Cap. 3: 3 son multitud!

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El se quedo en boxers y la camiseta que traía debajo de la camisa, yo me puse una tanga con un estampado de gatitos y una polera que decia Meow, todo combinaba perfecto.
Yo y mi vida infantil, ok?.
Vi mi movil, eran las 02:00 de la mañana, nos fuimos a dormir, dormimos abrazados, el me abrazaba por detras y yo tomaba sus manos por delante, su cabeza apoyada justo en mi nuca, me daba calor la posición, no ese tipo de calor... calor de verdad, pero estaba tan cómoda que no me moví en toda la noche o eso al menos creia yo.
Desperté en diagonal con las piernas entrelazados con las de Gabriel, el tambien estaba hecho un desastre. Dormíamos como un huracán, no se como ninguna vez alguno termino en el suelo.
Senti que Gabriel se paro de un salto y yo me queje por el movimiento.
-mhnm...-casi como ronroneando.
-ELENA! Son las 8:00!-dijo exaltado.
Con solo decir 8 yo tambien pegue un salto de la cama.
Entrabamos a trabajar a las 9:30.
-yo hago el desayuno y tu te vas a duchar!-dijo Gabriel apuntando, queria decir que ya tenia un plan, desorganizado...
-yap!-parti a ducharme, me demore alrededor de 5 minutos, sali con la toalla amarrada a mi cuerpo y otra en el cabello.
El estaba en la puerta mirando me con sus ojos de violador, le tire una toalla por la cabeza y tambien se fue a duchar, se moro mas que yo... como 15 minutos...
Ya estaba vestida y sentada comiendo las tostadas que habia hecho Gabriel, me encantaba que las dejara hasta su punto, ni tan quemas... tome mi leche saboreandola por completa.
El salio tambien a tomar su desayuno, casi se lo trago, yo... me tome mi tiempo... pero me lo acabe.
-buena gatita... tome su lechita...-dijo Gabriel riendo.
Ronronee a lo sexy y el me puso su mirada lujuriosa de deseo.
-piensas ir asi al trabajo?-preguntó.
-como?-mi inocencia no daba a mas.
Apunto mi cabeza, todavia llevaba puesta la toalla de baño, que despistada.
Deje todo sucio en la mesa y me senté en el sillón a secarme el cabello con la toalla.
-vas a terminar el día de la pera...-dijo Gabriel sentándose a mi lado y quitándome la toalla de las manos, el comenzó a secarme el cabello, me quede quieta para que pudiera hacerlo mas fácil.
-me traes tu cepillo de peinar?-
-yap- me pare y le traje mi cepillo.
Comenzó cuidadosamente a desenredarme el cabello, lo hacia tan suavemente que me embobaba.

En eso tocan la puerta...
-yo voy...-dijo Gabriel.
Salio con el cepillo en la mano, parecia peluquero.
-ah es usted...-oi que Gabriel dijo.
-Elena! El jefe te vino a visitar-esas palabras provocaron que me ahogara con mi propia saliva, comenzando a toser.
-dejalo pasar!-que decia?, que se vaya! Que se vaya!.
Pasó Ferrei con su arrogante cara de hola soy el rey, putos plebeyos.
Gabriel se sentó tras de mi, y continuo su labor de desenredar y secar mi cabello.
-no sabia que tuvieras estilista personal...-comentó Ferrei.
-usted que hace aqui?-Pregunté ya al punto de que si salia una palabra mas de sus labios, mi paciencia se derramaba.
-te pase... a buscar... aunque a esta hora deberias estar ya en el trabajo...-dijo mirando su reloj, que a lo lejos se veia que era sumamente caro.
Quedaban exactamente 15 minutos para entrar, demas que llegábamos al trabajo en menos de eso si Gabriel dejaba de torturar mi cabello.
-y por que me vino a buscar?-pregunte cortante.
-pensaba que de camino me podrias explicar como funcionaba la empresa bajo el mando de mi padre-
Ferrei se acerco y me puso un mechón suelto detrás de la oreja.
Gabriel lo fulmino con la mirada.
Y Ferrei retrocedió queriendo borrar ese incomodo momento.
-listo!-dijo Gabriel con una sonrisa tierna.
-yo los llevo-se ofreció el anciano que descansaba su cuerpo apoyado en la pared.
-bueno-dije con una sonrisa, mientras sea gratis... por que no?.
En el auto Gabriel se fue atras y yo me fui de copiloto.
Con Ferrei nos reíamos porque ambos comentamos que los crios iban atras.
Gabriel se fue malhumorado todo el camino.
Al llegar cada uno se fue por su respectivo lado, debi haber ido con Gabriel pero pase a buscar mis zenzuales tacones donde Sergio.
-ahi tiene, señorita-dijo Sergio con una sonrisa humilde.
-muchas gracias, encerio, lo aprecio mucho..., cuanto es?-obviamente yo no tomaría nada gratis.
-nada, nada-
-no encerio, digame... que me siento mal si no le pago...-
-tómelo como un favor... Elenita -

Lo abrace en sentido de decir gracias y sali del lugar radiante.
En el ascensor me tope con Ferrei.
-es tu novio?-pregunto Ferrei.
-quien?-Sergio?.
-el tal Gabriel?-dijo... algo sonrojado, Ferrei sonrojado parecia un niño pequeño... preguntando algo que no sabe si esta seguro de preguntar.
-no... es un amigo...-dije con sonrisa nostálgica.
El dio un suspiro, como si se hubiera quitado un peso de encima.
Me miro y se largo a reir.
-por que rie?-
-por nada... y deja de tratarme de usted, tuteame...-pidió.
-pero es mi jefe-.
-que edad crees que tengo?-53...
-si soy sincera... 53-
-tan viejo me veo?-pregunto apoyándose en el espejo.
-yo nunca e dicho eso-
-encerio aparento 53!?-estaba un poquito exaltado, creo que le dolía el tema de la edad.
-llegue a mi piso...-por dios, menos mal que llegue, seguía unos segundos mas junto a Hércules y me daba un infarto, su perfume invadía todo el ascensor, su sonrisa algo confusa me encantaba... pero bueno, mi jefe es mi jefe, ademas no lo busco porque tenga dinero, por que lo busco? Que me llamo la atención de el?, su forma de vestir, su cuerpo, se veia esbelto tras ese traje debia haber un gran físico. Aunque sigue sin gustarme su carácter.
Sali del ascensor a paso duro, en mi mente iban pajaritos, corazones, angelitos, la estupidez en vida. En cuanto a mi parte física, acabo de derribar a un chico nuevo que venia con una pila de papeles, caí hacia atrás, pero no toque el suelo, en vez del suelo palpaba unos fuertes brazos y mi frente rozaba una barba poco afeitada.
-estas bien...?-preguntó el hombre de Traje blanco y camisa negra, tenia ojos azules y cabello azabache... senti que mis ojos se cerraban y creo... que me desmaye. Por que sucedió?, no tengo ni la menor idea... sere estúpida yo... no tengo ninguna excusa para desmayo. Abrí lentamente los ojos acostumbrándome a la luz que entraba por los gigantes ventanales.
Creo que estaba en el cielo, mi cielo de los chicos guapos, estaba Ferrei con su traje gris, el hombre de ojos azules, el paramédico rubio, faltaba el policia y el bombero para la fantasia...
-ya me morí?-pregunte con risa estúpida.
-por que?-pregunto el rubio.
-porque... hay tantos ángeles-dije riendome como estúpida.
Se me pasaban jirafas por la cabeza... veia todo distorsionado escepto los ángeles en traje.
Ferrei río picaramente, el rubio lo miro serio y paró. El de traje blanco miraba intrigante.
-te desmayaste y vomitaste... asi que te dopamos porque no te querias tomar un jarabe-exlico el hombre de traje impermeable.
Encerio paso eso!? Vomite!? No me quise tomar un jarabe!? Que!? Tengo 12 años!? Por dios, parezco una cria que se enfermo del estomago.
Me volvi a reir como estúpida.
-creo que el efecto de la inyección aun no se pasa...-
-estara bien?-pregunto el angel de blanco y negro.
-si... el efecto no se pasara hasta en unos minutos-
-que bien!-comento Ferrei.

Entro otro angel muy enojado, venia hechando humo por sus labios que me moria por probarlos.
-como se te ocurre no contarme nada!?-grito Gabriel agarrando a Ferrei de su ordenada camisa.
Creo que el efecto se me pasaba...
Venia muy enfadado.
Se formo un silencio incómodo.
Gabriel lo soltó y le dio un combo a la pared, dejando una pequeña abolladura.
Se sentia frustrado, abandonado, solo, asustado, preocupado.
Se acerco a la cabesera de la cama y me acaricio el cabello.
-estas bien?-preguntó Gabriel casi al borde de las lágrimas, que solo yo podia reconocer.
Trago saliva incomodamente.
-si... -le tome la mano raspillada, la sople y le di un beso, volvi a sonreir algo estúpida pero ahora estaba mas consciente de mis acciones.
El me sonrio ya casi derramando gotas.
-tsk!-gruño Ferrei y salio con los puños apretados de la habitación.

-bueno, yo aqui no tengo nada que hacer... asi que me marcho-dijo el hombre de blanco.
-muchas gracias por su aporte-comento Gabriel sin separar su mano de mi cabello.
El paramedico sonrió y se fue feliz.
-que paso?-pregunté aun algo atontada.
-segun lo que me conto Federico te desmayaste, al parecer te enfermaste del estomago con los ostiones... igual me a dolido un poco el estomago-explico.
-quien es Federico?-
-es el de blanco-
-ahhh-.
-Y como te has sentido?-preguntó.
-bien, aunque no recuerdo nada de lo que dijo el angel rubio...-
-ángel?-Gabriel se rió.
-no nada... nunca escuchaste lo que dije-.
-bueno, me tenias preocupado, no te vi llegar asi que le pregunté a Sergio, y me mando donde Federico, y me conto todo. El puto de Ferrei debió haberme avisado-dijo apretando los dientes.
-quien es Federico?-
-el de blanco, ya te lo había dicho-.
-a... ya-.
Entro Ferrei de improviso.
-no interrumpo nada, cierto?-preguntó tapandose los ojos con las manos.
-no, nada, para tu suerte-dijo Gabriel disgustado.
Con la mirada segui cada paso que Ferrei osaba dar.
-puedo hablar a solas con Elena?-preguntó Ferrei algo timido.
Gabriel me miro esperando una respuesta de mis labios.
-eh... bueno... supongo...-.
Gabriel me fulmino con la mirada, pero no me importó, ademas quiero escuchar su version de los hechos.
Gabriel se encaminó a la puerta, pero en el transcurso Ferrei lo paro posando su mano sobre el hombro de Gabriel.
-tres son multitud...-dijo Ferrei soltando su agarre.

Y Que si es Mayor que Yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora