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Abrí curiosa el último título y salió un video en el salía cuando él estaba saliendo del callejón y yo lo alcancé, cuando peleamos y cuando estábamos yendo a su casa.

Me sentí mal después de verlo, sentí impotencia por no poder quitarlo, tristeza porque sabía que mi carrera profesional estaba acabada sin si quiera haberla empezado y enojada conmigo misma por no haber pensado antes de actuar.

Matthew entró a la habitación con dos tazas de té y se sentó al frente mío.

—¿Por qué tienes esa cara?

—Nada, tan solo que ya subieron la noticia a internet. –Trate de restarle importancia tomando un poco de té.

—Oh... Ya veo. –Tomo un sorbo de su té.

Los siguientes minutos fueron de puro silencio, de ese silencio incómodo, tenía ganas de hablar para romperlo pero no tenía algún tema, simplemente esto no iba a funcionar.

—Creo que esto no va a funcionar... –Rompí el silencio y Matt me miro extrañado.

—¿Funcionar qué? –Pregunto confundido.

—Que seamos amigos, llevamos más de diez minutos en la misma habitación y no hemos hablado nada.

—Tonterías, tan solo hay que dejar pasar el tiempo y conocernos. –Me guiño un ojo y tomo las tazas de té, las cuales ahora están vacías.

Traté de pensar en que decir y que hacer pero me di cuenta de que sería estúpido, si seremos amigos debe conocerme tal y como soy, es estúpido fingir ser alguien que no eres solo para encajar en un grupo o para ser amigo de alguien.

—¿Quieres comer algo? Me aburro. –Sugirió Matt entrando a la sala con un snack de cheetos.

—Lo necesito. –Tome un par de cheetos y me los comí.

—Me gusta comer cuando me aburro.

—Que interesante sujeto. –Reí.

—Me da pereza salir. ¿Quieres ver netflix?

NETFLIX AND CHILL? OH GOD NO.

—No gracias, creo que es muy pronto.

Matthew me miro divertido y empezó a reírse demasiado, ¿Había dicho algo malo?

—Solamente vamos a ver alguna película, no te pases cosas por la cabeza. –Rio nuevamente y yo sonreí avergonzada.

—Ese es el estilo de Cameron, Ellie. –El siguió riendo y yo lo seguí, bueno si había sido estúpida al pensar eso.

—Ese tal Cameron no me cae. –Hable luego de que termináramos de reír.

—Es un buen chico, solo que está necesitado.

—Que buen amigo eres Matt.

—Lo sé. –Rio y yo también.

—En realidad creo que debería irme. –Me paré del sillón y el también.

—Voy a dejarte a tu hotel. –Se ofreció abriendo la puerta de su casa.

—Bueno... Ahora me quedo en la casa de mi tía nuevamente, eso sí necesito llevar unas cosas que se me quedaron allá. ¿Podrías ayudarme? –Hice un puchero y el rio.

—Te conseguiré un papel como el de Sharpey de High School Musical.

—¿Qué quieres decir?

—Nada, creo que te vendría como anillo al dedo.

Bienvenida a Los Angeles ; matthew espinosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora