Cap. 14: Narra Gabriel 1/2

107 7 0
                                    

-pero soy virgen...-dijo la mujer ante mis caricias.

No tiene cara de virgen! tiene cara de me acuesto con el que quiero... la creía mas... no se... interesante... me doy cuenta que solo vivo para tener sexo... no para amar... el amor es estúpido es... algo intangible que hace cambiar a las personas, a veces para mal, así que no me confío mucho de el.

Espero que Helena se la esté pasando bien con Ferrei... tal vez hasta ya se van a casar no se, tal vez están teniendo sexo en el baño del teatro, quien sabe?.

Helena cambió mucho desde que lo conoció, no me habla tanto como hace un par de días, se habrá enamorado?, me asusta que eso suceda, es como perderla, perder a mi inmadura compañera de lagrimas.

-no te preocupes... no dolerá mucho-eso decimos todos, le costará caminar mañana.

-ah...- gimió! por dios! pero si solo le desabrocho la blusa... me acostumbré al sexo con Helena, es distinto.

Creo que Carola, bueno, es la secretaria de Ferrei, creo que ya empezaba a comprender eso del jugueteo, a modo de que me estaba intentando desabrochar la camisa, pero le cuesta. Es un poco mata pasiones que suceda esto, porque la tengo que ayudar yo.

Le besaba el cuello mientras ella me quitaba el pantalón, era cosa de solo sexo, necesito un poco de sexo, es como mi droga, ya completamente desnudos sobre mi cama, la traje a mi departamento, total... es una mas.

Los hombres sabemos diferenciar entre las mujeres que sirven solo para una noche y las que podrían ser para toda la vida.

Tendía a cerrar las piernas por cosa de miedo supongo yo.

El nerviosismo de tu primera vez... no recuerdo como fue mi primera vez... creo que ese día estaba tan borracho que no lo recuerdo, pero así es mejor, o si no viviría atado toda mi vida a quien fue mi primera vez.

-no te preocupes-le susurré mientras seguía suavemente recorriendo su cuerpo.

Mis palabras la relajaron un poco permitiéndome entrar costosamente con los dedos, era verdad, es su primera vez, me siento un poco culpable quitandole la virginidad a una mujer que posiblemente me crea su príncipe azul que no la abandonara hasta que la muerte nos separe, aprendí de mis padres que eso es una estafa, a los días de que nací se separaron... cosa poco común, siempre me culpé, pero ya que no...? actualmente ambos viven felices con sus actuales parejas, gusto de cada uno.

Hacía pequeños movimientos con los dedos, la verdad es que como su primera vez se corre mas rápido, comprensible, después de probar el sexo, nunca lo puedes dejar.

Pero siempre hay una persona con quien te va a gustar mas el sexo, como por ejemplo con Helena.

Sujeté fuerte su cintura para sacar mis dedos, para que lubricante no?, no creo que le duela tanto... le mordí el labio inferior y me mataron sus ojos de deseo, era increíble, la única vez que vi esos ojos fue cuando conocí a la caliente de Helena.

La besé con lujuria, no lo soportaba... , entré lentamente procurando no hacerle daño, daño físicamente claro que no haría, pero psicologicamente estaba cocinada, en ese momento en que me dé su numero de teléfono para nunca llamarla.

Daba embestidas suaves y lentas. En una de ellas encontré el punto de excitación, ese punto que vuelve loca a todas las mujeres.

-aaah...-soltó un gemido que me dejó mas caliente aun, por alguna razón me encanta cuando gimen, me siendo satisfactoriamente completo, es como si mi trabajo comunitario estuviera bien hecho.

-hm...-susurré en su oído.

Iba a decir algo pero la callé con un pequeño beso.

Note que se empezaba a correr y salí.

Y Que si es Mayor que Yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora