Y, como toda rosa se marchito.
Dejando profundo dolor más nadie se dio cuenta que ella fue quien más sufrioooooooooo
Que ella fue quien más sufriooo...
Su cuerpo aquí se quedo, pero su dulce alma hacía la eternidad volo quizás allá este mejor, quizás no fue la mejor desicion pero fue la que ella eligió.
-Cada vez-suspiro- que te escucho cantar esa canción no puedo evitar volver a ese terrible momento donde casi mueres-confesó leo, mordiendo su labio inferior para no hecharse a llorar.
-Era lo que deseaba morir, pero Dios me dio la oportunidad de continuar aquí, te juro que aveces pienso en cambiar pero temo salir de mi zona de confort-Me sincere
-Sí andas con ese temor en la vida jamás saldrás hacia delante-Dijo mientras buscaba algo en su armario
-Es difícil volver a retomar antiguas costumbre que te hirieron de una manera u otra-Dije mientras mecía mis pies en la orilla de la cama.
-Tus recuerdos no se han tornado borroso porque cada día vives rebuscando en el pasado-Dijo girándose y quedando frente ami sosteniendo una camisa roja- Sí lo revives cada instante nunca podrás olvidarlo y continuar-Él tenia razón me mantenía viviendo en el pasado y aquí sólo había un cuerpo vacío sufriendo, hiriéndose y hundido cada día más en ves de levantarse y avanzar.
-Deberias de estudiar psicología -Me reí -de todos modos trataré de salir de está situación- Mecí mas rápido mis piernas haciendo temblar la cama.
-¡Deja de hacer eso!-Grito leo
-Te molesta ha, te molesta ha, te molesta ha-lo dije cantando y los dos reímos.
-Me pones nervioso cuando haces eso-Dijo sonriendo como de costumbre, para luego retirarse debido que tenía una cita amorosa con su actual novio. Mire mi reloj y era la hora perfecta para correr un poco, así que decidí levantarme y ponerme ropa mas comoda obvio negra de la cabeza a los pies.
{...}
-¿Joven Desea algún dulce?-Escuche la fastidiosas voz detrás de mí, sentí su cálido aliento en mi cuello me estremecí.
-¿Estupido en algún momento le he pedido dulce?- Pregunté volteandome hacia él. Arqueando una ceja
-Esos no son los modales de una dama y disculpé -Dijo divertido, estampe mi mano en su rostro, me miro fijamente a los ojos analizando la situación.
-Creo que estos si son los modales correcto.-Musite riendo un poco y tomando de mi agua.
Entredo mi cabello en su mano haciéndome inclinar del dolor, se acerco mas a mí y trataba de besar mis labios más no dejaba luchaba por que soltará mi cabello.
Me rendí, la tentación gana cada ves que quiere pues ella sabe lo que deseas. Llevaba bastante tiempo sin probar los besos de alguien y Raúl lo hacía increíble me deje llevar maldición me sentía caliente.
Él amor engaña !Abre los ojos!
Debo de eliminar esa vocesita de mi cabeza, pero es completamente imposible.
-Idiota que haces-Me queje limpiando mi boca él me miro divertido y sonrió
-Lo haz disfrutado mí perla negra, solo quiero que me des la oportunidad de sacarte de esa oscurina, tu beso me confirmo lo tanto que ha sufrido, lo tanto que deseas ser sanada y yo puedo sanarte-Dijo con un tono muy romántico
-En primer lugar no soy tú -Lo señale y lo mire desafiante - perla negra-Dije enojada así empezaba su plan palabras bonitas para luego terminar en un abismo
-Solo quiero formar parte en tu vida ¡SANARTE!-lo ha dicho tan sincero que cualquiera le creería
-Estoy herida es cierto. Pero no necesito curador yo puedo curarme sola-Dije con cierta molestia este chico me hacía enojar, me levante del asiento donde me había sentado a descansar.
Me tomó de la mano como si le perteneciera, lo fulmine con la miraba y me ató a su cuerpo sentí su dura erección, su movimiento fue tan rápido que no me había dado cuenta de la escena.
Traté de zafarme pero su fuerza era mas que la mía.
-Siente lo caliente y duro que me pones-Susurro en mi oído, rozando su parte intima en mi trasero podía jurar que con dos movimientos más llegaría a un orgasmo.
-Pervertido dejame ir o gritaré-