CAPITULO 2: Despedidas :(

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Majo:



Llegue a casa con Claudia ya que me la había encontrado en el supermercado al ir a hacer las compras, me estuve charlando con ella muy amenamente ya que somos muy buenas amigas ella quiere mucho a mi familia como yo a la de ella, cuando acabamos de hacer las compras nos dirigimos a mi casa para tomar una taza de té o un mate, cuando llegamos me llamo algo la atención y Clau se dio cuenta ya que me pregunto:


-¿Qué sucede Majo?- dijo con el ceño fruncido


-Es que cuando yo me fui deje la puerta cerrada bien pero ya no lo está – dije viendo que la puerta estaba entre abierta


-Puede que alguno de los chicos ya allá llegado o Carlos que regreso temprano –Dijo encontrándole una explicación lógica


-Si puede que sea eso es que últimamente estoy un poco paranoica pero no es nada – dijo restándole importancia a lo que ella me contesto con una sonrisa –Entramos – le pregunto al ver que aún estamos paradas en la puerta


-Si vamos –dice y pasamos al entrar veo en el sofá el bolso de Lali algo que me extraño ya que ella es una chica muy ordenada que no deja sus cosas por donde sea o solo que vaya muy apurada, pero no se escuchaba ningún ruido por eso decidí subir para ver qué pasaba, iba por el pasillo me estaba acercando a la habitación de Lali cuando veo la puerta entreabierta entonces me acerco un poco para ver si se encontraba bien, al abrirla del todo puedo ver que ella está sumida en sus pensamientos pero en sus mano tiene alcohol y algodón, entonces dirijo mi vista a sus rodillas y las veo todas raspadas y con sangre abrí los ojos tanto que sentí que se me saldrían en cualquier momento ya que mi niña no es de caerse tan fácilmente.


-¡PERO HIJA QUE TE PASO! ¡¿POR QUÉ TENES LAS RODILLAS TODAS RASPADAS?! –Pregunte/grite haciendo que ella salga de su ensoñación y Claudia estuviera allí parada a mi lado al instante la cual también la miraba con preocupación.

-¿Pequeña que paso, como te paso eso? – pregunto Claudia con notoria preocupación en su voz, mientras le ayudábamos a limpiarse las raspaduras de sus rodillas que se veían muy mal, pero ella solamente se mantenía callada y no decía nada

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-¿Pequeña que paso, como te paso eso? – pregunto Claudia con notoria preocupación en su voz, mientras le ayudábamos a limpiarse las raspaduras de sus rodillas que se veían muy mal, pero ella solamente se mantenía callada y no decía nada


-Pequeña por favor dinos que paso? te caíste? - volvió a preguntar al ver que no decía nada, pero solamente negó con la cabeza.


-¿Entonces cómo te hiciste eso? – pregunto a lo que ella levanto el rostro para decir


¡NoPuede Ser Ella!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora