Cap. 17: Harry

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Escuché el fuerte sonido de cuando despegó el helicóptero y mi corazón empezó a acelerarse, pensé en todas posibilidades en que podria morir Álvaro.

Entre las lágrimas y lo cálida de la habitación me quede completamente dormida, las almohadas eran increiblemente cómodas, las sábanas una delicia, el olor a limpio me encantaba.
Desperté porque me atrajo un olor a tostadas, exquisito, hace bastante tiempo que no comía algo como la gente.
-gracias-recibí la bandeja que sostenia el chico negro.
-de nada, provecho-abandonó la habitación.
El olor a jugo de naranja fresco se extendía por todo el lugar.

Quisiera volver a ver a Álvaro para despejar unas cuantas dudas existenciales que provocó su carta en mí.
Confío en que este vivo.
Confío en que Agustín lo rescate.

Me intriga el porque su madre lo quiere matar, lo mas posible es que quiera quedarse con la fortuna que amasó el señor Ferrei.
Espero que no pase mucho tiempo antes de saber notícias sobre Alvaro, me gustaria ver a Gabriel, contarle todo lo que me a pasado en las últimas 48 horas.

Comí a gusto, volví a dormir, estoy muy cansada, a sido mucho agetreo esto del secuestro.
Me siento importante, no a cualquiera la secuestran...
Mucho drama, y yo pensaba que estas cosas solo pasaban en las comedias mexicanas, me equivoque! Si pasan en la vida real!
Desperté un poco atontada, ya no estaba la bandeja, baje a ver que estaba sucediendo.
Al llegar a la cocina me encuentro con Harry y la puta barata, al parecer lo estaba reprendiendo.
-aprende a cortar las papas!, inutil!-dijo la puta barata.
-si...-dijo bajito Harry.
Estupida!
-y tu que haces? Vete a tu habitación, que aquí se te encrespan las manos de solo mirar-dijo prepotente.
Harry me miro y siguió intentando pelar la papa.

Me quedé callada, no queria contestar mal delante de Harry.

Me fijé que Harry tenía varios cortes en las manos, me molesta bastante, pero no tengo autoridad en esta casa.

-que!? Estas sorda!?-
-no, es que crei que se me encresparon los oidos...-contesté rascandome la oreja.
-Harry! Vamos a jugar afura!-propuse con gran ánimo.
Harry sonrió en grande y se levanto.
La puta barata lo empujo a la silla nuevamente.
-esta trabajando, para eso esta aquí-Reclamó.
-no creo que lo hayan educado para pelar papas, además, por que no las pelas tú? O tambien se te encresparon las manos?-ladee la cabeza sarcasticamente.
Refunfuñó.
-ya verás lo que dice Álvaro!!!-salió enojada de la cocina.
Me largué a reir.
Harry creo que temia reirse.
Me senté a su lado.
-y el chef?-pregunté.
-recogiendo especias para la cena-.
-hm... quieres jugar? O pelar papas?-
-quiero aprender a pelar papas-respondió.
-encerio?-.
-si, me siento inútil mirando como los adultos trabajan-.
-pero Álvaro te educó... para algo-.
-claro, me enseñó a ser agil, se variar técnicas de arte marcial, manejo muy bien las armas de fuego y las armas blancas-.
-te entrenó como asesino!?-dije sorprendida.
Nego con la cabeza.
-me enseño lenguaje, como vestirme, me enseño el español! Me enseño otros idiomas, matematicas, biologia, vi varias cosas en el sitio donde me mando a estudiar, pero dijo que si queria sobrevivir en su mundo tenia que aprender a hacer ese tipo de cosas-explicó.
-aaah, y por que la contrato a ella?-.
-porque necesitaba una enfermera para sus guardespaldas-.
-aaah-.
-bueno, mira-le mostre como pelaba la papa.
El cuchillo esta muy suave, tenia bastante filo como para que lo usara Harry.
-oooh señorita, no haga esto-dijo el chef quitandome el cuchillo.
-no se preocupe, si no soy tan inutil-me reí.
-no es eso..., vaya a jugar con Harry, yo trabajo aqui-me sonrió.
-vamos-.
Saqué a Harry al patio.
No veia a nadie más.
Ñeh, prefiero que exploremos.
-quieres explorar?-.
-ya exploré todo-.
-hm... que quieres hacer?-.
-no se... el señor Ferrei mandó a que me construyeran una casa en el arbol, para no aburrirme, pero todavía no esta lista-.
-construyamosla nosotros!, tienes los materiales!?-.
-si! Vamos!-.
Me llevó a la orilla de un lago donde habia un árbol gigante, se notaba que era antiguo.
Tiró un cordelito, y calló una escalera.
Subimos al arbol y habia un gran espacio donde habia piso de madera, al lado habian unas maderas apiladas, seguro son para la casa.
Tome algunas y unos clavos.
-esas van allá-señaló Harry el tronco, el iba con un martillo.

