5.

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—¡Son las nueve ya baja, Ellie!

—¡Espérate un segundo!

Me saque una selfie y la subí a Instagram con la descripción de:

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"@NotEllieBones: Son las nueve y estoy despierta, va a temblar."

Baje y vi a Matt mascando una manzana.

—Ya vamos.

Matt abrió la puerta y nos subimos a su auto, fuimos a una especie de set de grabación, en este caso no grabaríamos nada solo estaríamos para ver en que podría actuar en que soy buena y todo eso.

Mi celular comenzó a vibrar porque tenía una llamada, era de Lana.

Conteste a la llamada y Lana me saludo algo agitada.

—¿Qué paso? –Pregunte extrañada.

—Ya estamos en Los Angeles, ¿Dónde estás tú?

—Chicos ahora estoy en el set de grabación... –Susurre.

Me aleje un poco de Matt para que no escuchara de lo que estaba hablando, tal vez no le agrade la idea, no lo sé, es impredecible.

—Pero Ellie... Acabamos de llegar y no sabemos que hacer o adonde ir.

—No lo sé, llegue a esta ciudad hace un día...

—Okay, te llamo luego.

—Nos vemos.

Lana colgó y me voltee, lo primero que vi fue a Matt anotando un par de cosas en una libreta.

—¿Empezamos? –Pregunte sentándome en una mesa.

—Claro.

Me presente al equipo y actué algunas partes de series u obras, ellos dijeron que mañana me darían los resultados. Esto se parece cuando en los colegios elegían a los personajes y luego los anunciaban mediante a una tabla o en clase.

—¿Ya tengo un hotel? –Le pregunte a Matt mientras subía al auto.

—Aún no, cuando llegue a casa trataré de buscarte uno.

El camino fue animado, había convencido a Matt de que contará algunas anécdotas de grabaciones, una de las más graciosas fue cuando tuvo que hacer de dinosaurio, desde ahí le dicen dino, yo le conté que a mí me decían ricitos de chocolate por algo parecido, la cosa es que a los nueve años tuve que actuar gracias a Lana y los chicos, era ricitos de oro pero como yo tengo el pelo castaño dije que sería ricitos de chocolate y hasta el día de hoy me siguen molestando con eso.

Mi teléfono volvió a vibrar cuando estaba bajando del auto, respondí rápidamente al ver que era Johnson.

—¡Heeeeeeey bae! –Salude.

Bienvenida a Los Angeles ; matthew espinosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora