que termine medio muerto después de todo esto. Y así fue todo, no lo creo, y ahora estamos en la ceremonia de graduación, por fin volver a mí hogar, a lo lejos veo a mis padres, mi madre está llorando de la emoción y mi padre me mira con orgullo.

-Y dinos Kentin- dice Esteban- estas felíz.

-Sí.

-Pero algún día nos pasearemos por tu hogar y te daremos una sorpresa- me dice Esteban.

  Y así se alejan en medio de la multitud.

-Kentin te extrañe pequeño- mi madre me abraza.

-Volvamos a casa hijo- ciento como mi padre me da un golpe amistoso en la espalda.

  Apenas llegue a casa estaba muy nervioso, no sabía si me reconocerían.

  Además tuve que hacer el esfuerzo de convencer a mí madre de que no me volviera a hacer ese corte de tazón y de que ya no usaría mis viejos lentes. Ella me miro y dijo "mi pequeño hijo está creciendo muy rápido" ella siempre ha sido muy cariñosa.

  Decidí dar una vuelta por los alrededores. Note muchas miradas sobre mí, de inmediato me sentí escalofríos pero al girarme vi que eran unas simples chicas y al mirarlas estas se sonrojaron.

-Disculpa- me dice una joven- toma y llámame- me puso un papel con su número telefónico, valla esto nunca me había pasado antes, así seguí mi recorrido hasta llegar a mi antiguo instituto, me quede viéndolo unos instantes ya que dentro de unos días volveré a inscribirme en el.

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Gracias por haber leído este fanfic nunca pensé que lo llegarían a leer tantas personas, no saben cuanto me alegraron.

Y bien contéstenme por favor les gustaría que haga una continuación de cuando Kentin vuelve al instituto ¿sí o no?