6 «Sebastian Blanco»

1.1K 35 3
                                    

Y vuelvo a esperarte una noche más, orando por que vengas a curar mi corazón, a sacarme de este infierno...

Corro desesperadamente por aquel pasillo oscuro, mi padre viene detras mio y no esta muy contento.
Las yemas de mis dedos hacen contacto con las paredes casi juntas y rasposas. Mis pies descalzos y frios, tiritan pidiendo ayuda. Mis ojos estan llenos de lagrimas y mi boca esta seca.

—¡Ayu...ayuda! —grito con desesperación y miedo.

—¡Camila!¡Camila!

Levantó mi cabeza, y pestañeo dos veces, un hombre delante mio, y lo veo, ese hombre, es él.

—¿Quien eres?

—El que te salvará de este infierno —musita dulcemente —Soy tu héroe.

|…|

Mis ojos se abren de golpe y un zumbido se hace presenté.
Ladeo mi cabeza hacía mi derecha, para encontartme con él...

—¡Doctor, doctor! —grita y corre hacia la puerta.

Confundida giró mi cuerpo hacia un lado, pero no tengo fuerza.
Se escuchan murmullos y mi vista se dirige a la puerta. Un doctor, una enfermera y nuevamente él.

—A despertado —susurra la enfermera con una pisca de alegría.

Las tres personas desconocidas se acercan a mí, los miró con dolor y preocupación.

—Que bueno que haya despertado señorita Blanco —dice el doctor y toma mi mano.

Trago saliva y entreabro mi boca para hablar —¿E-en donde estoy? 

—En un hospital —responde el.

Su voz suave y ronca, su mirada se conecta con la mía y apenas sonrio.

—¿Q-Que me... paso? —mi voz suena débil y entre cortada.

Observó como el doctor mirá al hombre de mi sueño y le hace un gesto con la cabeza.
El doctor suelta mi mano y se retira junto con a enfermera sin decir una sola palabra.

—¿Camila, cierto?

—Si... ¿y vos sos? —preguntó cansada.

—Sebastián, Sebastián Blanco —sisea y asiento.

—¿Que hago acá? —interrogó.

—¿No te acordás de nada? —cuestiona y se acerca a la camilla.

Y recuerdo mi sueño.

—Yo te ví en mi sueño... —susurro sin razón.

—No, yo te salve —dice y apenas puedo verlo, porque las lagrimas estan acomuladas en mis ojos.

—¿Qué?

—Te salve —repite seguro.

—No, no puede ser —digo y niego —Yo te ví en mi sueño, vos me salv...

—¿Yo te salvaba? Porque fue exactamente lo que hice —su voz suena muy segura y orgullosa.

Miro fijamente sus ojos, marrones y hermosos. Las lágrimas acomuladas en mis ojos, salen cayendo por mis mejillas.
Tiró de laa sábanas blancas, he intento no sollozar.

—Estas a salvo —dice y sus manos se posan en mi cara —Nadie va a hacerte daño, mientras estes conmigo.

Nuestras caras estan a centímetros, nuestras narices se rozan y siento su aliento junto al mio.
Cierro los ojos lentamente, dejándome llevar.

Es él. Él es mi héroe.

.....

Horrible este capítulo, lo siento, prometo escribirles otro en recompensa.

Voten y comenten.

One Shoots →FutbolistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora