Tras años de la decepcionante despedida durante la adolescencia, MinHo y Cara viven sus vidas independientes, resguardados entre sí por kilómetros de océano y tierra. Ambos felices, con sus respectivas carreras en ascenso, hasta que un inesperado e...
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Una gran pizza entre los de la compañía. André había invitado y como todos se encontraban hambrientos, ninguno fue capaz de negarse a esa invitación tan sabrosa, ni siquiera por la mejor y destacada dieta del mundo. Mai fue la excepción a la regla, tuvo que pedir pizza vegetariana, Cara la acompañó. A diferencia de esos simios carnívoros, ambas compartían incluso en esas cosas.
- Oye...-Mai se cercioró de que André no estuviera escuchando.-¿Qué pasó con MinHo?
Al demonio el plan. Cara se trapicó y André puso su atención en ella de todos modos.
- ¿Estás loca? -dijo muy abochornada, acercándose para que nadie más escuchase.
- Hoy hablaron y no fue precisamente algo muy...agresivo.-Cara bebió algo de líquido para calmar sus nervios.-Casi...como una especie de tensión...¡Sí!, ¡¡Tensión sexual!!
Cara se atoró aún peor que en el comienzo, no sabía si de risa o de verguenza. No podía engañar a su mejor amiga, quien la conocía como la palma de su mano y sabía perfectamente lo que le pasaba, aunque negase lo obvio. En un minuto a otro acabaría sucumbiendo ante ese chico. El hecho de que se "odiaran", hacía ver las cosas de manera más interesante. Mai no comprendía cómo no le habían sacado ya partido esa situación, al contrario, se comportaban de una forma tan estructurada. Mai sentía que si ella estuviese en su lugar, ya habría besado a Minho aunque fuese para sacarse de duda y habría olvidado a André hace un buen rato.
Camino al hotel, Cara pasó por tiendas y compró muchas chucherías que la iban encantando conforme avanzaba. Incluso peor que un infante, ya que al menos ellos tienen a una madre que les dijera que no. Ella gastaba el dinero sin pies ni cabeza como si fuese una terapia.
- Deja eso ahí, por más que te tapes, Minho te va a mirar igual.-le dijo su amiga burlona y Cara dejó la ropa en su lugar. Muy molesta y abochornada.
- ¿Hay algo...que yo no sepa?-Le interrogó André a Mai cuando Cara fue a pagar.
- Oh no...claro que no.-Respondió esta con sarcasmo para implantar duda.
André preguntaba para no parecer obvio, pero en verdad, sabía todo lo que estaba sucediendo incluso antes que Cara le contara a su mejor amiga.
En el auto, recibieron un llamado de última hora, una invitación a una fiesta de gala, la cual tendría a grandes figuras del país. Sería una noche llena de cultura y entretención en conmemoración de esta semana de la moda. La situación ideal y perfecta.
- Llamaré a Sooyoung, de seguro ella pueda salvarnos de esta.-dijo Cara y revisó su celular. Casi se cayó de espanto al ver las llamadas perdidas de su madre. Quince, para ser exactos. Código rojo.
- ¿Hola?-Se encerró en el baño para conversar en mayor tranquilidad.
- Como loca llamándote y tú sin contestar, como si el tiempo y el dinero me sobrara. Ni te has acordado de mí.
