Inesperado. || MadaNaru

Capitulo 2

Narra Madara

Y así es como finalmente acabé en el bosque, colocando un plato de Ramen entre unos arbustos, es extraño hacer tal cosa, pero tengo la esperanza de que funcionara. Una vez ya organizado todo, lo único que tuve que hacer es ocultarme, desaparecer mi Chakra y esperar. No faltó mucho para que el chico se hiciese presente, realmente ama esa comida, era bastante curioso. Lo que más gracia me da, es lo desprevenido que era, con lo que tiene dentro probablemente sea muy propenso a intentos de secuestros, y ni por eso estaba alerta, realmente era un muchacho muy ingenuo. No faltó mucho para que sin que se diese cuenta, le cállese una tipo especie de jaula invisible, a la que no pudo salir, pero pronto se dio cuenta de que la misma trampa le absorbía su crakra, por lo que no tardó en desvanecerse, si soy sincero realmente fue más fácil de lo que pensé, aunque me dio un poco de lástima.
Me acerqué al muchacho y vi cómo realmente si se había terminado el plato de ramen, y aunque estaba encerrado, tenía una sonrisa tonta en la cara, ¿Cómo podía se tan...? ¡¿Así?!
Desaparecí la trampa y me llevé al rubio en brazos, era un poco más liviano de lo que había imaginado, pero eso no importaba.
Obviamente no podía volver a la aldea como si nada y quedarme con el niño en la habitación, así que me lo llevé a la cueva en la que había despertado, le ate las manos y me encargue de dejarlo en un rincón, esperaba que no despertase hasta que volviese.
Salí y rápidamente comencé a buscar alguna edificación abandonada que pudiese usar para quedarme, pasó un tiempo y noté una casa de tamaño mediano, la misma no estaba para nada mal, ya que aunque no estaba en las mejores condiciones tampoco es como si estuviera muy mal, decidí que ese era el lugar que había estado buscando. Volví a la cueva y el tal Naruto ya se había despertado, solo que parecía no haber recuperado la coincidencia completamente, así que aprovechando esto, me lo llevé a la casa en medio del bosque.
Para cuando llegamos parecía ya estar un poco más consciente, así que dejándolo en una cama que se encontraba en el lugar, me dedique a investigar al mismo. Y es que aunque parecía que la estructura ya tenía un tiempo, por dentro todo parecía como si fuese nuevo, nada estaba en mal estado, (si descontamos el polvo que había, claro). También revise sobre alguna posible trampa, pero también mi búsqueda no dio con nada, parecía estar todo bien.
Si tuviese que describir el lugar en el que estábamos, diría que por fuera no había nada de especial ni que caracterizase al edificio, por dentro apenas abriendo la puerta, habían unas escaleras que conducían al siguiente piso, del lado izquierdo había lo que parecía ser una habitación, ya que esta tenía una cama, una pequeña estantería y una mesa haciendo juego con una silla en las diferentes esquinas, ahí era donde había dejado a Naruto. Del lado derecho era como la sala de estar de la casa, donde había un cómodo sillón frente a una mesa, estanterías con libros en los lados y eso era todo. Subiendo las escaleras había otras dos habitaciones exactamente iguales a en la que había dejado al chico. Ningún cuarto tenía puerta.
Volví a con el pequeño y espere a que tomase completa conciencia, así como la capacidad de concentrarse, no tenía nada planeado en que decirle o que iba a hacer, pero sabía que si se oponía, no dudaría en tomar medidas drásticas, también le advertiría de eso.
Para cuando ya estaba en sus cinco sentidos, el cielo comenzaba a tornarse de un color más oscuro, con paso lento pero seguro. Él niño observó e inspeccionó con la mirada el lugar donde se encontraba, pero al notar mi presencia me miró desconcertado, como pidiéndome respuestas.
-¿Dónde estoy?- hizó mención a la frase que todo el mundo dice cuando se encuentra secuestrado.
-En una casa en medio del bosque.
-¿Por qué? ¿Quién eres?- era inteligente al preguntarme quién era, pero realmente yo no corría peligro alguno si le decía mi nombre, así que no dude en hacerlo.
-Soy Madara Uchiha- al oír esto pareció recordar algo relacionado conmigo y me volteó a ver todavía aún más desconcertado.
-¿Enserio? ¿Eres el de Akatsuki?
-¿Akatsuki?- le pregunté ahora yo, ¿a qué se refería?
-Si, el que dice que es Madara y se llama Tobi- ante mi mirada pareció comprender que yo no estaba enterado de eso- bueno, al parecer hay un tipo que se hace pasar por ti.
Entonces lo recordé, Obito Uchiha, a quien le había encomendado esa misión de hacerse pasar por mí, pero ya no era necesario, luego me encargaría de ese asunto.
-Entonces, si tú eres el gran Madara Uchiha, ¿Qué hago yo aquí?- insistió.
-Tú tienes algo que me interesa, lo cual sería obvio si pensaras un poco más, claramente es Kyubi, necesito su poder que se alberga en tu cuerpo, así que te lo sacaré.
Él al oír esto me miró totalmente horrorizado y con una expresión de miedo, parecía entender lo que pasaría si yo le quitaba al Kitsune.
-Pero entonces yo...
-¿Crees que me importa? De todas formas, me encargaré de que no sea una muerte tan dolorosa- le respondí mientra me levantaba de la cama dónde lo había dejado.
-Pero lo que quiero hacer conviene un poco de tiempo- le mentí, realmente el chico me daba curiosidad y un poco de gracia, sería interesante observarlo, quizás hasta descubra algo nuevo- así que tendrás que vivir conmigo mientras tanto. Crearé una barrera alrededor para que no puedas salir, así que ni intentes escapar.
Dicho esto le desate las manos y lo jale para que el mismo viese como creaba la muralla. Era una muralla de chakra que nos ocultaría perfectamente, puesto que estando dentro de ella nadie puede detectar el chakra de la persona, tal sería con Naruto, que no lo podrían detectar ni los mejores rastreadores. Él estaba débil, así que no le quedó más remedio que quedarse observando.
Ya era de mi poder, no podía esperar para observarlo durante los días que quedaban...

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Hola! Ya llegó el capítulo 2, espero y se haya disfrutado ^^
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Hasta el siguiente capítulo! :D