Martille hasta no poder más, Harry me iba pasando los clavitos.

No soy tan mala constructora, tengo buen sentido de profundidad y posición asi que eso favorece el trabajo.
Ahi pasamos toda la tarde, hasta la noche, creo que son como las 22:00 y nadie nos a venido a buscar, y ya no me dan mas las manos clavando maderas.

Me pueden creer que puse como 10 en todas estas horas!.
Suspiré
-volvamos... tal vez tengan la cena lista-dije dejando el martillo donde estaba.
-esta bien, es raro, hace rato que oscureció y debieron habernos venido a buscar-dijo tomandome la mano para bajar.
-sep-.

Ya abajo note que se veia la luz de la casa desde lo lejos.

Se ve bastante lejos, tanto caminamos?.
-tengo sueño-dijo Harry restregandose los ojitos.
-ven-le ofrecí los brazos para tomarlo.
Lo tomé, pesa bastante. Se quedó dormido de camino.
Me encantaba su calor, es tan tierno.
Normalmente aborresco los niños, pero es distinto, no se... me cae bien por naturaleza...

Llegue muy cansada, me duele la espalda.
-Harry...-susurré-llegamos...
Se bajo restregandose los ojos y me tomó la mano.
Entramos y se sintió un gran golpe de algo contra el suelo.

La puta barata acababa de lanzar un florero.
Especificamente a Agustín.

Si estaba Agustín tenia que estar Álvaro!.
Mire a todas partes desesperada.
Agustín no se veia bien, tenia bastante golpeada la cara y sangraba mucho de la pierna.
-Helena! Nos tenemos que ir!-dijo Agustín asujetandose apenas en la muralla blanca, que ya no estaba tan blanca.
-tu! perra sucia! Álvaro podria morir por esperarte!-se acercó la puta agarrándome del cuello.

Intenté resistirme pero era mas fuerte, me ahorcaba, no respiraba! Iba perder el conocimiento! Mas! Me iba a matar.
Le tiré una patada en las canillas y ni se inmutó.
Vi como Agustín se acercó en un intento de ayuda y cayó al suelo emitiendo un golpe seco.
Divise unos zapatos que conocía muy bien, eran del auténtico Álvaro. El ver solo los zapatos me dio una energía que nadie podria detener.
Agarré un adorno de la mesa de arrimo y se la planté en la cabeza.

Tosí un poco, mientras me tocaba el cuello. Fui a paso rápido a donde esos pies y me encontre con una escena no muy bonita, era efectivamente él, pero estaba completamente golpeado, la camisa estaba llena de sangre, y se notaba que respiraba pero tenia los ojos cerrados.
-aaah -reclamó moviendose apenas.

-llevenlo al avión privado, llegaremos mas rápido-dijo Agustín a los empleados, llegó arrastrandose.
Ayudé a Agustín a llegar al avión donde Álvaro estaba estirado en los asientos de alfrente de nosotros.

Abrió un ojo dificultosamente.
-Helena...-susurró apenas.






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