Final.

17.7K 1.5K 241
                                        

Narra Naruto

Fui despertado por Madara, quien me dijo que hoy sería el día, si, el día de mi muerte. Aquella noticia me impactó y me tomó desprevenido, ya que después de todo una pequeña gota de esperanza dentro de mí esperaba que sus planes se hubiesen detenido, de que me hubiese convertido en alguien especial para él, así como él inesperadamente se convirtió en alguien especial para mí.
Me dolió y me sentí traicionado, ¿pero qué esperaba? Era Madara Uchiha, uno de los enemigos más temibles del mundo ninja, y de los más traicioneros, claramente.
¿Y qué sucedía entonces con las promesas que sin palabras nos dimos? ¿Se desvanecerían en el aire junto con mi vida? ¿O solo eran una falsa ilusión de mi corazón ilusionado? El temor se hizo dueño de mis pensamientos. Había estado viviendo en una burbuja de confusión, pero de felicidad, por lo que al estallar esta, me encontré asustado de lo que pudiese pasar, sin saber cómo reaccionar.
Los recuerdos de la promesa que hice ayer aparecieron en mi mente y no hicieron más que acrecentar mi confusión, ¿había estado jugando a qué le importaba de esa manera solo para divertirse? Muy cruel, y yo que todo lo que hacía el Uchiha me lo tomaba seriamente, así como la promesa que me vi forzado a hacer, pero que al final me encontré con la convicción de cumplirla, patético.
Me vestí lentamente con mi ropa para salir, puesto que quería retrasar lo más posible aquel suceso por el que temía: mi muerte. No podía dejar de impactarme el pensar que dentro de unas horas mi vida habría acabado., extinguiéndose por completo mi existencia. Durante el camino ambos íbamos en silencio, y a pesar de que quería preguntarle el porque de todo eso no me veía con el valor para hacerlo, él en ningún momento volteó a verme, le bastó con sentir mi presencia a su lado, eso creo otra laguna de tristeza que jamás creí que pudiese existir.
Parecía que yo estaba destinado a pasarlo mal con los Uchihas y a que estos me traicionaran, ya que ya había experimentado una situación similar anteriormente, pero parecía que mi terquedad me había impedido aprender algo de ella. Quería volver atrás en el tiempo y borrar aquellos errores, un pensamiento estúpido.
El camino hacia el lugar destinado parecía no acaba entre tanto paisaje de verdes árboles frondosos, hasta que nos aproximamos a una cueva, lugar donde al parecer se realizaría el ritual y donde yo perdería mi vida a cambio del sufrimiento de muchas personas, un nudo se creó en mi estomago.
La cueva era de una oscuridad profunda que invitaba a los malos actos, no hace falta preguntar porque Madara la había elegido. Aquel oscuro negro fue mi compañía durante las horas siguientes.
La estatua que me quitaría todo era increíblemente grande, de una piedra de apariencia rígida y tosca, pero no podía ver nada más en la oscuridad, no podía dar explicación a semejante impresión.
Una presión se ajustó a mis manos, juntándolas y encadenándolas entre sí con una especie de cuerda de chakra, inteligente, Uchiha. Estos sería difícil.
No supe de ninguna forma de vida hasta después de un tiempo, el cual pase con lágrimas amenazantes y asustados gemidos espontáneos.
Pasos rápidos oí a la lejanía, choques de metal, pelea. Era extraño, porque no podía pensar en una razón de aquello, hasta que sentí como unas manos reconocidas me tomaban levantándome y haciéndome caminar rápidamente hacia quizás, la salida. Me asusté, he de admitirlo, me asusté momentáneamente de verme separado de Madara, el horror carcomió mis nervios e intenté separarme, pero al darme cuenta de lo que hacía me calmé y me deje llevar. Podía ver la luz al final, ¿cuánto tiempo había pasado?
Voltee a un lado, ya para cuando había luz suficiente como para poder lo que sucedía a mí alrededor, y vi a mis compañeros de equipo, aquellos con lo que había compartido tantas historias como la velocidad del tiempo en que los olvidé. Verlos fue toda una sorpresa para mí, ¿cómo sabían...? De eso ya me enteraría más tarde, sabiendo que el culpable había sido un niño que había visto extrañas formas, anunciando a los adultos, digamos que el rumor corrió rápido. Pero en ese momento, la impresión era demasiada.
Voltee a la derecha, esperando ver algo, sin estar seguro de que era. Pero en efecto, pude ver algo. Madara desintegrándose.
Una oleada de pánico, diversión y tranquilidad compitió en mi mente por ser el sentimiento dominante, ninguno ganó. No podía hacer nada, y si lo hacía, no sería bueno para nadie. Lo último que él miró fueron mis ojos, había una mezcla de cariño y compasión que me dio un escalofrío por el cuerpo.
No recuerdo nada más que haberme dormido por el cansancio de tantas emociones vividas en un día y recuerdos almacenado que me atormentarían en el futuro.
Lo único que Madara necesitaba para morir era un jutsu especial para hacerlo desaparecer, más tarde lo aprendería y me sorprendería de la facilidad con la que se podía realizar.

Lo más impactante de todo fue que realmente cumplí la promesa que hice a Madara, y supongo que de alguna forma, él la cumplió también.

~~~~~~
Gracias por todo, no sabía cómo acabar esto pero quería hacerlo. Perdón por no publicar nada durante tiempo, oficialmente esto es lo último que publique en historias, al menos en esta cuenta.

Inesperado. || MadaNaru Donde viven las historias. Descúbrelo ahora