Travesuras caninas

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  Que flojera ciento no me quiero levantar.

  Además de que ahora los de mi grupo tenemos los días restantes libres, por que encontramos a los traficantes de blanca.

  Abro mis ojos, Mateo y Esteban siguen durmiendo y a mí se me ha ido el sueño, sigo agotado.

  No puedo seguir con mis pensamientos por un peso encima de mí, que resulta ser Yanco.

-mmm... será mejor que te de algo de comer y de paso consigo algo para mí.

  Como si él me entendiera meneo su cola.

  Me dirijo a la cafetería pero primero me cambio, iré puesto con mis pantalones nada más y mis botas, después de todo, la instalación está prácticamente vacía, bueno aunque esta el director, pero que más da.

  Abro la puerta y casi al instante Yanco sale disparado...

-¡YANCO! O no, esto no es nada bueno.

-¿Por qué tanto alboroto Kentin?- por la puerta se asomaban mis amigos.

- Yanco se ha escapado.

Al principio, pareciera de que no reaccionaban, pero de repente.

-Rápido hay que encontrarlo o nos meteremos en un gran lío- dijo Mateo.

Nos separamos los tres en busca de Yanco.

-Si fuera un perro donde estaría- me pregunte.

-Si fueras un perro estarías en la perrera por pulgoso- de repente apareció Gastón.

-Oye no tengo tiempo para ti, así que no te metas.

-Y ¿quién me obligara?

-Calladito te vez más bonito.

- Nadie me calla oíste.

-Mira quien habla, si en el campamento estuviste muerto de miedo- dije.

Pero algo más me llamo la atención, detrás de Gastón estaba Yanco quien se acercaba a una mochila, para después orinarla, mm... quien dijo que la venganza no es dulce.

Después Yanco se alejó.

-Oye Gastón ¿qué llevas en tu mochila?

-Mi ropa ¿por qué?

-Por nada- dije con mi mejor cara de póker, y de repente me aleje a toda prisa ya que si seguía allí terminaría riéndome en su cara.

Ahora ¿dónde se habrá metido Yanco? En una esquina logre ver cerca de una máquina expendedora a algo peludo y de color marrón, debe de ser Yanco.

-Ven aquí pequeño- por favor que no se escape- ven y te daré comida.

Lo atrape jejeje

-Ahora quien es el mejor.

-Un momento, estás muy liviano - lo levante a la altura de mi cara y note que no era Yanco, no definitivamente no, era una ¿peluca?

-¿Quién usaría un peluca?

  A lo lejos vi a una mancha marrón correr velozmente y detrás de esta venían Mateo y Esteban. Yo inmediatamente me aliste para la carrera y me lance directamente a la piscina de entrenamiento.

  Como todos nos lanzamos al mismo tiempo fue un solo lío y aun peor cuando me agarraron del cabello.

-Que creen que hacen- Dije con enojo ya que me agarraron muy fuerte del cabello

-Bueno creíamos que eras Yanco-dijo Esteban.

-Sí, es que tu cabello parecía ser Yanco- Mateo tenía una leve sonrisa de vergüenza.

  Bueno mi cabello es muy desordenado pero no es razón para confundirlo.

 Seguimos discutiendo un rato más hasta que.

-Firmes y atentos- escuchamos un grito he inmediatamente nos pusimos pálidos al reconocerla- Me pueden explicar que es esto- al bajar la mirada nos encontramos con Yanco mordiendo el zapato del director.

-Lo podemos explicar- dije con nerviosismo.



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