Parte sin título 11

628 71 25
                                    


 En estos momentos es cuando desearía ser invisible, pero lo peor de todo es que estaba tan concentrado en mis pensamientos que con el grito de mi padre termine cayendo al suelo de golpe.

-Te lo puedo explicar- inmediatamente tome mi pose de defensa, para evitar cualquier ataque, por parte suya.

-No hay nada que explicar hijo mío- de repente sentí un viento helado que me estremeció- no es nada en comparación a lo que hacía tu padre en sus tiempos.

  Bajo la guardia, ya que él parase meterse en sus pensamientos, me pregunto ¿que le habrá dicho el director?

-Además ya te queda apenas dos semanas para salir de la academia- no lo creo, él a dicho lo que creo que ha dicho- viste tu padre tenía la razón al enviarte aquí.

-que rápido paso el tiempo- no sé si estar emocionado o nostálgico, es que aunque extrañe mi hogar junto a mi madre y Sucrette, también extrañare a mis compañeros y a los entrenamientos especiales.

-Tranquilo hijo ya veraz que cuando regreses todos lamentarán las burlas que te hicieron- tiene razón en ese punto- y sobre todo de seguro que impresionaras a Sucrette.

  Hablamos un rato más, después de lo que él me dijo en pece a preguntarme ¿si seguiré sintiendo lo mismo por ella?, ya que fue la única chica con la que he estado a lo largo de mis años, y ¿Qué pasaría si conozco a nuevas chicas y ellas me llegaran a gustar?

  La verdad no me abrumare con tantas preguntas que dentro de poco se contestaran por si solas.  Cuando fueron las dos de la tarde me dirigí a la cafetería, no sé qué pensar así creo que lo mejor es estar un rato a solas.

  Mientas como siento que la comida se me atasca en la garganta, nunca pensé que me encariñaría tanto con este lugar, no puedo seguir comiendo.

-¡Que ironía!... A la vida sí que le gusta jugar con las personas- digo a la nada.

-Con que el gran Kentin esta triste he- me giro y veo a Gastón.

-Mete en tus asuntos- ¿Qué quera ahora?

-Espera- me detiene- lamento haberte menospreciado.

-Como si tuvieras sentimientos, la verdad no sé si creerte- admito que me ha sorprendido.

-No la verdad es que es un modo de auto defensa, no sé si me creerás pero antes todos se burlaban de mí y bueno al final termine convirtiéndome en lo que más detestaba.

  El ase una pausa, pero la verdad noto su arrepentimiento.

-Pero cuando vi que día a día te hacías más fuerte pero nunca cambiaste, yo me sentí como basura, tan inferior... Tú lograste lo que yo no pude y en el proceso hiciste muy buenos amigos, la verdad te tenía celos.

  De cierta forma lo comprendo no lo puedo odiar por haber sido víctima de la vida.

-Te perdono- eso fue lo único que le dije, aunque fui muy seco me pregunto si estaría bien perdonar a los demás que tan malos fueron conmigo, ya que si eso no hubiera pasado yo tampoco hubiera cambiado, al parecer todo tiene un motivo.

  Pero lo que aprendí es que todo tiene su razón de ser. No sé, siento ganas de reír y llorar ¿quién diría que mi enemigo me ensañaría algo tan valioso? Cuando vuelva a mi hogar are de frente a mi pasado ya que no solo gane más confianza sino que también buenos amigos y sobre todo me he conocido a mi mismo.



Escuela MilitarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora