Cap. 6: Perdidos en el bosque

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Inspeccione los cajones, habia todo tipo de ropa, perfectamente ordenado, osea yo llego y tiro todo por todas partes, se nota que este hombre tiene dinero, tenia muchos pares de zapatos, hasta algunos eran iguales, yo... bueno... tengo dos pares de zapatillas, muchos tacones, las sandalias para levantarse y hasta y llego.
Me puse un pijama azul marino, cómodo, tenia su olor, me acosté en su cama, hay por dios! Que rico... sus almohadas tenian su olor, todo tenia olor a el, parecia loca oliendo hasta el velador, era tan rica la sensación entre las sabanas... perfectamente limpias... hasta que entró nuevamente, con una cajita y un vaso con agua.
Se largo a reir al ver que me revolcaba en su cama.
-el antibiotico!-avisó acercandose.
-gracias- recibí la pastilla y me la tragué con agua.
Se sentó a mi lado y estiró los brazos.
-Normalmente habria sexo-dijo riendo-pero como segun tú tenemos una estricta relacion de trabajo... que lamentable la vida...-
Salió, sin mas.
Quede con la boca abierta, maldito manipulador.
Bueno, de todos modos, dormi como una reina, me sentia solita, pero creo que ni me di cuenta porque me quedé dormida de inmediato.
Abri un ojo y me encontre con Ferrei abrochandose la camisa, seguia con la toalla amarrada a la cintura, se demoraba un mundo por cada boton, tenia el cabello mojado. Se demoraba mucho, o mis ojos lo veian en cámara lenta. Se revolvió el cabello y saltaron unas gotitas de agua, se puso desodorante sobre la camisa. Se dio vuelta y se largo a reir.
-buenos dias, si esperas que se me caiga la toalla, rara vez sucede-dijo arrogante.
-buenos dias... -me restregue los ojos con las manos- y no me interesa que hay debajo de la toalla.
-ouch!-se mordió el labio inferior-ups!- predije que soltaria la toalla y me tapé los ojos.
Volvió a reir, me destape los ojos.
Le tire una almohada.
El maldito llevaba boxers puestos.
Me devolvió la almohada.
Se puso calcetas, los jeans, y zapatos cafe oscuro, se abrochó el cinturón, se armó una humita tipo gris oscuro, se arremango las mangas de la camisa celeste, escogio uno de sus relojes caros. Se peinó con los dedos y volvio a darme una sonrisa.
Yo, estaba escondida tras la almohada lanzada anteriormente.
-te doy 30 minutos, creo que ya estas mejor, puedes comer algo consistente, no quiero mantenerte a jalea, preparare el desayuno-cogio la toalla y se fue.
Volvio a entrar, ahora con una caja en las manos.
La dejo encima de la cama.
-espero que te guste-me guiño un ojo-lo manchas, te mato, porque de mi no saldra mas.
Volvio a irse.
Ansiosa me acerqué a la caja, y la abri.

Quedé boquiabierta, era un vestido entre azul claro y un poco de morado, era precioso. Me va a dar un ataque al corazón. Es como un sueño, al lado de la cama estabas los tacos.
30 minutos!!! Busque una toalla, inspeccione la casa hasta que encontre el baño, habia una ducha extraña, bueno, era una ducha creo, o era un teletransportador. Tenia muchos botones y muchos agujeros, asustaba, mire la ducha, mire el lavamanos, me parecia mas facil usar el lavamanos, pero ni modo, me introduje en la ducha intergaláctica, no queria parecer ignorante y llamar a "Alvarito" para que me ayudara a usar esto. Apreté algo y salio agua hacia mis canillas, joder, apreté otra cosa y empezó a rebalzar el agua fuera de la ducha, la corte de inmediato, hasta que di con la que lanzaba agua de arriba, logre salir viva, me seque, me vesti y llegue junto a Ferrei.
Se paró al momento en que me vio, me ofreció una mano, se la acepte... me hizo girar.
-perfecto, ahora tengo que me envidie el mundo-dijo soltandome.
Nos sentamos a desayunar.
-cocinas?-pregunté.
-no... normalmente traigo un chef a que me haga el desayuno-contesto de lo mas normal sirviendome una tasa de café y un pan con mantequilla.
Alce una ceja.
-mentira, hago esto todos los dias, desde que vivo aqui, no creas que por tener dinero md doy la gran vida-.
-lo dices, por tu martirio de comer pan con mantequilla?-reí.
-tal vez, pero me encanta-.
-a mi también, incluso, a quien no le gusta?-
Se encogió de hombros.

Cuando terminamos de comer, le ayude a lavar los tazones, platos, etc.
-te llevaré a un lugar increible-dijo tironeandome del brazo.
Nos subimos a su auto, pasaron como 45 minutos, hasta que llegaramos a alguna parte.
Especificamente aparco el auto a mitad del bosque.
Nos Introdujimos en el bosque, hasta llegar a un precipicio, del otro lado habia una cascada, todo muy lindo, la verdad es que me encanta ver paisajes asi.
-wow-
-es precioso- dijo con los ojos brillosos.
-como lo encontraste?-
-me lo mostró mi padre hace 9 años, esperaba acordarme del camino-.
Sonreí.
-primera vez que veo algo asi- se escucha la caida del agua, el olor a humedad todo es tan relajante.
-me alegro que lo veas conmigo, como tu primera vez-.
Respiré hondo, era como que me limpiaba, me abria la mente.
Nos quedamos un rato a disfrutar.
-nos vamos?, quiero mostrarte otro lugar-propuso.

Lo bueno de saber que andas con tu jefe, es que no te preocupas por haber ido o no ido a trabajar.
Intentamos 3 veces salir de ahi, pero cada vez que lo intentábamos volvíamos al mismo precipicio. Nos miramos con cara de: nos perdimos.

-no estamos perdidos! Solo nos desviamos un poco...-intentó tranquilizar la situación.
-claro, y yo sere Maria de las Carmelias-.

Y Que si es Mayor que Yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora