Capítulo dieciocho: Romper las Reglas.

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Minseok era así, impredecible. Entonces cuando MinHo lo vio llegar al departamento le fue una sorpresa del porte de un buque. Una vez él había ido a buscarlo al departamento de Pau, el año pasado. Cuando habían bebido y MinHo no se sentía capacitado para conducir hasta la casa sin cometer una infracción. No comprendía cómo ahora, sin siquiera preguntar, estaba ahí. Sospechaba que leía mentes o algo parecido. Porque en realidad, lo necesitaba.

Luna, la perrita de Pau, no paraba de ladrar por la presencia de un extraño, pero era tan pequeña que ni siquiera el mayor de sus brincos podía asustar a Minseok.

- Oh, hola perrito. Soy un amigo.-En cuanto Minseok se agachó a hacerle cariño, Luna se entregó completamente. Finalmente se fue a la cocina, con la intención de pedir algo de alimento.

- Te me quedas mirando como si yo no fuese bienvenido aquí.-Un empujón en el hombro a MinHo.-Soy tu hermano mayor, enano. ¿Acaso lo olvidas? ¡Te traje comida!

- Por favor, siéntate aquí.-Apartó sus cosas pues éstas ocupaban casi todo el espacio del sillón.

- Maldito interesado.-MinHo le arrebató la bolsa de las manos, tal niño que le traen un regalo. Expresión de felicidad tras advertir la presencia de cervezas en ella.-¡Uuh! En verdad lees la mente.

MinHo abrió dos botellas con un destapador que se encontraba en la mesita y le entregó una a su hermano.

- No sabía qué traer, así que una chica en el supermercado me ayudó a elegir algo para tí.

- Me usas para ligar con las chicas, eso no es justo.-Risas.-Aunque he de admitir que eligió la que me gusta.

- Es tu mejor amiga.-MinHo se atragantó con la cerveza. El otro cambió de tema radicalmente.-¡Ahora cuéntame de tí! ¿Qué tal va la vida universitaria, querido hermano?

MinHo tiró el polerón de su hermano y con ello la distancia entre ellos disminuyó. Lo quedó mirando de forma amenazante, mientras el mayor reía nervioso, tratando levemente de imponer distancia.

- Sólo nos vimos una vez, en el supermercado. Te lo juro.-El menor lo soltó y le arregló la ropa sonriendo irónicamente, indicándole que mejor se fuera con cuidado con ella.

- ¿Cómo es eso de que discutieron?-Lo dijo cuando estuvo seguro de que tendría cierta ventaja en el combate.

- ¡¿Qué es esto?!-MinHo respondió entre estupefacto y nervioso. Sin saber si disparar los dardos hacia Pau o su hermano.-¿Van a atacarme con eso?

- Tú contesta.-Luna llegó nuevamente y se acostó frente a ellos. En cuanto Minseok dio unos golpecitos en sus piernas, ésta corrió a sentarse en su regazo.-Eres un perrito muy pequeño.

- Se llama Luna. Es niña.-La perrita ladró con emoción, sabía que hablaban de ella y quería poner su mejor cara ante el nuevo amigo.

- Quiere que cuentes por qué discutieron.

- No tengo tiempo. Debo terminar un trabajo para mañana.-Tomó un sorbo de su cerveza y luego fingió estar ocupado con su computadora.

- ¡Demonios, hermano!-Lo empujó para que entrara en razón. Luna le ladró dos veces.-Mírate. ¿Dónde está ella ahora?, ¿en la cocina cumpliendo labores de esposa? ¿Discutieron por eso?

- N-no.

- Entonces, lo discutirán luego.

- ¡Oye!

- Escucha, tengo una veintena de amigos que perdieron a sus novias por comportarse como verdaderos idiotas. No quiero que te unas a la lista. Eres un Choi, maldita sea.

Trouble (SHINee - Choi MinHo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora