Cap. 5: Zorra con título de oro

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Una mujer de labios carnosos rojo exagerado abrió la puerta.
-Alvarito...-dijo en voz seductora.

Alvarito?? Quien es esta? Sera su novia?, Secretaria... millones de posibilidades, pero de que tiene cara de zorra, la tiene. Si hubiera tenido novia no me hubiera traído... creo...

-Janet... que haces aquí? -preguntó Ferrei mirando su auto.
-vine a ver como estabas de tu dolor de estómago-respondió.

La mujer llevaba un vestido rojo oscuro, ajustado, ya veía que le explotaría un pecho, en ese momento me reí sola.
- y tu de que te ríes?-preguntó la mujer.
Por mi mente pasaba: una teta por los aires.
-estoy bien, no necesito ayuda con el dolor, vete por favor-le dijo Ferrei.
-es que me preocupé mucho...-
-gracias... pero estoy ocupado, tengo que atender algo del trabajo, en PRIVADO-recalcó.
-pero, no debe ser mucho, la pequeña no creo que se valla después de las 10-exclamó la mujer pasando un dedo por el cuello de Alvaro.
-nos amaneceremos, no te conviene, mañana nos vemos...-
-bueno... gatito regalón-la mujer se marchó con su típica cartera de puta, esas de brillitos extravagante, de esas que simulan ser caras... pero todos sabemos que la compro en una feria, justo al lado de los tomates... yo lo se.

Hasta que la mujer se fue, no pude respirar tranquila, su presencia me intoxicaba, pero que la comida de ayer.

-no la mires directamente a los ojos, huele tu miedo- dijo Ferrei riendo y tirando las llaves en la mesa de centro.

Desabotono un botón de su cara chaqueta de tela, típico de el. Se empezó a sacar la ropa de a poco, se quito la camisa, por dios, si es que debajo de toda esa ropa había un evidente cuerpo perfecto, cogió una polera que estaba tirada en el sillón y se la puso, mi felicidad se acabo.

La Helena caliente quería prevalecer! pero no! tenia que ponerse una maldita polera!, no podia decir: tengo calor, estoy con una mujer sexy y me la quiero violar.. no.... se puso la polera, ya se... ya se... se suponía que no tendría pensamientos en contra de la palabra de dios... pero es que junto a este hombre la fiebre aumentaba.

-estas bien?, estas mas roja de los normal? te aumento la fiebre?- dijo acercandose preocupado, me puso la mano en la frente, por dios, el calor aumentaba entre mas cerca lo tenia.

El mínimo roce y me volvía a desmayar. Aunque si llega ese paramedico nuevamente... uhh... hasta me da paro cardíaco.

-si... estoy bien-dije alejandome, no Helena! no te lo violes! Malditas hormonas!.

Miro con cara de: por que te alejas?.

Ferrei volvio a lanzar su mirada de conquistador, pero esta vez no funciono, incluso, le salió horrible, porque cuando alzo la ceja e intento dar una sonrisa, me jodi de risa, y volvió a mirarme con cara de: por que te ries?.

-si quieres, la habitacion esta por allá-apuntó.
-la verdad es que... preferiria estar en mi casa-.
-no lo creo- se acercó y me acarició la mejilla.
-ufff, entonces... yo me voy a tu habitacion, saca tu ropa y tu toalla hartiro, porque despues no habro-dije dirigiendome a la habitación.
Se río desafiante.
-piensas que duerma en el sofá?-
-si... tu me invitaste, tu asume las consecuencias-dictamine.
-se suponia que serian consecuencias positivas, no negativas-me siguió.

El iba a entrar, pero antes de que alcanzara entrar, le cerré la puerta en la cara.
-me dejas sacar la pijama?-preguntó entre risas.
-a... bueno- le abri la puerta.

Entró, abrió un cajon del closet y saco unos shorts.
Me lo imaginé con los shorts ajustados y el corazon se me caia,... los ojos también.
-listo me voy... no me pegues-dijo riendo, se acerco a paso rapido y me dejo aprisionada entre la puerta y su cuerpo, sus brazos me llegaban a la altura de la cabeza, me miraba con su tipica sonrisa desafiante, de esas que no se borran de la mente. Al hacer este movimiento, se le marcaba mas el abdomen, por dios. A su lado me siento tan pequeña, tan debil.
-si te sirve, hay pijamas en ese cajon-apuntó- y camisas en el otro.
Se fue con una sonrisa de satisfecho, con calentarme sin ni siquiera tocarme.

Y Que si es Mayor que Yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora